El mercado de las telecomunicaciones español está prácticamente controlado por tres operadores: Telefónica, Vodafone y Orange. La situación se había consolidado tras las compras de Ono por parte de Vodafone y Jazztel por Orange. Las operadoras han utilizado como bandera la oferta convergente: paquetes donde se conjuga móvil, fijo y conexión a Internet, en una oferta a la que ahora añaden televisión y en la que cambian el ADSL por la fibra.
Esos paquetes suelen acarrear subidas de precio en las facturas. Las grandes operadoras lo justifican por las inversiones que requiere la implantación de la fibra y por los altos costes pagados por contenidos televisivos como en el caso de la guerra del fútbol.
En este contexto, ¿queda sitio para otro operador? Másmóvil cree que sí. Para aumentar su tamaño, primero compró la operadora virtual Pepephone y luego se hizo con Yoigo, operación recién aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Aunque por el momento seguirán operando como marcas separadas, en su conjunto forman un único operador que quiere convertirse en la cuarta opción del mercado.
Meinrad Spenger, consejero delegado de esta compañía que se fundó en 2006 y comenzó a cotizar en el MAB en 2014, ha llegado a decir que todo el mundo quiere un cuarto operador, una exageración para tratar de explicar la estrategia de la compañía. “Nos vemos como una verdadera alternativa a los operadores existentes”, apuntó en su presentación en el XXX Encuentro de Telecomunicaciones celebrado en Santander. Spenger escenificó su diferencia con el resto de operadores, a los que calificó de “triopolio”.
Eso sí, el ejecutivo pidió ventajas para la compañía frente a sus competidoras, aduciendo que ellas ya las habían tenido en su momento. Se refería a tener unos precios de acceso a la fibra de Telefónica más bajos que los otros operadores. En febrero pasado, la CNMC dio un plazo de 18 meses a Telefónica para que dé acceso de manera virtual al resto de las compañías a sus instalaciones de fibra salvo en 66 ciudades con tres o más redes de fibra o cable (en general, las más grandes).
La competencia que puede suponer Másmóvil es relativa, dado que en su paquete de servicios no hay una amplía oferta televisiva. Aunque Másmóvil firmó un acuerdo con Wuaki.tv, esta no es una prioridad.
“Nuestra parte es verlo como un competidor en determinados segmentos. Igual hay clientes que buscan otras funciones y ellos pueden tener una oferta, nos toca a nosotros garantizar que tendremos también una oferta para competir con ellos. No vamos a despreciarlos”, apuntó Antonio Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, preguntado sobre el cuarto operador.
Las inversiones en fibra
Una de las claves en el futuro de las telecos está en la cantidad de datos que habrá que movilizar en los próximos años, con mayor visionado en streaming y nuevas plataformas y por tanto, necesidad de mayores redes que requieren inversiones.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, apuntó en el mismo encuentro que España dispone de una red de fibra más 22,5 millones de accesos instalados, frente a los 15,3 millones de hace un año y 1,6 millones de 2012.
En las jornadas, los grandes operadores han sacado pecho respecto a la situación en la que se encuentra España respecto a inversiones en fibra y las que han hecho cada uno de ellos.
Telefónica apunta que cerrará este año por primera vez con más clientes de fibra que de cobre. Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, ha puesto cifras para el ejercicio que viene, cuando la compañía llevará la fibra a 20 millones de hogares, con el objetivo final de alcanzar los 25 millones en 2020.
Vodafone espera tener más de diez millones de hogares conectados para 2017 y Orange ha anunciado que adelantará un año su objetivo de alcanzar los 14 millones de hogares con fibra, hasta 2019. Un incremento que acaba reflejándose en las facturas de los clientes.
Para conseguir un hueco en este mercado, el presidente de Másmovil explicó que prevén invertir en fibra alrededor de 250 millones de euros para tratar de alcanzar los 2,3 millones de hogares en 2018. Spenger aseguró que los planes de la empresa están encaminados a ciudades de menos de 50.000 habitantes, ya que las grandes del sector están centrando su atención en las poblaciones de mayor tamaño.