Sumar pide que se limite el reparto de dividendos y las recompras de acciones a los bancos y plantea otras “intervenciones” frente a sus beneficios “obscenos”. El grupo parlamentario del socio de Gobierno ha denunciado este martes que las ganancias extraordinarias de las entidades financieras no se deben a “una mejor gestión” ni al aumento del crédito —éste se ha contraído fuertemente—, y deben redirigirse “a recapitalazarlas y mejorar su solvencia” y a compensar a las familias y empresas dañadas por la austeridad monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
“El BCE podría requerir que los bancos no distribuyan dividendos o al menos que lo limiten. Esto ya ocurrió entre 2019 y 2021 cuando el banco central recomendó no repartir dividendos hasta septiembre de 2021, o en todo caso limitarlo al 15% del beneficio”, argumenta Sumar en un informe titulado 'Emplear los beneficios extraordinarios de la banca para compensar a los hogares y reforzar la solvencia bancaria', que ha presentado el portavoz económico del grupo en el Congreso, Carlos Martín Urriza.
Al límite a los dividendos, una decisión que es competencia comunitaria, Sumar dirige otras propuestas al banco central de la eurozona, como que inicie “cuanto antes la rebaja de los tipos de interés”, porque “está en el origen de los beneficios bancarios extraordinarios”. El aumento del 'precio' oficial del dinero ha disparado los márgenes de las entidades, gracias al encarecimiento de las hipotecas y la falta de pago por los depósitos.
Según explica el partido que lidera Yolanda Díaz, “la inflación que enfrenta Europa tiene su origen en la oferta productiva y la política monetaria no es eficaz ni adecuada para combatirla; pues el banco central puede imprimir billetes, pero no barriles de petróleo, metros cúbicos de gas, microchips o alimentos. La escasez o estrés momentáneo de los precios de estos productos es lo que ha provocado la escalada inflacionista. Cuando se han relajado, la inflación ha remitido”.
La tercera propuesta para el BCE es “elevar el coeficiente de reservas obligatorias que los bancos deben depositar en la institución, que actualmente es solo del 1% y desde diciembre del año pasado no se remunera”, añade el documento. El resto del dinero que los bancos de la eurozona 'aparcan' en el banco central recibe una compensación del 4% con fondos públicos, que también ha sido origen de buena parte de los “súper” beneficios de las entidades financieras en 2023 y 2022, según se explica en esta información.
A nivel nacional, y para resolver esta misma cuestión, Sumar pide al Banco de España que “eleve los requerimientos de capital de las entidades financieras”. Según considera, ésta “es otra manera de recuperar para la comunidad los beneficios extraordinarios de la banca con origen en el alza de tipos a hogares y empresas, y la importante transferencia pública que las entidades de crédito han recibido por sus depósitos en el banco central”.
“En torno al 65% de los beneficios bancarios procede de una transferencia pública. Proviene de los intereses por los depósitos que los bancos privados tienen en el Banco de España (en su facilidad de depósito) y que actualmente se remuneran al 4%”, incide Sumar. “El Banco de España no ofrece información banco a banco o, al menos, agregada sobre esta transferencia a pesar de su abultado volumen, que se puede estimar en 7.860 millones de euros. La transferencia es 6,5 veces superior a los 1.214 millones pagados por el nuevo el impuesto sobre las entidades de crédito”, prosigue.
“La importante transferencia desde el erario público a los bancos hace que el Banco de España registre pérdidas en 2023. Estas pérdidas son compensadas con provisiones en su cuenta de resultados, pero recortarán el patrimonio neto del banco. Sin embargo, tanto las pérdidas del año pasado, como las provisiones dotadas en los años precedentes con cargo a los beneficios del regulador, han supuesto un substancial recorte de los ingresos públicos por el recorte de los dividendos abonados por el Banco de España al Tesoro”, detalla el grupo parlamentario de Sumar.
Sobre el impuesto temporal a la banca, Sumar reitera que el Gobierno de coalición ha pactado transformarlo en un gravamen permanente. “Es una vía para recuperar una parte de los beneficios extraordinarios de la banca y destinarlos a proteger a los hogares y empresas más vulnerables de las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania”, comenta.
“En el futuro, el impuesto podría redirigirse e incrementarse para corregir el aumento de la exclusión financiera resultado del importante cierre de sucursales sobre todo en zonas rurales, pero también en algunos barrios. Y para compensar a los hogares por el cobro de comisiones que no les permiten (o les hacen muy gravoso) acceder una cuenta a la vista para domiciliar y pagar recibos (del gas, luz, teléfono, etc.) o realizar pagos por compras. Un servicio que antes la banca proporcionaba gratuitamente a todos los ciudadanos como parte de las condiciones de acceso a la importante concesión pública de la que disfrutan”, concluyen.
Carlos Martín Urriza, portavoz de economía y hacienda de Sumar en el Congreso, ha explicado que ha presentado sus propuestas al ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y a la secretaria general del Tesoro. “También me he reunido con el gobernador del Banco de España, Pablo de Hernández de Cos”, ha aclarado en rueda de prensa. Próximamente, “el informe se sedimentará en una proposición no de ley para que el Congreso tenga la oportunidad de expresarse al respecto”,