“Tenemos concesiones de autobuses que son de la primera mitad del siglo XX, que se otorgaron cuando no había comunidades autónomas, a petición de un interesado, que quería unir dos localidades y se dieron concesiones de 99 años o a perpetuidad”. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana justifica la necesidad de diseñar un nuevo mapa concesional de transportes por carretera, propuesta que está incluida en la nueva Ley de Movilidad Sostenible.
“Ahora tenemos una realidad de concesiones que es propia del siglo XX, muy heterogénea”, ha explicado el Ministerio en un encuentro con medios de comunicación. Como ejemplo, cita una concesión entre Ayamonte y Santa Coloma de Gramanet, que opera desde hace décadas cuando, en realidad, tendría sentido una entre Huelva y Madrid o Huelva y Barcelona.
El principal cambio del nuevo modelo concesional es que serán menos contratos, menos rutas, con menos municipios con parada. También, con precios más baratos y con la opción de servicios a demanda. Es decir, que los autobuses -u otra modalidad de transporte- no pararían siempre en una localidad, solo cuando haya un usuario que lo necesite; y con el traspaso de rutas y servicios de movilidad a las comunidades autónomas. Esas paradas a demanda, en los autobuses, están propuestas para localidades donde se llega a entre 500 y 1.000 viajeros al año.
Propuesta inicial
De momento, se trata de una primera propuesta de mapa concesional, que tiene que estar aprobado en un año, aunque las concesiones se realizarán en un plazo adicional de dos ejercicios; y de forma consensuada con las comunidades autónomas, con las que ahora se abre un plazo de negociación bilateral. Por tanto, las comunidades tendrán que asumir con servicios regionales aquellos que deje de prestar el Estado, porque se trata, apunta el Ministerio, de competencia autonómica. En este sentido, el Gobierno está trabajando en posibles mecanismos de compensación por los servicios que deben asumir los ejecutivos regionales.
Esa primera propuesta que propone el Ministerio de Transportes reduce el número de licitaciones, de contratos concesionales, de 79 a 22 corredores completos. El número de rutas se rebaja de 966 a 510; y el número de municipios con parada se recorta de 1.912 a 495.
De esta forma, la población media de un municipio con parada pasaría de 14.900 a más de 51.000 habitantes. Al mismo tiempo, se reducirá el tiempo medio de los recorridos en 20 minutos y las tarifas, en un 30%.
Transportes asegura que no se trata de dejar sin servicio a la España vaciada, a los pueblos, sino de buscar nuevas formas de movilidad que no pasan necesariamente por tener un servicio de autobús, sino otras opciones como vehículos de menos plazas. “Es un modelo con concepción en red, con nodos, coordinación de horarios y, en un futuro, habrá unidad de billete, aunque todavía no estamos ahí”, reconocen las citadas fuentes.
“Hay autobuses que no llegan a 25 plazas y hay paradas con menos de 200 viajeros al año”, justifica el Ejecutivo. “Pero no va a haber ningún lugar de la España vaciada que ahora tenga un servicio de autobús que en el futuro deje de tener un servicio de movilidad”, recalcan. “Puede ser un coche compartido o sistemas flexibles. Con la tecnología que ahora tenemos a nuestra disposición podemos hacer encajar la oferta y la demanda”.
Un modelo concesional con liberalización puntual
Ahora se abre el periodo de negociación bilateral, pero el futuro modelo seguirá siendo concesional. Es decir, se sacarán las rutas a concurso, con competencia y un proceso de licitación que dará lugar a una concesión en exclusiva por un máximo de diez años.
Sin embargo, el Gobierno, por acuerdo del Consejo de Ministros, podrá decidir la libre competencia, la liberalización, de rutas cuando concurran condiciones que así lo justifiquen, aunque Transportes no desglosa qué trayectos se barajan actualmente.