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El sector financiero ha destruido uno de cada tres de sus empleos en la última década, en concreto, 88.856 trabajadores han dejado sus puestos desde 2008 a 2018. Son los datos que ha destacado en una rueda de prensa este martes Comisiones Obreras, procedentes del Banco de España, a los que se sumarán unas “5.000 personas más” este año con los ERE de Caixabank y Banco Santander. ha recordado Joan Sierra, secretario general de sector financiero del sindicato.
El sindicato ha subrayado que las personas que han dejado sus puestos de trabajo en el sector financiero durante estos diez años son más, 112.150 trabajadores, pero en el balance total sus salidas se han visto compensadas por los nuevos ingresos, que han alcanzado los 23.294 empleos.
Así, el número de trabajadores del sector en 2018 era de 181.999 personas, lo que deja a España por debajo de las ratios europeas de número de trabajadores por población, advierte CCOO. “Estamos en 60 trabajadores por cada 10.000 habitantes respecto a los 68 de la Unión Europea”, ha sostenido Sierra.
Sierra ha explicado que, “si hay algo positivo en todo esto”, es que las salidas forzosas han sido “prácticamente residuales”, con una “gran mayoría” de trabajadores que optaron por abandonar sus puestos con las condiciones pactadas por las entidades y la representación de los trabajadores.
El sindicato ha puesto en valor el “contrato social” alcanzado entre la patronal y los sindicatos desde los años ochenta para minimizar las reducciones de personal, “para que sean lo menos traumáticas posibles”, ha subrayado José María Martínez, secretario general de CCOO Servicios, que ha pedido que se mantenga en los próximos años de cara a la reestructuración del sector, debido al mayor peso de la digitalización y a la concentración de entidades.
Joan Sierra ha explicado que los más de 23.000 nuevos trabajadores se concentran mayoritariamente (el 80%%) en los cinco grandes bancos: Caixabank, Santander, BBVA, Bankia y Sabadell. El responsabel del sector financiero ha destacado que “hay paridad” entre hombres y mujeres en estas nuevas incorporaciones, que pertenecen en gran parte a “nuevos perfiles”.
Entre ellos, Sierra ha destacado una gran entrada de informáticos, matemáticos, “personal técnico”, así como también de comerciales, más orientados a la “banca a distancia”. Según las cifras de la organización, dos tercios de los nuevos ingresos han ido a parar a Servicios Centrales y solo un tercio, a las oficinas o direcciones territoriales.
CCOO ha recordado que, además de la reducción de personal, las entidades también han mermado su número de oficinas, aún con más intensidad incluso (“un 44% menos” desde 2009).
En 2018, el número de oficinas bancarias era de 26.011, pero la reducción no se ha dejado sentir del mismo modo en todos sitios. Al sindicato el preocupa que “la exclusión se produce sobre todo en la llamada España vaciada”, donde la desaparición de las oficinas no siempre se puede compensar por los servicios online, “porque el internet no llega”, ha afirmado Joan Sierra.
La organización advierte a la patronal de que la reducción en costes de personal va de la mano del “peligro de pérdida de contacto del trabajador con el cliente”, cuya cercanía y conocimiento también aporta eficiencia para la entidad.
De cara a las negociaciones abiertas para la renovación de los convenios colectivos en el sector, Nuria Lobo, secretaria Acción Sindical del Sector Financiero de CCOO, ha apostado por que la digitalización sea “una oportunidad, no una amenaza” y pueda contribuir a personalizar la atención al cliente y a facilitar la conciliación de la vida personal y laboral de las plantillas.
Sobre las subidas salariales, Lobo ha sostenido que “los resultados del sector financiero están ahí” y dan opción a mejoras de las remuneraciones de sus empleados. La sindicalista ha subrayado que es importante revisar en la negociación con la patronal las cargas formativas que se está exigiendo a muchos empleados “y que debido a la carga de trabajo se está haciendo fuera de la jornada”.
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