Más de 55.500 trabajadores se unieron desde 2016 al sector privado en Cuba, informó hoy el Ministerio del Trabajo (MTSS) de la isla, donde la cifra de “cuentapropistas” crece de manera estable a pesar de que el Gobierno detuvo recientemente la concesión de licencias para “perfeccionar” esa modalidad.
Según los datos oficiales más recientes, existen en el país caribeño de economía socialista 579.415 autónomos, número que “confirma la validez (de esta forma de trabajo) como fuente de empleo y de producción de bienes y servicios para la población”, indica en portada el diario estatal Juventud Rebelde.
De los afiliados al llamado “cuentapropismo”, ampliado en 2010 dentro de las reformas económicas impulsadas por el presidente Raúl Castro, el 32 % son jóvenes, el 33 % mujeres y el 15 % combina el trabajo privado con empleos estatales.
El 11 % son jubilados y unas 400.800 personas están acogidas al “régimen especial de Seguridad Social”, agrega el texto.
La actividad más popular es la “elaboración y venta de alimentos” donde se incluyen las llamadas “paladares” o restaurantes privados, con 61.301 licencias otorgadas.
Le sigue el transporte de carga y de pasajeros con 57.911 trabajadores.
Una de las modalidades más solicitadas es el arrendamiento de viviendas y espacios, para la que se han expedido 39.442 autorizaciones, señala el reporte.
Además, existen en la isla 24.736 “agentes de telecomunicaciones”, que se dedican a vender en sus casas bonos de recarga para móviles y para la conexión a internet, además de cobrar las cuentas de teléfonos.
“Todos estos datos (...) indican que resulta incuestionable la importancia de esta forma de gestión no estatal, sobre la cual, en agosto último, el Consejo de Ministros aprobó una serie de medidas”, insiste Juventud Rebelde, la segunda publicación en importancia del país.
Estas nuevas disposiciones forman parte “del proceso sistemático de revisión y perfeccionamiento encaminado a corregir deficiencias” e incluyeron la paralización en la entrega de licencias por “tiempo limitado”, una medida que causó gran preocupación en el sector “cuentapropista” de la isla.
Entre los principales cambios se incluyen la suspensión definitiva de cinco tipos de licencia, como la de los tradicionales “carretilleros” (vendedores ambulantes de fruta y verdura).
También la agrupación de actividades afines bajo una sola licencia, como en el caso de las profesiones relacionadas con los servicios estéticos, y la creación de dos nuevas licencias: “servicio de bar y recreación” (hasta ahora englobada en la licencia para restaurantes) y “panadero-dulcero”.
La ampliación del trabajo autónomo en 2010 ha sido una de las reformas clave del Gobierno del presidente cubano Raúl Castro para actualizar el socialismo y reducir las abultadas plantillas del sector estatal.
Actualmente los “cuentapropistas” representan aproximadamente el 12 % de la fuerza laboral del país.