Banco Santander cae este lunes más de un 5% en Bolsa, una semana después de presentar sus históricos resultados. Tras esta caída se encuentra una investigación del 'Financial Times' que señala que Irán utilizó a su filial británica y al banco Lloyds para mover dinero y poder esquivar las sanciones internacionales que afectan al país. El banco ha indicado que no ha incumplido las normas de Estados Unidos en relación con las sanciones impuestas a terceros.
“Banco Santander no ha incumplido la normativa estadounidense sobre sanciones impuestas a terceros de acuerdo con nuestra investigación”, ha explicado un portavoz de la entidad financiera en declaraciones recogidas por Europa Press. “El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones. Santander continuará colaborando proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses pertinentes”, ha subrayado Santander.
Según la investigación del diario económico, ambos bancos proporcionaron cuentas a empresas que eran propiedad de Petrochemical Commercial Company, una firma propiedad de Irán. Estados Unidos ha acusado a dicha compañía de haber recaudado fondos para la Fuerza Quds, una división de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Esta información ha provocado desde primera hora de la apertura del mercado una caída que ha llegado a rozar el 6%, aunque se ha ido moderando con el paso de las horas.
La investigación del rotativo británico alude a numerosos documentos y correos electrónicos que muestran que desde que PCC, y su filial, fuera sancionada en 2018 por EEUU, ésta ha seguido operando desde una oficina en el barrio de Belgravia. Lo ha hecho mediante una compleja red de empresas pantalla para recibir fondos de otras sociedades procedentes de China, también vinculadas a Irán, para esquivar las sanciones que se aplican al país. Según esta información, Santander cerró la cuenta utilizada por Pisco UK, una de estas empresas pantalla.
En el pasado se ha constatado que bancos que fueron utilizados por empresas iraníes para esquivar sanciones internacionales acabaron siendo multados. Standard Chartered o Unicredit fueron sancionados en 2019 con 1.000 y 1.300 millones de dólares, respectivamente.