El Estado, a través del FROB, ha votado este viernes en contra de la política de remuneración de CaixaBank, entidad donde tiene el 16% de las acciones tras la fusión con Bankia, según ha adelantado EFE y ha confirmado el accionista a este medio. Esta política contemplaba una subida salarial para el presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri, procedente de la entidad rescatada, al pasar de cobrar 500.000 euros a 1,65 millones de euros anuales. Pese al rechazo del Estado, la medida ha sido aprobada por la mayoría de los accionistas del grupo.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, fue la primera en mostrar abiertamente su “preocupación” por los elevados salarios de los ejecutivos de banca y calificó de “inaceptables los altos sueldos y los bonus pagados a directivos”, a la que luego sucedieron distintos ministros en el seno del Ejecutivo.
CaixaBank ha celebrado este viernes su primera junta de accionistas después de la fusión con Bankia. La nueva mayor entidad de España reunía hoy a sus inversores -donde se encuentra el Estado- en Valencia, con el objetivo de aprobar las cuentas del pasado año, hablar del dividendo o aprobar el nuevo esquema salarial de la cúpula. Pero pese a que el ERE para más de 8.000 trabajadores presentado por la entidad ha sido un tema secundario en los discursos del presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, los sindicatos han convertido la cita en una protesta contra los despidos.
Desde primera hora de la mañana, representantes de los trabajadores llegados desde distintos puntos de España han protestado a la puerta del recinto donde se celebra el evento contra la cúpula del banco y el proceso de despidos, que se convertirá en el mayor ERE de la historia de la banca española. El proceso todavía se encuentra en negociación, pero los sindicatos han rechazado de pleno la regulación de empleo propuesta y llevan días de movilizaciones contra él, como se ha constatado este viernes en Valencia.
Los sindicatos han aprovechado el turno de preguntas de la junta de accionistas para transmitir al consejo de administración sus críticas y el rechazo a cómo se está gestionando el proceso, al tiempo que se plantea la subida de la remuneración del presidente del grupo, Goirigolzarri. CCOO, UGT, CGT, SECB o ACAM han sido solo algunas de las centrales sindicales que han realizado discursos en la junta evidenciando el rechazo que se vive entre los representantes de los trabajadores.
“Nos plantean que es una operación económicamente redonda y superrentable y sin sonrojarse nos proponen un ERE salvaje y brutal”, ha señalado Cati Llibre, secretaria general de UGT en el banco. “Son condiciones miserables las que nos proponen y sin voluntariedad”, ha apuntado durante su intervención en la que ha pedido al banco que “si quiere consenso” comience a “escuchar” a los sindicatos durante la negociación abierta.
Ruth Bolaños, de CCOO, ha criticado la subida del salario del presidente al tiempo que se plantea un fuerte ajuste. “La plantilla es la que ha logrado el beneficio que hoy plantean en la junta, esa plantilla a la que pretenden despedir”, ha apuntado. “Ustedes han hecho magia contable con la fusión para volver a incrementarse los sueldos, lo permite la ley, pero jamás podrán justificar la inmoralidad de todo ello, no todo vale”, ha remarcado durante su intervención en la junta. “Los despidos, los cierres, la exclusión financiera no solo afecta a la plantilla, afecta a toda la sociedad”, ha subrayado.
Goirigolzarri ha debutado este viernes en este contexto como presidente de CaixaBank, procedente de Bankia, donde entró en 2012 tras la salida de Rodrigo Rato. Durante su primer discurso frente a los accionistas ha abordado momentáneamente el ERE abierto por la entidad. “Una fusión como la que estamos llevando a cabo requiere un redimensionamiento de nuestras plantillas en el corto plazo para preservar el máximo número de puestos de trabajo de forma sostenible en el futuro”, ha apuntado el ejecutivo. “Tenemos el objetivo claro de llegar a acuerdos, y estoy convencido de que los vamos a alcanzar”, ha añadido, reconociendo que son “momentos delicados que generan incertidumbre”. “Gestionaremos todo el proceso desde el convencimiento de que gracias a nuestro equipo estamos hoy donde estamos, configurando esta plataforma extraordinaria que es CaixaBank”, ha zanjado al respecto durante el discurso.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado este viernes que en la negociación con los sindicatos, tras el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado para el despido de 7.791 empleados, buscarán “activamente llegar a un acuerdo razonable” que asegure la competitividad futura de la entidad. “Un acuerdo que facilite también la recolocación de las personas que salgan de la entidad dándoles la formación adecuada para que puedan encontrar nuevas ocupaciones”, ha sostenido Gortázar.
Tanto Gortázar como Goirigolzarri han defendido tras las palabras de los sindicatos el ERE propuesto. “Es un sector en reconversión y es fundamental tomar medidas de calado”, ha señalado el presidente de la entidad. “Debemos asegurar el máximo número de puestos de trabajo en el futuro”, ha incidido en la respuesta a los representantes de los trabajadores. En este sentido, ha celebrado el plan de recolocaciones que ha planteado el banco a sus trabajadores, señalando que “se replicará en otras empresas y se deberá aplicar en todo el país”.
Gortázar ha defendido el proceso, señalando que la fusión entre ambas entidades “la aprobaron mayoritariamente” los accionistas y que ésta conlleva una reorganización de la plantilla. “Queremos seguir siendo una entidad competitiva en el futuro, no hablamos del comportamiento actual de la plantilla”, ha incidido. “Necesitamos eliminar las duplicidades y aprovechar las sinergias”, ha enfatizado. En este punto ha vinculado la recuperación de las ayudas que el Estado inyectó en Bankia con el ERE. “Si la entidad no tiene beneficios, los accionistas -el Estado tiene el 16%- no se benefician”.
Los accionistas han aprobado por mayoría todos los puntos del orden del día de la junta, cuyo principal asunto era la nueva política de retribuciones del consejo. El principal beneficiario de esta modificación era José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad que, una vez desaparecida Bankia, ya no cuenta con un límite salarial como tenía hasta la fecha, con lo que ve sustancialmente mejorado su salario. Este era uno de los puntos que rechazaban los sindicatos, por producirse en un contexto de grandes despidos en la entidad. Goirigolzarri dejará atrás su salario de 500.000 euros, y cobrará 1,65 millones, tres veces más.
El presidente del grupo ha tenido que responder a las preguntas de los sindicatos al respecto de su subida salarial. El que fuera en su día número 2 de BBVA y posteriormente responsable de Bankia, ha defendido que su salario está “muy regulado” y que depende de la comisión de retribuciones del banco, donde él no participa. Además, ha incidido en que la subida sigue dejando su retribución “en línea” con lo que se ha pagado tradicionalmente en la entidad y “por debajo” de los “comparables” del sector.