La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), la agencia de la UE que supervisa al sector bancario, ha publicado este viernes un análisis sobre la situación de las entidades del continente donde se centra en los riesgos que impactan a las instituciones financieras. Y, entre ellos, destaca las crisis climáticas y la DANA.
“Las recientes inundaciones en España, anteriormente en Europa Central, y las olas de calor del verano pasado en toda Europa reflejan la creciente frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos”, detalla. “Estos eventos infringen daños económicos, alteran las comunidades y desafían la continuidad de los negocios” algo que es clave “para las entidades financieras” que se “enfrentan a impactos directos e indirectos”, menciona.
“Los fenómenos climáticos pueden dañar activos e infraestructuras, provocando pérdidas financieras a los bancos y aseguradoras con participaciones en zonas propensas a inundaciones”, argumenta la EBA. “Por ejemplo. Indirectamente, pueden desencadenar crisis económicas y las perturbaciones del mercado –como en el caso de la agricultura– que afectan a los precios de los productos básicos y conducen a aumento de reclamaciones de seguros o impagos de préstamos debido a interrupciones en la cadena de suministro que afectan a las empresas”.
Mayor exposición a países en riesgo
Además, la EBA señala que España es el Estado de la UE con mayor exposición a países de riesgo geopolítico. En concreto, a junio de este año, un 10,78% de los activos de los bancos españoles estaban localizados en países que la agencia de calificación S&P considera de alto riesgo, cuando la media comunitaria era del 2,49%.
En concreto, menciona que la concentración de estas exposiciones se focaliza en México y Turquía (alrededor de 220.000 y 57.000 millones de euros), donde básicamente tiene negocio BBVA.
Fuentes de la EBA han asegurado en un encuentro con medios que esta mayor exposición se debe a esas “importantes inversiones en países emergentes”, que S&P cataloga como de alto riesgo.
Además, la EBA apunta que los beneficios récord de las entidades por el despegue de los tipos de interés se ha traducido en un reparto de dividendos y recompras de acciones récord que se ha compatibilizado con unos niveles de capital elevados.