Sandra Ortega, la mujer más rica de España, se querella contra el exgestor de su fortuna por apropiación indebida

Analía Plaza

14 de julio de 2021 22:48 h

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Sandra Ortega, la hija mayor de Amancio Ortega y dueña de un 5% de Inditex, ha presentado dos querellas por apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal contra José Leyte, la persona que dirigió su fortuna durante más de 20 años. Según ha podido saber elDiario.es y han confirmado fuentes de Rosp Corunna, el family office o gestora patrimonial de Ortega, ambas querellas han sido admitidas a trámite. La empresa no ha querido hacer más comentarios por “respeto” al trabajo judicial.

José Leyte era un hombre de la casa. Licenciado en Derecho y diplomado en Económicas por el ICADE, en los 90 trabajó como jefe para Galicia y Asturias de Deutsche Bank y dirigió la división de banca privada de Caixa Galicia. En el año 2000, Rosalía Mera —la primera mujer de Amancio Ortega y fundadora de Inditex— creó Rosp Corunna para canalizar sus inversiones. Un año después nombró a Leyte máximo responsable.

Rosalía Mera falleció en 2013, a los 69 años, tras sufrir un derrame cerebral. Rosp Corunna quedó entonces en manos de su hija, que ya era administradora de la empresa. Leyte permaneció en esta y en otros cargos: fue director general de todas las subsidiarias del grupo; consejero en Breixo, la sociedad de inversiones libres de Ortega; en Soandres, su sicav; en Ferrado, la sociedad inmobiliaria del holding; en la farmacéutica PharmaMar, de la que Rosp posee el 5%; y en Room Mate, la endeudada y deficitaria hotelera de Kike Sarasola, de la que Rosp posee el 30%. La inversión inicial en Room Mate la hizo Mera porque le gustaba el turismo y aumentó con los años, bajo el mandato de Leyte.

La relación de Leyte con la familia terminó en diciembre del año pasado, cuando Sandra Ortega lo cesó de todos los cargos alegando “pérdida de confianza”. En su lugar nombró a José Fresnedo, otro hombre de la casa que llevaba años trabajando como director de inversiones. Coincidiendo con la salida de Leyte, Ortega quiso reestructurar sus inversiones en ladrillo y turismo, como adelantó Cinco Días. En ese proceso se enmarca la venta del 30% de Room Mate, cuya situación financiera está aún más maltrecha tras la COVID. Sarasola ha pedido un rescate de 52 millones a la SEPI y sobrevive gracias a un crédito del yerno de Juan Roig, fundador de Mercadona, mientras aparece un comprador. Fuentes de la hotelera dicen a elDiario.es que “próximamente” entrará un nuevo socio.

Cuando José Leyte fue cesado, Rosp Corunna encargó un informe forensic a la consultora KPMG. Los forensic son informes caros, mucho más profundos que una auditoría al uso, en los que una compañía externa investiga posibles conductas fraudulentas con técnicas avanzadas, revisando tanto la contabilidad de la empresa como los equipos informáticos. Del forensic en Rosp salieron las pruebas sobre las presuntas actividades ilícitas que habría llevado a cabo Leyte y contra las que ahora se querella Ortega. El contenido exacto de estas no ha trascendido.

En conversación con este diario, Leyte asegura sentirse “muy triste”. “Yo fui el primer empleado. He hecho todo lo que se ha hecho en esa oficina y he trabajado codo con codo. Aunque la querella quede en nada, es un mal trago”, cuenta. El antiguo gestor dice que su relación con Sandra Ortega nunca fue tan cercana como la que tuvo con su madre, pese a que se mantuvo siete años más en el puesto. Asegura estar “tranquilo” y no haber hecho “nada malo ni irregular”. “Soy una víctima”, añade.

Leyte exige su finiquito

Sandra Ortega es la cuarta persona y la primera mujer más rica de España, por detrás de Amancio Ortega, su padre, y de Juan Roig y Rafael del Pino. Su patrimonio asciende a 5.700 millones de euros. Se da la circunstancia de que las querellas por apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental no son el único litigio con Leyte. El antiguo gestor, que ha montado una nueva empresa a caballo entre Lisboa y Londres llamada Mondo Consulting, la demandó porque entendía que no le pagaron el finiquito que le correspondía.

Leyte reclama una indemnización de empleado normal, acorde a su antigüedad de veinte años en la empresa, mientras que Rosp alega que su contrato era de alta dirección. En este caso, la indemnización es mucho menor: por ley, 7 días de salario con un límite de seis mensualidades.

Según las últimas cuentas de Rosp Corunna, el salario de la alta dirección ascendió en 2019 a 860.000 euros anuales. Leyte considera que las querellas son “una estrategia” para no pagarle la indemnización. “Están intentando presionarme y salirse con la suya. Afortunadamente hay gente que me ayuda”, dice. El diario El Confidencial informó hace pocos días de que el juicio por la indemnización ya está visto para sentencia. Para el juicio penal aún no hay fecha.