Trudeau recurre a poderes de emergencia ante el caos causado por las protestas de los antivacunas
Las protestas en Canadá continúan y Justin Trudeau buscar la forma de controlar el caos en algunos puntos del país. El primer ministro canadiense ha invocado este lunes el uso de poderes especiales de emergencia para poner punto final a las protestas de camioneros y del movimiento antivacunas que bloquean cruces fronterizos y la capital del país, Ottawa.
La última vez que se utilizó la Ley de Emergencias, anteriormente denominada Ley de Medidas de Guerra, fue en octubre de 1970 por Pierre Trudeau, entonces primer ministro y padre del actual gobernante, para combatir una oleada de ataques del grupo terrorista Frente de Liberación de Quebec (FLQ).
Trudeau ha dicho durante una declaración televisada que la medida no limitará la libertad de expresión ni la capacidad de manifestarse legalmente en el país.
Medidas “razonables y proporcionales”
El primer ministro ha asegurado que las medidas “serán razonables” y proporcionales a las amenazas que existen; y subrayó que su Gobierno no desplegará soldados.
Trudeau ha explicado que ha tomado la decisión, porque “es evidente” que las autoridades locales están teniendo problemas para hacer cumplir la ley, tras semanas de protestas y bloqueos de cruces fronterizos.
Antes de este anuncio, Trudeau celebró a primera hora del lunes una cumbre de emergencia con los jefes de Gobierno de todas las provincias del país para informarles de la situación de las protestas y discutir el uso de la Ley de Emergencias.
Esa reunión se produjo poco después de que la Policía Montada canadiense informara de la detención de 11 personas que participaban en el bloqueo del cruce fronterizo de Coutts, en el oeste del país, y que estaban en posesión de numerosas armas de fuego y chalecos antibalas.
La Policía canadiense ha dicho en un comunicado que el grupo había expresado su “voluntad de utilizar la fuerza” si las autoridades intentaban desmantelar el bloqueo que mantienen desde hace más de dos semanas un grupo de camioneros y agricultores opuestos a las medidas contra la pandemia.
Entre el material incautado por la Policía figuran 13 rifles, pistolas, varios chalecos antibalas, un machete, munición y cargadores de gran capacidad.
La Policía Montada ha revelado que, horas antes de los arrestos, dos vehículos que participaban en el bloqueo del cruce fronterizo de Coutts, entre la provincia de Alberta y el estado estadounidense de Montana, intentaron embestir un coche de policía.
Mientras, el tráfico por el puente internacional Ambassador entre Windsor (Canadá) y Detroit (EE.UU.) ha vuelto este lunes a la normalidad, tras permanecer cerrado por una semana por las protestas de camioneros y activistas opuestos a las restricciones por la pandemia.
El domingo, la Policía canadiense despejó la protesta y arrestó a 42 personas que participaban en el bloqueo del acceso al puente Ambassador, el principal cruce fronterizo entre Canadá y Estados Unidos y por el que cada día circulan mercancías valoradas en 400 millones de dólares.
Un bloqueo que ha costado 3.000 millones
El alcalde de Windsor, Drew Dilkens, ha declarado este lunes que el bloqueo del puente ha costado 3.000 millones de dólares.
Pese a la vuelta de la normalidad en ese paso fronterizo, hay al menos otros dos cruces entre Canadá y EE.UU. que siguen cerrados al tráfico por la acción de manifestantes: el de Coutts y el de Emerson, entre la provincia central canadiense de Manitoba y Dakota del Norte (EE.UU.).
Entretanto, la ocupación del centro de Ottawa por parte de alrededor de 400 camiones y centenares de personas se mantiene desde el 29 de enero sin que las autoridades municipales sean capaces de evacuar a los manifestantes.
Pocas horas después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, invocase la Ley de Emergencias para poner final al caos de las protestas, los manifestantes que ocupan desde el 29 de enero el centro de Ottawa respondieron con una desafiante fiesta ante el Parlamento.
Con las luces de sus camiones iluminando el asfalto de la calle Wellington, las bocinas de sus máquinas creaban una cacofonía en la noche de Ottawa mientras unas decenas de personas desafiaban al intenso invierno canadiense, y de paso a su primer ministro, bailando al ritmo de la música improvisada. “No nos vamos” aseguraba un manifestante con aplomo arropado en una bandera canadiense.
El alcalde de Ottawa, Jim Watson, ha llegado este martes a un acuerdo con un grupo de manifestantes para trasladar algunos vehículos de una zona residencial a la calle Wellington, frente al Parlamento canadiense y donde se concentran las actividades de protesta contra las medidas adoptadas por el país para combatir la pandemia.
1