La Contabilidad Nacional Anual (CNA) es uno de los grandes logros de la Estadística Económica del siglo XX. Pero las estadísticas anuales en las que se apoya tienen un considerable retraso, de modo que la correspondiente a 2021 se publicará por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en septiembre de 2022. La Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) nace, precisamente, para paliar este retraso proporcionando una síntesis de los indicadores de coyuntura en el mismo marco contable de la Contabilidad Nacional Anual. Dado el tradeoff (intercambio) existente entre actualidad y fiabilidad, las medidas de la Contabilidad Nacional Trimestral están sujetas a mayor incertidumbre que las que proporciona la Contabilidad Nacional Anual y, especialmente, las medidas de avance, basadas en información coyuntural incompleta como las publicadas el pasado viernes 28 de enero por el INE. Esta incertidumbre se incrementa, como indica el INE en su nota de prensa, en el actual contexto de pandemia que aconseja el uso de las horas efectivamente trabajadas para medir la evolución del empleo, ya que reflejan mejor los efectos del COVID-19 y de las medidas adoptadas para combatirla.
Teniendo esto presente, conviene esperar a la publicación de los datos definitivos del cuarto trimestre el próximo 25 de marzo para un análisis detallado. No obstante, las cifras de avance publicadas plantean, entre otros, dos interrogantes.
El primero tiene que ver con la escasa intensidad nominal del rebote en 2021 respecto al descenso del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020 provocado por la pandemia. El segundo, con el reducido incremento de las horas trabajadas en el cuarto trimestre de 2021 respecto al mismo trimestre de 2020 afectado por la segunda ola de la COVID-19.
La sorpresa del tímido rebote
De acuerdo con el Avance de la Contabilidad Nacional Trimestral del 4º trimestre, el PIB a precios corrientes habría crecido en 2021 un 7,2% tras un descenso del 9,8% en 2020. Respecto a 2019, se encontraría todavía un 3,3% por debajo.
Pero el propio INE publicó el día 25 de enero los datos del Índice de Cifra de Negocios Empresarial (ICNE) de noviembre con crecimiento del 17,3% hasta noviembre y el 26 del mismo mes la Agencia Tributaria (AEAT) confirmó los datos de diciembre de las ventas interiores de las empresas sujetas al Suministro Inmediato de Información (SII), con un incremento del 17,6% en 2021. En la misma semana conocimos los datos de cierre de las cotizaciones sociales y de los ingresos tributarios con un crecimiento del 12,3% en 2021 para la suma de impuestos y cotizaciones. El cuadro adjunto resume esta información.
El Índice de Cifra de Negocios Empresarial cubre todos los sectores de la economía salvo la agricultura y los servicios financieros incluyendo, en particular, a la hostelería que es el sector más afectado por la pandemia. Con datos hasta noviembre, este índice crece un 17,3% en 2021 -que supera la intensidad de la caída en 2020- igualando prácticamente el valor medio de 2019.
Las ventas interiores de las 61.000 empresas sujetas al SII representan el 70% de las ventas de la totalidad de contribuyentes por IVA y cubren los mismos sectores que el Índice de Cifra de Negocios Empresarial. Crecieron en 2021 un 17,6% superando también la caída de 2020. Las ventas diarias medias en 2021 se situaron en 2.906 millones de euros superando en un 4,2% la media de 2020.
Para obtener de la Contabilidad Nacional Trimestral una variable consistente por su ámbito sectorial con el Índice de Cifra de Negocios Empresarial y las ventas SII, hay que agregar el Valor Añadido Bruto (VAB) de todas las ramas productivas excluyendo las Administraciones Públicas, el sector financiero y el agrario. Es el VAB mercantil no agrario ni financiero incluido en el cuadro. Se observa que su caída en 2020 es cercana a la de las ventas SII y a la del Índice de Cifra de Negocios Empresarial. Sin embargo, el crecimiento en 2021 es menos de la mitad que el de las dos fuentes citadas, de manera que su nivel en 2021 es inferior en un 6,6% al nivel en 2019. Desde la óptica de la oferta, esta es la mayor inconsistencia de la Contabilidad a precios corrientes publicada por el INE.
Puede argumentarse que la Contabilidad Nacional Trimestral no mide la producción ni las ventas sino el VAB que se obtiene por diferencia entre la producción y los consumos intermedios. Pero bajo la hipótesis de constancia de la tasa de valor añadido las ventas constituyen un buen aproximador del VAB y esta misma hipótesis debe utilizar la Contabilidad en ausencia de las estadísticas anuales correspondientes.
El martes 25 de enero la Seguridad Social informó del crecimiento del 7,8% registrado en 2021 por las cotizaciones sociales hasta alcanzar los 129.000 millones, que supera en un 4% la cifra de 2019.
Como esta cifra de ingresos por cotizaciones refleja los salarios pagados en 2021 por los 1,7 millones de empleadores públicos y privados, cabría esperar que la Remuneración de Asalariados de la Contabilidad Nacional Trimestral registrara en 2021 un crecimiento similar. Sin embargo, como puede verse en el cuadro, las cifras de avance de la Contabilidad estiman que el crecimiento ha sido del 5,6%, 2,2 puntos inferior. De hecho, parece que el INE sobrestimó la caída en 2020 y subestima el crecimiento en 2021 de los costes salariales.
El jueves 27 el Ministerio de Hacienda hizo público un detallado informe de avance del cierre de los ingresos tributarios en 2021.
En un año como 2021 de práctica estabilidad en la normativa fiscal, los ingresos tributarios tienen especial interés para el conocimiento del crecimiento nominal del sector mercantil de la economía por su carácter censal y por reflejar una amplia variedad de manifestaciones de la actividad económica. Rentas del trabajo y del capital de los hogares sujetas al IRPF, beneficios sujetos al Impuesto de Sociedades, gastos de consumo y de inversión en viviendas sujetos al IVA y consumos sujetos a impuestos especiales.
Sorprende el extraordinario crecimiento del 15,1% en los ingresos tributarios totales - máximo en 32 años- alcanzando los 223.400 millones, que superan en un 5% la cifra de 2019.
Sumando impuestos y cotizaciones sociales en 2021, se ingresaron 352.000 millones (un 29,3% del PIB estimado por la Contabilidad Nacional Trimestral) con un crecimiento del 12,3%, que casi dobla la intensidad de la caída en 2020. En consecuencia, los ingresos de 2021 superan en un 4,6% los obtenidos en 2019.
La sorpresa del bajo crecimiento de las horas en el cuarto trimestre
Respecto a la evolución de las horas en el cuarto trimestre de 2021, el cuadro adjunto resume el interrogante que plantean los datos de la EPA (que utiliza sin grandes cambios la Contabilidad Nacional Trimestral). Si los ocupados han crecido un 4,3% entre el último trimestre de 2020 y el mismo de 2021, ¿cómo crecen sólo un 2,5% las horas efectivamente trabajadas? Hay un déficit aparente de once millones de horas semanales. La EPA proporciona información sobre los ocupados que no han trabajado en la semana de referencia de la Encuesta y sabemos que entre ambos trimestres han crecido en 50.000 personas. No por los trabajadores en regulación de empleo, que se han reducido a 42.000, sino por los trabajadores de vacaciones o en baja por enfermedad. Pero 50.000 trabajadores con una jornada semanal de 31,1 horas como en 2020 son 1,5 millones de horas semanales, muy lejos del déficit aparente observado.
Además, hay que recordar que el último trimestre de 2020 estuvo presidido por la segunda ola y la prórroga del estado de alarma sanitaria con 353.000 trabajadores en regulación de empleo como estima la propia EPA. Las muertes diarias por COVID superaron las 200 desde el 2 de noviembre de 2020 al 4 de diciembre, aproximándose a las 300 diarias a finales de noviembre. Por contraste, la sexta ola iniciada a principios de noviembre de 2021 se ha mostrado más peligrosa en casos pero mucho menos en hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes. De hecho, a 31 de diciembre de 2021 las muertes diarias (media móvil de 7 días de muertes por fecha de notificación) ascendían a 62 y a finales de enero todavía no han llegado a las 200.
La mejor ilustración de las diferencias en la actividad económica la proporcionó el propio INE el 25 de enero con la publicación de la Encuesta de Coyuntura Turística Hotelera correspondiente a diciembre. Las pernoctaciones hoteleras alcanzaron los 13,1 millones en diciembre de 2021 frente a los 3,2 millones del mismo mes de 2020 confirmando que la incidencia económica de la sexta ola del coronavirus hasta el 31 de diciembre es mucho menor que la de la segunda. En el último trimestre de 2020 las pernoctaciones se situaron en 11,2 millones y en el mismo trimestre de 2021 alcanzaron los 51,9 millones.
Otra manifestación de las diferencias de actividad la proporcionan las ventas interiores del SII que en el cuarto trimestre de 2020 rondaban los 2.800 millones diarios y en el mismo trimestre de 2021 se aproximaban a los 3.500 millones, un 24% por encima.