Telefónica cerró el año de la pandemia con un incremento del 38% en su beneficio, hasta los 1.582 millones de euros, según ha informado la compañía este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Así, la compañía ha logrado mejorar su resultado pese al impacto que ha tenido la COVID-19 en sus cuentas.
Donde sí nota el grupo un retroceso es en los ingresos. La compañía ha terminado el año con un recorte del 11% en la cifra de negocios, hasta cerrar el año con una facturación de 43.000 millones de euros. La empresa achaca este desplome a los efectos de la pandemia en su actividad, que cifra en 1.905 millones de euros de facturación, y a la evolución de las divisas.
En lo que se refiere a la actividad en España, la caída de ingresos ha sido menos acentuada, de un 3,5%. La compañía señala en sus cuentas que ha cerrado el año de la pandemia con un retroceso en las líneas de clientes, con casi 400.000 menos que al terminar 2019, lo que supone una caída del 1,1%. Los mayores descensos se han visto en telefonía fija, un 3,2% menos, y en telefonía móvil de prepago, con un 22% menos. Al mismo tiempo, ha aumentado los clientes con fibra óptica, con un 6,7% más, la línea de negocio que ha tenido un mejor comportamiento.
La compañía perdió 70.000 clientes de televisión de pago, aunque lo achaca a aquellos clientes con “menor valor”. Ángel Vila, consejero delegado del grupo, ha restado importancia a este hecho, asegurando que se trata de una tendencia por la cual los clientes que tenían televisión en los paquetes de Fusión de menor coste y que menos uso le daban, se están yendo a otras alternativas dentro del grupo, como su filial de bajo coste O2. Al mismo tiempo, ha apuntado que están creciendo los clientes “con servicios premium” como el fútbol. “Tenemos tendencias de reducir base de clientes que menos usaban la television, mientras se sigue generando valor en los paquetes de medio y alto valor”, ha incidido.
Uno de los puntos importantes en las cuentas de Telefónica es la evolución de la deuda financiera. La compañía ha sido urgida por el mercado en los últimos años para reducir su importante deuda. En el último año se ha recortado en 2.516 millones de euros, hasta situarse en 35.228 millones de euros. Sin embargo, con distintas operaciones anunciadas en los últimos meses (la venta de las torres de telecomunicaciones, la fusión de su negocio en Reino Unido o la venta de la filial en Costa Rica) la compañía tiene previsto reducir en 9.000 millones de euros, lo que supone la cuarta parte del total, lo que supone un recorte del 25%.
Las infraestructuras se han convertido en una vía para que la compañía pueda hacer caja con la que poder reducir la deuda financiera. “Todas las transacciones de infraestructuras tienen que ver con el uso tan relevante que la pandemia ha acelerado”, ha apuntado su presidente, José María Álvarez Pallete. “Las infraestructuras son tremendamente relevantes y trabajamos por cristalizar el valor”, ha añadido. En este sentido, ha abierto la puerta a que se trabaje en nuevas operaciones para vender activos. “Hay mucha opcionalidad y la vamos a explorar”, ha señalado.
El grupo, además, tiene otros procesos sobre la mesa. Además de la venta de las torres de Telxius, la desinversión en la fibra de Chile y otras operaciones cerradas en las últimas semanas, en el mercado se asume que los cables submarinos que siguen en su filial de infraestructuras o su negocio en Hispanoamérica también están en venta. En 2019 se anunció que el grupo se centraría en España, Alemania, Reino Unido en Brasil, situando al resto de filiales en América Latina, en venta. Sobre cómo va esta operación, con alguna venta el pasado año como en Costa Rica, Laura Albasolo, directora financiera del grupo, ha señalado que se trabaja en “poner en valor” esta actividad, al tiempo que se avanza en “reducir la exposición”.
Al mismo tiempo, la empresa se prepara para un año intenso en inversiones, debido a que se celebran varias subastas de espectro para el 5G, la de España en las próximas semanas. Esta razón es la que ha llevado a Telefónica a anunciar una reducción en la previsión de dividendo para 2021, hasta 0,30 euros por acción, que se podrá decidir entre el cobro en efectivo o en nuevos títulos de la compañía.
Pallete ha celebrado que en el sector en Europa se esté debatiendo sobre una tendencia a la concentración y ha asegurado que Telefónica ha sido “activa”, con sus operaciones en Reino Unido o Alemania. Ha evitado valorar la tendencia en España pero ha animado a sus competidores a participar en fusiones. “Si se producen consolidaciones, nosotros las apoyaremos”, ha asegurado. “No tiene sentido lo que pasa en Europa. Hay mas de 400 operadores y solo 4 en EEUU o en China”, ha lamentado, en línea con otros grandes ejecutivos del sector en Europa. “El ingreso medio por cliente es la mitad que en EEEUU”, ha incidido.