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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los sabios de los impuestos proponen canjear una rebaja del IRPF por “otros sacrificios”

Casi nueve meses después, los nueve hombres escogidos por el Gobierno para asesorar a Hacienda en su reforma tributaria han dado a luz su propuesta. La música de la propuesta ya se había ido filtrando con anticipación. Una rebaja generalizada de los impuestos de la renta del trabajo, compensada en parte y en el tiempo, con modifcaciones en el IVA y en otros impuestos de los denominados indirectos, especialmente los medioambientales. Esta es la primera ofensiva que proponen los expertos que, además, piden que se complemente en una segunda etapa por una devaluación fiscal. Esto es, una rebaja de cuotas sociales generalizada de alrededor de tres puntos que se debería compensar, entonces sí, con una subida del IVA, no tanto nominal (de los tipos que se aplican) como del grupo de productos que tributan por el tipo máximo.

La primera parte de la reforma, la rebaja del IRPF compensada con impuestos indirectos, se debería poner en marcha el 1 de enero de 2015. El profesor Manuel Lagares, encargado de explicar la reforma -y presidente de la comisión- lo dejó muy claro. Reducir impuestos a los hogares y empresas para que fluya más dinero a la economía deberá hacerse mediante “otros sacrificios”.

La devaluación fiscal se hará, “cuando la financiación de las pensiones lo permita”. Lagares cree que su rebaja fiscal devolverá a las familias los impuestos cobrados de más desde que se introdujo en 2011 el “recargo temporal de solidaridad”. En cuanto al IVA, los expertos han marcado muy pocas líneas rojas. Solo no tocar el actual grupo de artículos que tributan al IVA súperreducido (4%) y mantener el IVA al 10% en las “industrias más importantes” para el país, como lo relacionado con el turismo. Además de bajar los tipos del IRPF actuales (ver más información a continuación) se pretende también conservar algunas ventajas fiscales que afecten especialmente a las familias con hijos de 0 a 3 años en los que trabajen los dos cónyuges.

La comisión reconoce también haber estudiado las denominadas “recompensas tributarias”. Una suerte de reclamos de ventajas fiscales para aflorar dinero negro. Como la posibilidad de deducir la cuota de la Seguridad Social de las empleadas del hogar, las chapuzas en casa, o la acumulación de facturas con IVA. Los expertos no ven claro que el coste de estos “premios” sea suficiente para ponerlos en marcha pero curándose en salud, y ya que el Ejecutivo ha anticipado que quiere aflorar las cotizaciones del personal doméstico, recomiendan en su propuesta 121 que solo se circunscriban estas medidas al hogar.

A grandes líneas esta es la reforma de los sabios pero en la letra pequeña se esconden muchos desafíos tanto al Ejecutivo, por si tiene el valor de aprobarlas, como a la capacidad recaudatoria del Estado, que se pondrá a prueba con una rebaja generalizada de impuestos. Los expertos quieren bajar los impuestos sobre el papel en prácticamente todas las figuras tributarias, esto es, el porcentaje que se paga a Hacienda. Pero, a la vez, quieren eliminar los “agujeros”, como tilda Lagares a las múltiples bonificaciones fiscales que jalonan actualmente el sistema español.

Según sus cálculos, bajar los impuestos de forma nominal pero tapar las fugas del sistema, simplificando además el modelo, serviría para garantizar una “suficiencia recaudatoria” que garantice que el Estado puede ser capaz, al menos de recolectar el equivalente al 38% del PIB entre los contribuyentes. Además, los cambios que proponen, que moverían alrededor de un 1% del PIB (10.000 millones de euros) redundarían en dinamizar la economía y en crear empleo. Una mejora de la actividad económica de alrededor del 0,5% del PIB. “Pagarán menos los que ahora pagan impuestos y pagarán más los que ahora no pagan lo que tienen que pagar”, resumió Lagares como conclusión a la eterna pregunta de si como resultado de la reforma se rebaja la carga tributaria de los españoles. Lagares también aseguró que la reforma es mucho más “progresiva” que la actual.

El experimentado hacendista, que ha participado en reformas fiscales desde 1970, reiteró constantemente en su presentación que es el Gobierno el que tiene la responsabilidad de tomar en cuenta, o no, estas recomendaciones que son de carácter consultivo. Horas antes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saéz de Santamaría, ya había adelantado que algunas, como la gravación de la vivienda habitual, no le gustaban y que no las tendría en cuenta. Lagares aseguró que se habían entrevistado con muchos organismos, como el FMI, la OCDE o la UE, para conocer su opinión sobre las reformas necesarias y que también habían sido “sensibles” a las inquietudes de otros grupos de presión, ya que a la comisión habían llegado informes de asociaciones familiares o de mujeres, según explicó.

El experto rechazó hacer una valoración sobre la disponibilidad que las comunidades autónomas tendrán ante la reforma ya que mucho de los cambios que plantea alteran los actuales acuerdos y las transferencias en materia de recaudación de automonías y municipios. Pero precisamente, esta negociación con autonomías y ayuntamientos será la que ponga en peligro gran parte de la reforma. “Las autonomías no son seres irracionales”, zanjó Lagares. En su opinión, algunas de las propuestas no se pueden implementar en el corto plazo por la situación económica, y la necesidad de reducir el déficit, pero pidió al Ejecutivo que con tiempo se fueran desarrollando el resto de las medidas.

Estas son algunas de las principales modificaciones que sugieren los expertos y que ahora deberá evaluar el Gobierno que tiene hasta junio para presentar su proyecto de ley al Parlamento.

Impuesto sobre las Personas Físicas (IRPF):

-Para las rentas del trabajo se pide una simplificación del modelo actual pasando de siete a cuatro tramos de renta a los que someter los diferentes impuestos.

-Los expertos quieren que se baja el tipo mínimo que se tributa del 24,75% actual al 20% o incluso por debajo. De la misma forma, piden que el tipo máximo no supere en ningún caso el 50% (ahora está en el 52%) y que esté en la medida de lo posible cerca del 45%. Es decir, que las rentas del trabajo se muevan en una horquilla entre el 20 y el 45%.

-Piden que los sueldos de 14.000 euros brutos anuales estén exentos de pagar IRPF, por encima de lo anunciado por Mariano Rajoy en el debate del estado de la nación que dejó esta posibilidad para los que ganan menos de 12.000 euros.

-También se pide subir los mínimos exentos, es decir, la parte de lo que se gana y que se considera básica para vivir y por la cual no se tributa. Lagares cree incluso que esta parte se debería deducir, pero entiende que por el momento las arcas públicas no soportarían una medida así.

-Para los autónomos desaparecería la posibilidad de tributar por el sistema de módulos que se considera una bolsa de fraude. Afectaría sobre todo a los taxistas y a algunos bares.

-Piden que no estén exentas las indemnizaciones por despido que en ocasiones se generan por fraude ya que, dicen, trabajador y empresario pactan despidos improcedentes.

-Quiere que se tribute en el IRPF por la vivienda habitual, punto que el Gobierno ya ha descartado.

-En cuanto a los tributos del ahorro, se propone una panoplia amplia de cambios y no en el mismo sentido. Por un lado se quiere acabar con las ventajas fiscales de la compra de vivienda (la que ya existe) y bajar la deducción por planes de pensiones. En general, se debe imponer un único tipo similar al del rendimiento del trabajo, es decir, próximo al 20%.

Impuesto de Sociedades

-Piden una rebaja progresiva del impuesto nominal. Bajar en un primer escalón del 30% actual al 25% y con el tiempo estudiar la posibilidad de reducirlo hasta el 20%.

-Unificar todos los tipos de Sociedades en uno. Es decir, no tener en cuenta el tamaño de la empresa u otras singularidades para definir el tipo que ahora puede ir del 20% al 15%. Según Lagares, muchas grandes empresas se dividen en pymes para tributar menos a Hacienda por lo que la medida no tiene sentido.

-Acompañando a esta bajado nominal se eliminar las deducciones fiscales de las que se benefician en la actualidad las empresas. Incluidas las inversiones al I+D+i, inversión, reinversión o creación de empleo cuyo coste fiscal, dicen los expertos, no está justificado con el éxito de las medidas.

-Una propuesta ambiciosa es la de evitar que las empresas que generan beneficios en países en los que apenas pagan impuestos se beneficien de esta posibilidad en España. En la actualidad, hay una exención para los beneficios que se repatrían si estos ya han pagado impuestos en países con los que España tiene convenios de doble imposición. Pero esto facilita que algunas empresas apenas pagan tributos cuando, además, esta cuantía que generan fuera de España es cada vez más abultada. Los expertos proponen un suelo para poder acogerse a la exención. Esto es, que al menos se haya tributado por el 10% en el país de origen del dinero y frenar así la deslocalización de filiales a paraísos fiscales.

-Se limitarán otras deducciones, como la de descontarse pérdidas aún no materializadas o las amortizaciones aceleradas.

-Los expertos quieren fomentar que las empresas se financien emitiendo nuevo capital y no mediante créditos, de forma que se rebaja la actual dependencia de los bancos. Lagares quiere que la emisión de acciones tribute menos para que sea el primer recurso de los empresarios.

IVA

-Los expertos no piden subir los tipos actuales (4% para bienes básico, 10% y 21%) sino mover los productos que hay en cada grupo. Esto es elementos que ahora paguen un 10% del impuesto subirlos a la franja del 21%. Del IVA súperreducido abogan por no cambiar nada.

-Los expertos marcan pocas líneas rojas a continuar en el 10%. Básicamente, la vivienda, el transporte urbano y los sectores relacionados con el turismo. Dejan así al arbitrio del Estado la posibilidad de cambiar los alimentos elaborados a un tipo superior.

Impuesto sobre el Patrimonio

-Los expertos abogan por armonizar el impuesto de sucesiones, que es de competencia autonómica y se tributa de forma muy diversa en la geografía española. En la práctica lo que proponen es una rebaja muy fuerte y generalizada de lo que se paga por heredar. Así, piden que se clasifique en tres grupos a los cedentes y receptores según su parentesco, frente a los cuatro grupos actuales. Y que la tributación en estos nuevos tres grupos (en el primero se incluye relación de primer grado, en la segunda parentesco y en el tercero ninguna relación familiar), se mueva entre el 4% y el 10%. En conjunto esto sería una rebaja de impuestos hasta para Madrid que tiene bonificados con una tributación al 1% solo a los grupos I y II. Para otras comunidades sería una rebaja muy importante.

-Por otro lado, los expertos no quieren que exista más el Impuesto de Patrimonio, que grava la riqueza y también piden que desaparezca el impuesto por compraventa.

Impuestos medioambientales

-Los expertos cargan sobre este tipo de impuestos la financiación de la rebaja del resto de tributos. En su opinión, es una forma además de colaborar en mantener el entorno.

-Quieren crear un gravamen sobre la energía (y que la tasa se aplique por la combustión calórica) y otro sobre el dióxido de carbono emitido. También equiparar el impuesto del gasóleo y la gasolina.

-En la electricidad piden sustituir la base imposible por el número de kw/hora consumidos.

-Eliminar el impuesto sobre combustible nuclear gastado que encarece la vida de las centrales nucleares.

-Elevar lo que se paga por el tabaco de forma acompasada al precio de la cajetilla (y no como ahora que se hace en una proporción).

-En este apartado los expertos han aglutinado además el unificar el impuesto de matriculación y el de circulación en un solo impuesto.

Impuestos financieros

-Eliminar los impuestos sobre depósitos bancarios que han elaborado algunas comunidades.

Informe de los expertos para reformar el sistema tributario