Los sindicatos USO y SITCPLA han intentado acercar posturas de nuevo con la dirección de Ryanair en relación a los servicios mínimos para la huelga de tripulantes de cabina del próximo viernes 28 de septiembre, sin éxito. No ha habido acuerdo en relación a los servicios que tendrán que garantizar durante las 24 horas que duran los paros, que secundarán junto a los tripulantes de cabina de Portugal, Italia, Bélgica y Holanda, además de los representantes de los pilotos belgas e italianos.
El portavoz de SITCPLA, Antonio Escobar, asegura que “a bordo asistirán a todos los pasajeros con necesidades básicas” y añade que en esta huelga “no van a consentir presiones a trabajadores sobre si van a secundar o no la huelga”, haciendo referencia a los cuestionarios que Ryanair entregó a los trabajadores en los paros de julio, hecho que denunciaron los representantes sindicales ante la Inspección de Trabajo.
Los representantes de los TCPs en España destacan que las negociaciones con la dirección de la aerolínea en materia laboral todavía no existen: “solo estamos hablando de las reglas del juego, no hemos entrado a negociar convenio, ni vacaciones, ni salarios, estamos intentando establecer las reglas”, explica Escobar.
A la reivindicación principal –que Ryanair aplique la legislación laboral de cada país a sus trabajadores– se suma la petición de “revertir contratos de trabajadores cedidos ilegalmente a las agencias Crewlink y Workforce”. El portavoz de SITCPLA, Antonio Escobar, explica que este tipo de contratos generan dobles escalas salariales y condiciones laborales diferentes entre trabajadores que realizan las mismas funciones en el mismo avión.
Tras conocer los resultados de la votación de la junta directiva de Ryanair, presidida por Michael O'Leary, los sindicatos españoles temen que el conflicto se alargue: “se necesita a alguien con una visión diferente sobre el futuro de la compañía”, sostiene Iglesias. El portavoz de SITCPLA, por su parte, se mantiene optimista: “tenemos la esperanza de que reprogramen su visión social”.
Ambos sindicatos esperan “un toque de atención” tras las declaraciones de la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen en relación al conflicto. La comisaria advirtió a Ryanair el pasado miércoles que “el lugar donde el trabajador reside es lo que determina dónde se aplica la ley”. Iglesias indica que el camino que dibuja Bruselas es claro y esperan que la aerolínea “tome nota”.
Los representantes de los trabajadores se apoyarán también en la reciente sentencia del Juzgado de lo Social Nº8 de Santa Cruz de Tenerife, que ha reconocido como empleado de la compañía a un piloto contratado a través de sociedades externas: “es una baldosa más en el camino”, sostiene Iglesias.
En relación a la posición del Gobierno, ambos representantes coinciden en que el ministerio de Fomento y de Trabajo “se mantienen de perfil y la inacción lo único que provoca es alargar el conflicto” y añade que ambas instituciones “tendrían que fortalecer su posición y hablar sin tibiezas para resolver este conflicto”, que en España afecta a 1.800 trabajadores que operan en 13 bases.