La tarifa regulada del gas pierde usuarios pese a ofrecer precios muy inferiores a los del mercado libre y tener limitadas las subidas por decreto desde septiembre.
Según las últimas liquidaciones publicadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a cierre de marzo de este año, tras el fin del invierno, había acogidos a la denominada tarifa de último recurso (TUR) 1.526.122 suministros, unos 17.000 menos que el pasado septiembre.
Fue en septiembre, antes de la guerra en Ucrania, cuando el Gobierno introdujo en un plan de respuesta a la crisis energética un tope a las subidas de la TUR, para evitar que absorbiera el incremento del 130% en el coste de esa materia prima registrado el pasado verano.
Entonces el gas estaba en niveles que hoy se antojan irrisorios: si en septiembre su cotización superaba los 20 euros por megavatio hora (MWh), esta jueves la referencia europea TTF volvía a superar los 140 euros por la reducción de flujos desde Rusia, hasta tocar su nivel más alto desde el pasado marzo, tras la invasión de Ucrania, cuando superó ampliamente los 200 euros/MWh.
Con ese tope a la TUR, que va a implicar la creación de un déficit de tarifa para permitir a las empresas recuperar la diferencia en el futuro, la subida en octubre para los usuarios acogidos a ella fue del 4,34% de media, frente al 34,91% que habría resultado de la fórmula automática que se aplicaba hasta entonces, según explicó el Gobierno.
Ese límite se concibió de cara al invierno que entonces se avecinaba. Luego se prorrogó en el Plan de Respuesta a la guerra en Ucrania que el Ejecutivo aprobó en marzo. Entonces, el Ejecutivo decidió mantener el límite del 15% al incremento máximo del coste de la materia prima en la fórmula de cálculo de la TUR durante las revisiones del 1 de abril y del 1 de julio, con la intención de contener su incidencia en la factura final de los consumidores. Las medidas de ese plan de choque ahora se van a extender por más tiempo, a la vista de que el conflicto se enquista y la inflación sigue sin dar tregua, y el Gobierno analiza ampliarlas elevando la fiscalidad sobre las compañías energéticas para contener sus beneficios extra.
La TUR, que se revisa cada trimestre, es una tarifa que pueden contratar consumidores (hogares y pymes) conectados a las redes de gas natural de baja presión con un consumo inferior a 50.000 kilovatios hora (kWh). Para contratarla hay que acudir a una de las cuatro comercializadoras de referencia o de último recurso, que pertenecen a los mismos grupos empresariales que las grandes compañías del mercado libre: Iberdrola, Endesa, Naturgy y TotalEnergies, que en 2020 compró la cartera de clientes de la portuguesa EDP en ese segmento.
Más barata
Sucesivos estudios muestran que esta modalidad es mucho más competitiva que las tarifas del mercado libre, que a menudo las eléctricas suelen ofrecer en un mismo paquete junto a sus ofertas de electricidad. Según un análisis de Facua realizado en mayo, la factura de gas de un usuario “se infla entre un 91 y un 177% si tiene contratada una tarifa de mercado libre” en lugar de la TUR.
De acuerdo con esta asociación, Iberdrola es, con diferencia, la compañía con las ofertas más caras. Un usuario con un consumo mensual de 9.600 kWh al año (800 al mes) “paga con ella una factura mensual de 174,14 euros. Es un 230,8% más que con su oferta de mayo de 2021, cuando el recibo para ese consumo era de 52,65 euros”.
Facua estima que “el importe de la factura de Iberdrola casi multiplica por tres los 62,76 euros que abona el mismo usuario con la TUR correspondiente a los hogares con consumos de entre 5.000 y 15.000 kWh al año”.
De acuerdo con las estimaciones de esta asociación de consumidores, con la TUR, un usuario que consume 400 kWh mensuales paga actualmente 33,42 euros al mes. En el mercado libre, su factura puede llegar a dispararse hasta los 87,77 euros, un 162,6% más, con Iberdrola. Tras ella las más caras son Naturgy (80,59 euros) y CHC Energía (76,83).
Para un perfil de usuario con un consumo de 800 kWh mensuales, con la TUR que le corresponde –la que se aplica a consumos entre 5.000 y 15.000 kWh al año– la factura según Facua es de 62,76 euros al mes. En el mercado libre, puede llegar a pagar hasta los citados 174,14 euros de Iberdrola, un 177,5% más. Tras ella, las más caras para este perfil de consumo son Naturgy (162,75 euros) y Repsol (151,48 euros).
Facua concluyó que “todas las ofertas analizadas en el mercado libre son mucho más caras que la tarifa regulada”.
El análisis de la asociación recogía las ofertas de Endesa, Naturgy, Iberdrola, Repsol, CHC Energía y TotalEnergies, analizadas el 11 de mayo, y las comparaba con la TUR vigente desde el 1 de abril.
Los últimos datos de la CNMC reflejan que el ahorro que supone la TUR no ha calado aparentemente entre los consumidores, que en los últimos meses han vivido un bombardeo de noticias relacionadas con su equivalente en el mercado eléctrico, el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC).
La tarifa eléctrica regulada de la luz, a la que hay acogidos menos del 40% de los usuarios (unos 10 millones a diciembre), es la principal beneficiaria del tope a la generación eléctrica con gas natural que acaba de entrar en vigor y que, de momento, ha arrojado un resultado peor del que esperaba el Gobierno en sus primeros días de aplicación, en un contexto de fuerte demanda, ola de calor y elevada utilización de las centrales de gas.
Un estudio de Fedea publicado el pasado jueves prevé que la medida previsiblemente va a propiciar un trasvase al PVPC de usuarios del mercado libre, que en los últimos meses había sido por primera vez más barato que el regulado, por las fuertes subidas del mercado mayorista del último año.
La última liquidación publicada por la CNMC refleja que, de los cerca de 8 millones de usuarios de gas, el 80,9% están en el mercado libre, mientras que ese porcentaje era ligeramente inferior, del 80,6% en septiembre, antes de que se limitasen las subidas de esa tarifa.
Por número de clientes, Naturgy tiene una cuota del 46,47% en el mercado del gas (libre y regulado), según los últimos datos publicados por la CNMC, de septiembre pasado, seguida por Endesa (19,25%), Iberdrola (14,28%), TotalEnergies (11,2%) y Repsol (3%). En la TUR, Naturgy tenía el 77,35% de los clientes, seguida de Endesa (15,28%), TotalEnergies (3,77%) e Iberdrola (3,59%).
Desconocimiento
Según el último panel de hogares publicado por Competencia, hace un año solo un 22,7% de los usuarios conocía la diferencia entre el suministro de gas natural en el mercado liberalizado y en la TUR. Un porcentaje incluso inferior al de los que conocían el PVPC eléctrico, que era del 30,5%. El 67,9% de los hogares consultados decía desconocer qué tarifa de gas tenía contratada. Un 53,8% declaraban tener contratado el gas y la electricidad con el mismo proveedor.
Según la CNMC, en el cuarto trimestre de 2021, el 23,1% de los hogares manifestaron poca o nula satisfacción con el servicio de electricidad, doblando el porcentaje de hogares insatisfechos a finales de 2020. Respecto al gas natural, el porcentaje de hogares insatisfechos (16,1%) aumentó en 2021 en 6 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año 2020.
La TUR del gas se creó en 2007 tras la eliminación, por imperativo de una directiva europea, del sistema de tarifas reguladas vigente hasta entonces. Desde entonces se han ido rebajando los niveles máximos de consumo que permitían acogerse a ella, que desde 2009 están fijados en 50.000 kWh/año. Está pensada como un mecanismo de protección para consumidores individuales que por su volumen de demanda tienen menos poder de negociación.