Los trabajadores de Coca-Cola en lucha ponen fin al conflicto con la empresa tras cinco años de protestas
“Ponemos fin a este conflicto social y laboral”. Tras casi cinco años de movilizaciones, los trabajadores de Coca-Cola en Lucha de la planta de Fuenlabrada (Madrid) dan por concluido el enfrentamiento con la multinacional de refrescos. Así lo han comunicado en una nota difundida por redes sociales esta tarde, en la que informan de un preacuerdo con la dirección de Coca-Cola. “Es un triunfo de toda la clase trabajadora y social”, celebran los trabajadores.
Los empleados echan la vista atrás y recuerdan el origen del conflicto: el ERE anunciado por Coca-Cola en enero 2014 y que fue anulado más tarde por el Tribunal Supremo. Desde entonces, los trabajadores (apoyados por Comisiones Obreras) y la multinacional han mantenido una larga batalla en los tribunales, con denuncias individuales y colectivas, así como en la calle.
Con manifestaciones, contracampañas, llamadas al boicot y un campamento a las puertas de la fábrica de la localidad madrileña, el colectivo ha mantenido en el último lustro la presión contra la empresa por lo que entendían que era un incumplimiento de las condiciones para su readmisión que había marcado la justicia.
En estos años, la justicia también ha fallado a favor de la compañía, como el aval que otorgó el Supremo a la forma en la que la embotelladora readmitió a la plantilla de Fuenlabrada.
En los últimos meses la multinacional y los trabajadores habían acercado posturas y se estaban sentando a negociar, gracias a lo cual habían logrado cerrar varios acuerdos. Uno de los últimos tenía lugar el pasado septiembre, en el que las partes llegaron a una conciliación para evitar un macrojuicio con unas 160 denuncias individuales de trabajadores.
Coca-Cola cierra el centro logístico
El principio de acuerdo al que han llegado hoy la dirección y los trabajadores ha sido ratificado por “más del 95% de la plantilla”, según explica Coca-Cola en Lucha. Según fuentes de la dirección, el acuerdo debe cerrarse definitivamente mañana viernes.
El pacto recoge el cierre del centro logístico en el que se había convertido la planta de Fuenlabrada y que se convirtió en el centro de las críticas de los trabajadores, por no contar con una “carga real de trabajo”. Según han confirmado fuentes de Coca-Cola a eldiario.es, la compañía ha acordado con los trabajadores la clausura de este centro.
“Hemos conseguido anular el proyecto logístico que Coca-Cola puso unilateralmente al modificarse la sentencia, quedando anulado ese centro/gueto de maltrato laboral y psicológico con el que hemos estado obligados a convivir durante 3 años”, celebra el colectivo.
Dos vías de salida al conflicto
Además, los trabajadores explican las dos vías con las que consideran que solucionan el enfrentamiento con la dirección: “El compromiso de Coca-Cola de retornar a un proyecto fabril en la zona centro” de Madrid y, si no se cumple este punto, un “Plan Social como garantía individual para toda la plantilla”.
Fuentes de la multinacional explican que Coca-Cola se compromete en el plazo de dos años a analizar el desarrollo de “un proyecto mixto (industrial y logístico)” en la capital, siempre que sea viable “dentro de la estrategia de la compañía” a nivel europeo.
Los trabajadores se decantan por esta opción, que consideran “lo razonable social y laboralmente”, pero si al final no se pone en marcha este proyecto, los empleados explican que la multinacional se ha comprometido a cumplir con un Plan Social con garantías individuales, como abono de salarios, prejubilaciones e indemnizaciones, según los casos.
El colectivo considera que este punto y final es “una victoria” y cree que “debe servir de esperanza e ilusión para no someterse y luchar ante las injusticias y adversidades como las reformas laborales”, así como de “escarmiento para las empresas/multinacionales que no respetan los derechos de sus trabajadores”.
Desde Coca-Cola explican a eldiario.es que el preacuerdo también implica la desjudicialización del conflicto, con la renuncia de las acciones abiertas en los tribunales, y reiteran su “voluntad de llegar a acuerdos” con la plantilla en este tiempo.