Securitas Direct logra ventas récord entre avisos por ocultar datos e inspecciones del Fisco y Trabajo
Securitas Direct España cerró otro ejercicio récord en 2019, el año previo a la crisis del coronavirus, que ha propiciado un aumento de la demanda en España de los sistemas de alarma que vende esta empresa. El pasado ejercicio estuvo marcado por otra advertencia del auditor de la filial española sobre su opacidad en materia de sueldos de directivos y consejeros, aviso que la firma PwC ha hecho extensivo a otros aspectos como la falta de información sobre despidos, tipo de contratos laborales, brecha salarial o accidentes de trabajo.
Las cuentas que Securitas Direct España ha remitido recientemente al Registro Mercantil, accesibles a través de Insight View, reflejan que la batería de inspecciones de Hacienda que ha recibido en los últimos años la empresa ha tenido continuidad este mismo año. Unos procedimientos a los que se sumó en 2019 la Inspección de Trabajo para verificar el cumplimiento de las obligaciones de la filial con la Seguridad Social.
“Con fecha 10 de enero de 2019, la Dirección Especial de Inspección del Ministerio de Trabajo ha requerido a la sociedad Securitas Direct España, SAU, con el objetivo de iniciar actuaciones comprobatorias en materia de régimen económico de la Seguridad Social para los periodos comprendidos entre Diciembre de 2014 a Diciembre de 2018, sin haber recibido a la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales ninguna resolución formal. Los administradores consideran que de la finalización de estas actuaciones no surgirán contingencias con efecto patrimonial significativo”, dice la empresa en sus cuentas.
Respecto a las actuaciones del Fisco, en enero de 2020 “se recibió comunicación de inicio de actuaciones de comprobación respecto de los Derechos de Importación y el IVA a la importación declarados en el ejercicio 2018, sin haber recibido hasta la fecha ninguna resolución formal”. Una notificación similar a otra recibida en febrero de 2019, relativa a 2016 y 2017, que se saldó dos meses después con actas en conformidad por ambos conceptos y el reconocimiento de una deuda tributaria de 0,8 millones de euros.
Menos pacíficas fueron las actuaciones respecto a los ajustes propuestos por la inspección respecto de las ventas de material a filiales extranjeras y el gasto registrado por una factura respecto del concepto “underwriting commintment and fundig fees” con su matriz española, ESML SD Iberia Holding, en cuyas cuentas se recoge una “provisión para riesgos fiscales” de 5,3 millones dotada en 2019 “por la inspección de los años 2015-2018”. En este caso, tras suscribir actas en disconformidad, en marzo pasado presentó alegaciones ante el Tribunal Económico Administrativo Central, de cara al correspondiente recurso.
La filial ha provisionado 1,1 millones por este último litigio, según fuentes del grupo, que enmarcan como “práctica ordinaria” este tipo de inspecciones y recalcan que cumple “de manera estricta” con sus obligaciones fiscales. Esas fuentes destacan que en 2019 la filial abonó 28 millones por impuesto de sociedades con un resultado contable antes de impuestos de 102 millones, “lo que representa el 27,5% de impuestos sobre nuestro resultado neto”.
Salvedades del auditor
Un año más, las cuentas de Securitas Direct están aprobadas por el auditor con salvedades. PwC entiende que recogen la imagen fiel, pero vuelve a advertir de que no se desglosa la retribución de administradores y altos directivos, como exige la normativa contable.
También tiene salvedades el informe de verificación de la información financiera que como empresa de gran dimensión debe presentar Securitas. En este caso, porque no hay desglose del número total y distribución de modalidades de contratos, del promedio anual de contratos indefinidos, temporales y a tiempo parcial por sexo, edades y categorías; ni del número de despidos, las remuneraciones medias de empleados, consejeros y directivos, brecha salarial o accidentes de trabajo. Todos ellos datos “exigidos por el artículo 49.6 del Código de Comercio”, recuerda PwC.
Respecto a la información de administraciones y directivos, fuentes de Securitas subrayan que el grupo al que pertenece, Verisure, con presencia en 16 países, cada uno con requerimientos diferentes, facilita la información de forma homogénea, sin desglosarla. “Cumplimos estrictamente con la Ley de Sociedades de Capital” y “se trata de una cuestión contable y menor”, aseguran.
Las mismas fuentes señalan que la brecha salarial “es de un 4% sobre el salario fijo en toda nuestra plantilla” y destacan la “apuesta por la igualdad” en una compañía en la que el 42% de la plantilla son mujeres. Estas ocupan casi el 40% de los puestos en su comité de dirección. En los puestos intermedios de gestión, “han pasado de representar el 50% en 2016 al 59% en 2019”.
Ventas récord
Securitas, cuyas agresivas técnicas de formación de comerciales reveló en 2017 elDiario.es, explica en sus cuentas que “2019 ha sido un año de récord para la compañía”, en el que “ha superado el millón de clientes en nuestro país”, al alcanzar 1,3 millones en España, de los que el 75% eran particulares y el 25%, pequeños negocios.
La filial, líder en instalación de alarmas para hogares y pymes en España con una penetración del 8%, cerró 2019 con un nuevo récord de facturación de 820 millones, un 17,8% más. La mayor parte, 705 millones (un 17% más), provino de España, que, como dijo en 2019 un directivo del grupo, es ya el cuarto país del mundo con más alarmas instaladas tras Estados Unidos, Japón y China, que tienen mucha más población.
Las cuentas recogen un beneficio neto de 74,5 millones en 2019, un 12,3% menos, y el pago de un dividendo a su matriz española de 54,542 millones repartido en junio de este año, con España todavía inmersa en el estado de alarma y tras la aplicación de un ERTE de fuerza mayor para unos 3.000 empleados por las restricciones para hacer frente a la pandemia.
La receptora de ese dividendo cuelga de una empresa luxemburguesa, Shield Luxco 1.5, aunque la sociedad que ejerce como sede central y a la que se facturan gastos por servicios de tecnología, Verisure Sarl, está en Suiza. Fuentes de Securitas indican que se trata de un dividendo complementario con cargo a 2019 y que los dividendos totales del ejercicio cayeron un 13%.
El repartido en junio “se destina exclusivamente a apoyar el desarrollo del negocio en Latinoamérica”, donde el grupo está presente en Perú, Brasil y Chile y desde el año pasado, en Argentina. “La solvencia de nuestro negocio en España nos permite apostar por nuevos mercados, contribuyendo así a nuestra estrategia de expansión”, señalan desde Securitas.
La multinacional sueca a la que pertenece la empresa, Verisure, obtuvo en el primer semestre de 2020 unos ingresos de 1.000 millones, un 8,1% más, tras elevar un 10,8% su cartera de clientes, hasta 3,5 millones. Su beneficio bruto operativo total ajustado fue de 438 millones, un 17,2% más, pero perdió 69 millones, frente a los números rojos de 15 millones del primer semestre de 2019.
Verisure y Securitas Direct están controladas por el hedge fund estadounidense Hellman & Friedman, aunque su accionariado tiene sello español: en 2018 la familia March, una de las más ricas de España, adquirió por 557 millones a través de la Corporación Financiera Alba una participación indirecta del 7,5% en Securitas al comprar un 8,4% del vehículo inversor que controla la citada matriz de la empresa en Luxemburgo.
La alarma social sobre la okupación en plena crisis del coronavirus, que para muchos juristas está injustificada, está disparando el negocio de esta empresa, que en los últimos meses ha desplegado agresivas campañas de publicidad, y de otras como Prosegur, que en febrero cerró la venta del 50% de su negocio de alarmas a Telefónica. En septiembre, la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, aseguró que el organismo investiga si algunos bancos han obligado a instalar los sistemas de alarma que comercializan y financian a clientes que pedían préstamos ICO con aval del Estado.
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