Cinco veces más que el IPC. El cálculo resume la evolución al alza del recibo de la luz para un consumidor medio durante la legislatura que ahora termina, a tenor de los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este martes, el regulador de los mercados cifraba en su blog el encarecimiento del recibo de un consumidor medio en los últimos cuatro años en el 10,23%: desde los 21,9 céntimos de euro por cada kwh consumido (impuestos incluidos) de diciembre de 2011 hasta los 24,1 céntimos de euro actuales. Esa evolución contrasta con la del índice de precios al consumo (IPC), que, según el INE, apenas ha subido un 2% desde diciembre de 2011, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy tomó posesión.
Si se toman como referencia los sueldos, calculados a partir de la Encuesta trimestral de coste laboral del INE, se comprueba que, mientras los salarios han caído, la luz ha subido por encima de los dos dígitos. Esa encuesta del INE refleja que los costes salariales por trabajador (remuneraciones brutas en metálico y en especie, sin contar las cotizaciones sociales) han pasado de los 1.906,7 euros del último trimestre de 2011 a los 1.895,75 euros del segundo trimestre de este año (último dato disponible), lo que supone una caída del 0,5%.
Según los datos de la CNMC, el mayor encarecimiento en estos últimos años para la factura de un consumidor doméstico se registró en 2012, con una subida del 7,47%, mientras que en lo que va de 2015 se ha registrado un incremento en el precio de la electricidad del 4,84%. En 2013 cayó un 1,96% y en 2014 descendió un 0,21%.
El regulador señala que el peso relativo de los peajes eléctricos (la parte regulada del recibo) ha aumentado en estos años para un consumidor medio, al pasar del 40,35% de la factura al 43,17% actual, al igual que los impuestos, que han aumentado desde el 19,38% al cierre de 2011 hasta el 21,37% en 2015, como consecuencia de la subida del IVA en vigor desde julio de 2012. Estas subidas explican la pérdida de peso del concepto de energía en la factura de la luz, que ha pasado del 40,27% en 2011 al 35,46% actual. Esa evolución también está relacionada con la reforma eléctrica del ministro de Industria, José Manuel Soria, que ha incluido un fuerte encarecimiento de la parte fija del recibo, ligada a la potencia contratada.
“Solución definitiva”
En su discurso de investidura, Rajoy prometió una “solución definitiva del déficit tarifario”, la enorme deuda acumulada (en aquel momento, más de 22.000 millones de euros) que amenazaba con arrastrar a la quiebra a las empresas del sector.
Durante estos cuatro años, el Ministerio de Industria ha recortado los costes regulados del sistema centrándose muy especialmente en las primas que recibían las energías renovables, que suprimió a futuro (para las nuevas plantas) y recortó drásticamente para las ya existentes. También ha sustituido la antigua tarifa de último recurso (TUR) por el actual precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), basado en el precio horario del mercado mayorista (cuando se cuenta con un contador con telegestión).
Según la CNMC, los márgenes brutos aplicados por las comercializadoras de referencia de electricidad para el consumidor doméstico en el mercado libre se han incrementado hasta un 30% con la desaparición, en abril de 2014, de la TUR.
El 'súperregulador' también cifra en el 83,2% el encarecimiento de la factura para un consumidor doméstico de electricidad desde diciembre de 2003. En estos doce años, el IPC ha subido un 26%, una evolución similar a la del coste laboral medio, que ha crecido un 25,5% en ese periodo, según el INE.