Trabajo cerca a las 'Big Four' de la consultoría con una inspección contra los abusos de jornada y horas extra ilegales
La autoridad laboral pone el foco en los abusos de jornada en las llamadas 'Big Four'. El pasado 15 de noviembre, la Inspección de Trabajo llevó a cabo una actuación coordinada y “simultánea” en los gigantes de la consultoría Deloitte, PwC, EY y KPMG para vigilar el cumplimiento de los tiempos de trabajo. Es decir, si se respetan las jornadas laborales máximas, la regulación sobre horas extraordinarias y el obligado registro horario, como ha adelantado El Confidencial y confirman a elDiario.es en el Ministerio de Trabajo.
Las horas extra sin remunerar, las jornadas de “12 horas o más” y los registros de jornada falseados fueron algunos de los abusos frecuentes que denunciaron varios trabajadores de varias multinacionales de la consultoría y auditoría en un reportaje publicado por este medio el pasado abril. “No es un tabú, ni ningún secreto, lo sabe todo el mundo”, contaba Pedro, empleado como consultor durante cuatro años.
Entonces, la patronal de las consultoras AEC quería ampliar el límite de las jornadas diarias hasta las 12 horas, una propuesta contra la que se levantaron los sindicatos. “Las más interesadas eran las Big Four”, explican fuentes sindicales.
El pasado 4 de enero, tras meses de negociación y movilizaciones, “y pese a que las Big Four eran las que más bloqueaban”, los representantes de la plantilla y las consultoras llegaron a un preacuerdo sobre el convenio colectivo, en el que no prosperó esta pretensión de la patronal, ni otras de recortes de derechos salariales, como la eliminación de los trienios.
Jornadas, horas extra y registro horario
La inspección del pasado 15 de noviembre pone bajo la lupa uno de los sectores de la élite económica y empresarial, en muchas ocasiones proveedoras de personal de otras grandes empresas, como los bancos. Un sector donde los abusos de jornada son un secreto a voces y en el que los más vulnerables son los empleados más jóvenes que tratan de hacerse un hueco en este ámbito.
Un exconsultor destaca a este medio que “con la extensión del teletrabajo, lo mollar sería registrar las intranets y las IPs de los ordenadores y móviles corporativos”. Porque en muchas ocasiones la jornada presencial acaba a una hora, pero los trabajadores en general tienen que seguir después desde sus casas, explica.
El objeto principal de la campaña es “comprobar la posible existencia de horas extras no retribuidas ni compensadas por descanso, con las consecuencias que ello puede conllevar en materia no solo laboral sino también de Seguridad Social”, responden desde el Ministerio de Trabajo.
“La investigación sigue su curso sin que se puedan dar detalles sobre la misma”, apuntan en el departamento de Yolanda Díaz.
El control de las jornadas laborales no solo es relevante desde un punto de vista salarial, por los sueldos impagados al personal por los excesos de horario y las horas extra, y en materia de infracotización a la Seguridad Social. También por la salud de las personas trabajadoras.
Los máximos de horario y los límites legales en las horas extraordinarias cumplen con una función de garantía del necesario descanso entre jornadas, clave para la protección de la salud de los empleados. Según un estudio conjunto de la OIT y la OMS, las largas jornadas de trabajo son el factor laboral más letal en el mundo.
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