Los sindicatos advierten de que el 1 de Mayo disparará las movilizaciones si la riqueza no llega a los trabajadores

El descontento social está ahí y, cuando se agita en forma de movilización y protestas en la calle, se consiguen resultados. Es la premisa de la que parten Comisiones Obreras y UGT para la organización de este 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo. Con el ejemplo reciente de las movilizaciones feministas del 8M y de los pensionistas, los sindicatos llaman a la población a salir el próximo martes a reclamar la recuperación de los derechos perdidos durante la crisis, que la recuperación se materialice en las nóminas, las pensiones y la protección social de los ciudadanos y no solo quede en los balances de las empresas y las variables macroeconómicas. Las organizaciones lanzan, además, un mensaje a la patronal y el Gobierno: sin mejoras, dispararán las protestas.

Los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, han explicado este martes el calendario de manifestaciones para el 1 de Mayo, con unas 80 manifestaciones en todo el país. El lema: 'Tiempo de ganar: igualdad, mejor empleo, mayores salarios y pensiones dignas'. Las organizaciones de trabajadores insisten en que ha llegado el momento de que la recuperación y el crecimiento se reparta entre el conjunto de la población y se combata la desigualdad y la pobreza, todavía en niveles superiores a los de 2008.

El próximo 1 de Mayo es “un punto de inflexión”, en palabras de Unai Sordo, para situar la lucha contra la precariedad y la desigualdad como prioridades en el país. Para ello, los sindicatos llaman a la población a “inundar las calles” el próximo martes para sacar de “la zona de confort” a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme. Tanto CCOO como UGT han lamentado las reticencias de la patronal a acordar una subida contundente de los salarios en la negociación colectiva y han pedido a los ciudadanos mostrar de forma conjunta el “malestar social” y “la mala leche acumulada” por las políticas laborales y de austeridad del Gobierno, ha afirmado Sordo.

El poder de la movilización social

Ese mensaje es una advertencia, sostienen ambas organizaciones, tanto para el Gobierno como para los empresarios. “O hay distribución de la riqueza, o va a haber conflicto. O se reparte lo que se crece, o va a haber conflicto”, ha insistido el secretario general de CCOO. En la negociación con la patronal, entre las prioridades figuran acordar una subida salarial y luchar contra la precariedad laboral. Respecto al Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy, los sindicatos exigen unas “pensiones dignas” –con una revalorización de las pensiones por encima del 0,25% y cambios en la reforma de las pensiones de 2013– así como nuevas políticas laborales que acaben con varios de los puntos de la reforma de 2012.

El secretario general de UGT ha defendido el poder y la efectividad de la movilización social con dos ejemplos recientes: las marchas de los pensionistas y las movilizaciones de mujeres del 8M. Pepe Álvarez ha recordado que “en octubre el Gobierno se negaba a subir las pensiones por encima del 0,25%” y, tras las protestas de cientos de miles de jubilados, hay una mejora contemplada en los Presupuestos. En cuanto a la igualdad, Álvarez ha recordado el cambio en el discurso del Gobierno desde las palabras de Rajoy sobre brecha salarial a la actualidad, “donde la igualdad es un tema sobre la mesa”.

Estos giros, ha defendido Álvarez, “no han sido porque sí. Los ciudadanos ahora saben que la movilización está dando resultado”. En un contexto preelectoral y de debilidad de un Gobierno en minoría, esa llave debe ser aprovechada por la ciudadanía en opinión de los sindicatos. “Nunca como hoy las movilizaciones han sido la palanca para cambiar las políticas”, ha inistido Álvarez.

Si no hay acuerdos, los sindicatos advierten de que habrá una escalada en las movilizaciones, entre las que no descartan “ningún escenario”, incluida una huelga general. CCOO y UGT han garantizado que estarán ahí para “motivar” e impulsar estas protestas en el mundo del trabajo.