Havorad BV, sociedad holandesa de la familia política de Miguel Arias Cañete definida hace años por la Agencia Tributaria española como una “sociedad pantalla”, declaró al cierre de 2018 activos por importe de 34.339.474 euros, según datos del Registro Mercantil holandés recogidos de sus últimas cuentas anuales por la plataforma Insight View.
Havorad ha aumentado el valor de sus activos un 3,8% en comparación con 2017, cuando éste cayó por primera vez desde que, en septiembre de 2014, Cañete fue nombrado comisario europeo de Energía y Clima, cargo en el que apura sus últimos días. En 2016, los activos de Havorad llegaron a alcanzar los 36,6 millones.
En agosto de 2018, la familia política de Cañete vendió a Cepsa su participación del 33% en la filial de bunkering (suministro de combustible a barcos) de la multinacional en Panamá, donde habían sido socios durante 20 años.
El último ejercicio en el que Havorad detalló sus participaciones en sus cuentas fue 2015. Entonces, informó de su paquete accionarial en la panameña Pacific Petroleum Services y en sociedades españolas como Inbarrios, SL (99,99%) y las dos empresas de búnkering, cuyas relaciones con la Administración Cañete ocultó al Congreso de los Diputados cuando era ministro de Agricultura en el Gobierno de Mariano Rajoy y cabeza de lista del PP a las elecciones europeas de 2014: Petrolífera Dúcar (34,5%) y Petrologis Canarias (48,39%).
Esta última controla a la madrileña Athos Innovaciones Logísticas SL, dedicada a la logística alimentaria y que recientemente ha sido una de las 20 sociedades que han obtenido las primeras subvenciones de la Comunidad de Madrid al autoconsumo eléctrico para empresas.
Havorad está administrada por Miguel Domecq, cuñado del exministro y hermano de la terrateniente Micaela Domecq Solís-Beaumont, con la que Cañete está casado en régimen de separación de bienes y que en 2012 se acogió a la amnistía fiscal que el Gobierno de Rajoy aprobó con Cañete sentado en el Consejo de Ministros.
Los intereses de los Cañete-Domecq van mucho más allá de la explotación agrícola de sus fincas y abarcan otros sectores como el inmobiliario, la restauración, la energía o el logístico.
Uno de las últimos movimientos ha sido la incorporación a Asta Capital, firma de inversión que dirigen Miguel Arias Domecq, hijo del exministro, y su primo Lorenzo Dávila Domecq, de socios como la familia Cabiedes (dueños de la agencia de noticias Europa Press e inversores en numerosas start-ups) y los dueños de la empresa murciana Plasbel Plásticos, líder nacional en fabricación de bolsas de basura.
Asta fue “constituida con el objetivo de adquirir una participación mayoritaria en una única compañía en España”, con una cifra de negocio de entre 4 y 20 millones y márgenes “altos y estables” que buscase cambiar de manos y gestores. La elegida fue la empresa madrileña Logiscenter, adquirida el pasado verano y dedicada al suministro de tecnología de códigos de barras para grandes compañías del sector minorista, energético y de la automoción.