La segunda huelga en CaixaBank en una semana provoca el cierre del 90% de las sucursales, según los sindicatos

Diego Larrouy

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Días clave para el futuro de CaixaBank. El banco y los sindicatos han llegado a la última jornada del periodo de negociación para el ERE, que originariamente afectaba a 8.200 trabajadores, sin que se atisbe un acuerdo. De fondo, la plantilla ha vuelto a parar en protesta contra este despido colectivo, con la segunda jornada de huelga en una semana. Según estiman desde los sindicatos, el 90% de las oficinas han cerrado este martes por las protestas y se ha vivido una caída del 95% en la actividad del banco.

La situación que vive el mayor banco de España es complicada. Las negociaciones formales comenzaron hace ya casi dos meses, con una cifra inicial de afectados de más de 8.200 trabajadores, aunque la empresa ha ido reduciendo la cifra mediante recolocaciones en otras empresas del grupo. Sin embargo, las posiciones siguen enfrentadas y los sindicatos consideran que no debe haber salidas forzosas, un punto que consideran una línea roja, y que se debe primar la voluntariedad del proceso.

Este lunes, la mesa de negociación entre las partes se prolongó hasta el filo de la medianoche, intentando alcanzar un acuerdo que evitara la huelga de este martes. Sin embargo, los sindicatos consideraron finalmente que los avances no fueron suficientes y mantuvieron la jornada de protestas. “La dirección sigue obstinada con la ”forzosidad“ como medio para llegar a las 8.291 salidas”, señaló CCOO en redes sociales tras dar por terminada la reunión.

La dirección de CaixaBank presentó ayer una nueva propuesta en la mesa de negociación con los sindicatos que mejora las compensaciones para los trabajadores que saldrán de la entidad con el ERE, aunque mantiene el número de salidas en 6.950 trabajadores. Tras una reunión maratoniana que empezó por la mañana y acabó sobre las 12 de la noche, los sindicatos rechazaron ayer la última propuesta del banco, ya que pese a que la entidad ha rebajado las salidas iniciales, situándolas en 6.950 personas, el desequilibrio en los cupos provinciales los lleva a “despidos forzosos”, según los sindicatos. Para ellos, esta situación es “inaceptable” y consideran que es posible implementar otras medidas no traumáticas, a la vez que acusan a la dirección de “realizar pequeños movimientos” sin retirar ninguna de las medidas forzosas que representan una “línea roja”.

De no alcanzarse un acuerdo este martes, con la reforma laboral de 2012 en la mano, el banco podría aplicar el ERE de manera unilateral. Hace tres semanas se llegó al primer vencimiento del periodo formal y las partes coincidieron en ampliar las negociaciones. Ahora, según apuntan fuentes sindicales “está en manos del banco”.