Trabajo lanza una campaña antifraude sobre 140.000 contratos fijos discontinuos

La Inspección de Trabajo ha lanzado una campaña antifraude sobre abusos en la contratación centrada en los fijos discontinuos, según fuentes del Ministerio que dirige Yolanda Díaz. Se han enviado “casi 50.000 cartas” a empleadores al detectar presuntas irregularidades que afectan a unos “140.000 contratos, una gran mayoría fijos discontinuos”, explican estas fuentes.

La cartas se enviaron el pasado mes de febrero, indican en el Ministerio de Trabajo, y se ha centrado especialmente “en el sector educativo”. En este, hay controversia sobre la utilización del fijo discontinuo, contrato indefinido pero para situaciones intermitentes y estacionales. La Audiencia Nacional rechazó por ejemplo el pasado febrero que esta figura se utilizara para los profesores. Además, hay otro tipo de personal en los centros para la que su actividad se interrumpe con las clases, como la limpieza y el comedor, entre otros.

La campaña sigue el procedimiento habitual de estas actuaciones con avisos por carta. La Inspección detecta presuntas irregularidades a través del cruce masivo de datos mediante su Herramienta de Lucha contra el Fraude y envía cartas a las empresas (o administraciones públicas) para que subsanen la ilegalidad en el plazo de un mes o aporten pruebas de que están cumpliendo la ley.

Pasado ese plazo, en el que las empresas pueden regularizar la situación de forma 'voluntaria', el personal de la Inspección actúa en los casos en que no se ha modificado la situación laboral. Evaluando las argumentaciones de los empleadores, si las han dado, o investigando directamente los casos si la empresa ha ignorado el aviso de la Inspección.

Un contrato más utilizado tras la reforma laboral

Se trata de la segunda campaña de este tipo para analizar el correcto funcionamiento del contrato fijo discontinuo, recuerda el Ministerio, que ya realizó una primera el año pasado aunque aún sin que estuviera tan desplegada la reforma laboral como ahora. La nueva legislación impulsó esta modalidad para dar más estabilidad a estos puestos estructurales pero intermitentes y/o estacionales, que antes se ocupaban principalmente con empleados temporales.

Tras la norma, estos contratos han aumentado bastante, aunque suponen una pequeña parte (alrededor del 7%) del total de empleados indefinidos. Según los últimos datos de la Seguridad Social, en marzo había de media unos 880.000 trabajadores fijos discontinuos afiliados. Por otro lado, había casi 11,5 millones de empleados indefinidos ordinarios.

Aunque respaldan esta fórmula pactada en la reforma laboral, los sindicatos han denunciado posibles abusos en algunas ocasiones, en trabajos que deberían contar con contratos indefinidos ordinarios y para los que algunas empresas están acudiendo a esta fórmula intermitente, algo que analizará la Inspección en estos casos.

En el Ministerio han insistido en que la autoridad laboral analizará todos los casos con rigurosidad, incluidos los que puedan afectar a instituciones públicas, con gran presencia en el sector educativo.