Sumar ha presentado una proposición no de ley para que la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados debata sobre la puesta en marcha de una hipoteca a tipo fijo regulada, para la compra de vivienda habitual. El grupo parlamentario señala que el objetivo es “terminar con el traslado espurio de la gestión del riesgo hipotecario de los bancos a los hogares”.
“Este traslado es posible gracias a una deficiente regulación hipotecaria que permite una política de comercialización de créditos para la compra de viviendas que hace prevalecer la hipoteca a tipo variable sobre la hipoteca a tipo fijo, lo que se traduce en un mayor coste e inestabilidad financiera para los hogares”, señala Sumar en su proposición. Además, apunta “una mayor repercusión negativa de las políticas monetarias restrictivas sobre las familias españolas durante los períodos inflacionistas, como el que acabamos de padecer”.
Sumar también cree que el modelo hipotecario supone “consecuencias negativas se extienden también a las entidades de crédito que pierden con esta política reputación y pueden aumentar su tasa de mora”.
El grupo parlamentario señala cómo en España han predominado las hipotecas a tipo variable, que hasta 2015 llegaron a suponer el 90%, aunque tras el pinchazo de la burbuja, las de tipo fijo o mixto han ganado protagonismo hasta suponer seis de cada 10 contratos hipotecarios. Sin embargo, la “previsible y progresiva rebaja del Euríbor en los próximos meses promete hacer nuevamente prevalente la hipoteca a tipo variable”.
“Los datos del Banco de España y de la Asociación Hipotecaria Española revelan que, en junio de 2022, antes del inicio de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, más del 70% de los 626.680 millones de euros del saldo vivo total en créditos hipotecarios (50% del PIB) estaba sujeto a un tipo de interés variable, lo que coloca a España en una posición anómala y vulnerable ante cualquier proceso inflacionista”, señala Sumar.
Bajada del Euríbor
Como consecuencia de los recortes de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) por la moderación de la inflación y el estancamiento de la actividad en Alemania y Francia, el Euríbor ha llegado a caer al 2,7% en los últimos días, un mínimo no visto desde el otoño de 2022. Este índice de referencia para la mayoría de hipotecas y préstamos en nuestro país y en el conjunto de la eurozona llegó a escalar por encima del 4% hace un año.
Exactamente, en septiembre de 2023, el Euríbor promedió un 4,149%, donde hizo techo en este ciclo de austeridad monetaria. Desde entonces, su descenso es muy acusado, y en los seis últimos meses ha ido abaratando las hipotecas a tipos de interés variable que les tocaba la revisión anual. Desde hace algunos meses más, también se han ido reduciendo las cuotas de los préstamos que se actualizan cada seis meses. Del mismo modo, ha ido bajando el coste de las hipotecas nuevas, hasta el punto de que algunos expertos advierten de que es un factor que anima la demanda de compras de vivienda y existe el riesgo de que recaliente un mercado inmobiliario con precios ya disparados.
El ejemplo del mercado eléctrico
La propuesta de Sumar conllevaría seguir el ejemplo de las tarifas reguladas del mercado eléctrico “donde los consumidores pueden elegir entre tarifas de mercado, sujetas a variaciones, y tarifas reguladas que ofrecen mayor estabilidad y previsibilidad”
La idea es crear “una hipoteca a tipo fijo regulada” que se “acompañaría de un perfil de riesgo asociado mínimo que debería cumplir el prestatario para acceder a la misma y que aseguraría su solvencia para hacer frente al pago de la hipoteca”. “Obviamente, esta hipoteca regulada no limita el resto de ofertas hipotecarias que quieran ofertar las entidades de crédito, pero sí fija una referencia que estarían obligadas a ofertar en cualquier operación de endeudamiento para la compra de una vivienda habitual. Adicionalmente, Los actuales hipotecados tendrán la posibilidad de novar su préstamo hipotecario en la nueva hipoteca regulada”, explica la formación.
Así, los hipotecados tendrían que cumplir una serie de requisitos, como tener una relación laboral estable y un límite máximo de la cuota hipotecaria más resto de intereses por deudas respecto a los ingresos del hipotecado del 40%“.
El tipo fijo de la hipoteca regulada sería el de los bonos del Tesoro a 10 años. “Esta equivalencia obedece a que el riesgo que asume una entidad cuando concede un crédito hipotecario es nulo, en tanto, que éste tiene una doble garantía”. Por un lado, “el valor de la garantía que se entrega supera en un 20% a la cuantía del crédito hipotecario”. Por otro, “la garantía hipotecaria es personal en España, es decir, el hipotecado responde con toda su renta y patrimonio para responder al pago de la deuda y no solo con el valor de la vivienda hipotecada no habiendo dación en pago salvo en casos de extrema vulnerabilidad”.
Además, el plazo máximo de la hipoteca serían 30 años, con un límite máximo de crédito respecto al valor de la vivienda del 80%.