Témpore Properties, la socimi -sociedad cotizada de inversión inmobiliaria- de Sareb, cuenta con casi 1.400 viviendas de alquiler y saldrá a Bolsa el 3 de abril con un objetivo de rentabilidad del 5,5 %, que aspira alcanzar gracias a que este mismo año actualizará uno de cada tres contratos de alquiler.
Actualmente la rentabilidad bruta de la cartera de Témpore Properties, compuesta de 1.383 viviendas de alquiler, algunas de ellas con plaza de garaje y trastero, es un 3,7 % anual, pero antes de su salto al MAB -el Mercado Alternativo Bursátil- la compañía desvela sus planes para obtener un retorno mayor.
El primer paso es aumentar las viviendas de la socimi que están alquiladas, desde el 80 % actual hasta el 92 % antes de finales de año y llegar al 95 % en la primera parte de 2019.
Pero al mismo tiempo, Témpore aprovechará que uno de cada tres contratos de alquiler de sus viviendas vence en 2018, con lo que podrá actualizarlos “a precios de mercado”, según ha explicado a Efe el máximo responsable de la compañía, Nicolás Díaz Saldaña.
Esta revisión se puede traducir en algunos casos en una subida de hasta el 15 %, que la compañía se encargará de anunciar con antelación a sus inquilinos, que pasarían a firmar un nuevo contrato vinculado ya a la evolución de la inflación.
Teniendo en cuenta que el alquiler medio de las viviendas de Témpore Properties es de 550 euros, una actualización de la renta del 15 % lo elevaría hasta 632,5 euros.
Otra palanca para mejorar la rentabilidad de la compañía es reducir el número de inquilinos morosos, que asciende al 5,5 % y parece el resultado de una política poco exigente de las cajas, antiguas propietarias de muchos de estos pisos.
El consejero delegado de Témpore confía en que la morosidad se reduzca al 2 % en 3 años, ya que la selección de inquilinos por parte de la compañía será “más profesional”: no se alquila una vivienda si supone más del 40 % de la renta disponible del inquilino y se exige un seguro de alquiler en caso de impago.
Además de aumentar su rentabilidad, la socimi de Sareb quiere engordar su tamaño con la idea de pasar desde los 177,5 millones de ahora a unos 500 millones de euros en 3 años, lo que le daría un volumen suficiente para atraer a más inversores y abriría la puerta a cotizar en el mercado continuo.
La gran baza de Témpore es un contrato suscrito con Sareb que le da derecho a analizar durante un plazo de 60 días activos que puedan ser interesantes para la socimi, esto es, que puedan alquilarse y que estén ubicados en zonas con demanda, principalmente en la periferia de las grandes ciudades o en áreas metropolitanas.
Los inmuebles que interesan a la socimi se eligen por ubicación, rentabilidad y preferiblemente en promociones y bloques, lo que hace más fácil su gestión, ha resumido Díaz Saldaña durante un encuentro.
Por eso no es de extrañar que a principios del verano de este año Sareb ofrezca ya a Témpore el análisis de un paquete de viviendas que podría dar como resultado que la socimi engorde su tamaño en unos 200 millones en el último trimestre de 2018.
Para afrontar esta adquisición, la sociedad cotizada ampliaría capital, pero también puede aprovechar los fondos disponibles con la venta de algunas propiedades dispersas o recurrir a la financiación bancaria, sin endeudarse más allá del 35-40 %.
Sin tener en cuenta estas operaciones, con la cartera actual de viviendas, Témpore confía entrar en beneficios y ganar algo más de medio millón de euros en 2019, aunque antes de eso, en el año de su salto al mercado calcula que perderá unos 442.000 euros.
La retribución del equipo gestor va vinculada al crecimiento rentable de la compañía.