El grupo alemán Siemens Energy obtuvo unas pérdidas netas atribuidas de 3.632 millones de euros en los nueve primeros meses de su año fiscal, como consecuencia de los fallos en piezas de la antigua Gamesa. El quebranto quintuplica los 'números rojos' de 711 millones del mismo periodo del año anterior.
La empresa ya avisó a finales de junio de que dejaba sin efecto su previsión de beneficios para el año fiscal 2023, tanto del grupo como de Siemens Gamesa, por “el incremento sustancial” de fallos en las piezas de turbinas eólicas fabricadas por la española Gamesa, absorbida por la alemana.
En este sentido, la compañía ha explicado que las turbinas pueden seguir funcionando, pero para garantizar un funcionamiento a largo plazo, el objetivo es rectificar los problemas dentro de los intervalos normales de servicio.
El pasado 22 de junio, la compañía anunció una nueva revisión a la baja de sus previsiones que propició la mayor caída en bolsa de su historia, al desplomarse más de un 37%. Siemens Energy advirtió entonces de que los problemas técnicos de sus plataformas 4.X y 5.X podían implicar un coste de al menos 1.000 millones que ahora acaba de elevar hasta 2.200 millones.
Con ello, el grupo ha vuelto a revisar sus pronósticos para todo el ejercicio y ahora prevé anotarse unas pérdidas de 4.500 millones en 2022-2023 por los problemas con las turbinas de sus plataformas en tierra.
En los nueve primeros meses de su año fiscal, la empresa registró un volumen de pedidos de 39.869 millones, un 52,9% más, mientras que los ingresos sumaron 22.598 millones, un 14% más.
Los ingresos por servicios de gas de Siemens fueron de 8.121 millones, un 21,3% más que hace un año, cuando se situaron en 6.694 millones, mientras que el área tecnológica de redes facturó 5.160 millones, un 20,1% más.
En España, el grupo acaba de cerrar la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que, en línea con la propuesta que plantearon CCOO y UGT, se ha completado sin ningún despido, ya que los 352 puestos que la empresa pretendía recortar se han saldado con recolocaciones en nuevos puestos, prejubilaciones, salidas voluntarias y excedencias.