“Cuando algo va mal, hay gente a la que le encanta echar la culpa a los ministros, pero eso no quiere decir que sea culpa del Gobierno. Estamos apoyando a la industria, pero también es hora de que la industria asuma más responsabilidad a la hora de resolver sus propios problemas”. El secretario de Estado de Salud británico, Sajid Javid, respondió así la pasada semana en Sky News a las críticas al Ejecutivo por lo que está ocurriendo en muchos aeropuertos británicos durante las últimas semanas, donde se han multiplicado los retrasos y las anulaciones de vuelos por falta de personal.
No es una situación única del Reino Unido 'postbrexit', porque se han vivido escenas similares en Alemania o Países Bajos. Mientras, en España han arreciado las críticas al Ministerio del Interior por falta de policías en los controles de pasaportes, con retrasos a la hora de revisar la documentación de los viajeros, sobre todo en aeropuertos con alto volumen de pasajeros británicos, que antes de la pandemia aún viajaban con la misma libertad de movimientos que los ciudadanos comunitarios y que ahora tienen que hacer el mismo proceso que todos los visitantes que llegan de fuera de la Unión Europea.
El 'efecto Champán'
Más allá de problemas puntuales, que pueden solucionarse con más personal y policías –Interior ha anunciado un refuerzo con 500 efectivos adicionales–, el sector turístico asume que está en un momento de despegue, quizás excesivamente rápido. Se habla de 'efecto Champán', una explosión de viajes por las ganas de salir tras la pandemia, a la que puede seguir un frenazo igual de rápido, ante las tensiones inflacionistas y la pérdida de poder adquisitivo que conllevan.
“Estamos viendo a finales de mayo y en junio situaciones de julio, por número de viajeros, de vuelos y colas en los aeropuertos. El verano se ha adelantado. Bienvenida sea esta tensión después de dos años de parón”, asegura José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, la asociación que agrupa a las 30 mayores compañías turísticas españolas, como Iberia, las grandes hoteleras o Renfe. Vacaciones adelantadas que, además, se deciden a última hora. “Los españoles siempre hemos sido dados a reservar en el último momento y eso, con la pandemia, se ha cronificado, pero también los extranjeros, que solían ser más previsores a la hora de reservar, este año lo son menos”, añade Zoreda.
Sea por el motivo que sea, hay destinos, como Grecia que en la última semana ya tienen más vuelos que en el mismo periodo de 2019, según Eurocontrol. Un brío viajero que no llega igual a todas partes. “El nivel de reservas que estamos teniendo es muy alto”, afirma Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), “En España, costas e islas están funcionando muy bien. También, los destinos de media distancia, como Marruecos y Túnez; o el Caribe y Estados Unidos, mucho mejor que en 2021”, enumera.
Unos destinos que en España, en algunos casos, pueden tener una demanda sensiblemente superior a la de 2019. En esa dirección señaló el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, hace unos días, en una entrevista con elDiario.es. “Hay una diferencia muy grande entre destinos como Baleares o Canarias, que están en niveles de más de un 10% de oferta de vuelos por encima de 2019. Otras ciudades están igual o un poco por debajo. El turismo urbano o el tráfico de negocios es el que va más despacio”, reconoció.
Rápida recuperación pero aún no a niveles prepandemia
De momento, España aún no está como Grecia en afluencia de turistas. No hemos alcanzado los niveles de 2019, aunque estamos más cerca. Gándara aseguró que nos quedaremos a un paso del año con más operaciones aéreas de la historia de la aviación en España. “La tendencia es creciente y vamos a estar en niveles del 90% o más de los pasajeros que volaron ese año, que fue el récord. Sería muy buena noticia”.
Vamos más rápido en la recuperación de lo que pensaba el gestor de los aeropuertos españoles. Aena revisó el viernes al alza sus previsiones de tráfico de pasajeros para todo 2022. Prevé que lleguemos a entre un 75% y un 85% de las cifras premandemia cuando antes creía que se rozaría el 70%. De momento, en mayo, pasaron por su red de aeropuertos más de 22,2 millones de pasajeros, un 9,6% por debajo de los niveles de mayo de 2019.
Pero hay datos que alimentan el optimismo de volver a un año récord. La últimas cifras de vuelos en el espacio aéreo español, que publica Enaire, indica que estamos en un 95% de las cifras de 2019. De hecho, en las últimas semanas, el gestor del espacio aéreo ha incrementado el número de controladores, de cara a la creciente presión de viajes estivales.
Hay un 6% más de controladores operativos, disponibles, que en 2019, aunque el aumento no es igual en todas las zonas. En el sur de la Península y Canarias el aumento es del 9% o superior; en Illes Balears, de casi el 6%; mientras en la zona centro y norte el aumento de controladores no llega al 2%.
“ââTras una Semana Santa excepcional, que superó nuestras propias expectativas, la temporada alta de verano presenta muy buenas perspectivas, según los indicadores de demanda que monitorizamos semana tras semana”, señalan fuentes de la Secretaría de Estado de Turismo. “Las reservas confirmadas en vuelos internacionales a España este verano superan ya el 80% de los niveles de 2019, y eso sin contar las compras de última hora que hoy son más numerosas de lo que solían ser en prepandemia”, añaden. De nuevo, una señal de que la decisión de viajar se toma en el último momento.
Pero no solo es el avión, también hay más desplazamientos en tren y en autobús. Entre enero y abril, los desplazamientos en trenes de larga distancia se dispararon un 186% respecto al mismo periodo de 2021, cuando aún había restricciones. El AVE creció un 205%, con 1,7 millones de usuarios; mientras que más de 52 millones de personas se desplazaron en bus, un 40% más, según los datos publicados el viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y, a finales de mayo (el día 27), el AVE alcanzó la cifra récord de viajeros desde el inicio de la pandemia, casi 170.000 personas en 24 horas.
El empleo sí llega a niveles previos al COVID
Las distintas fuentes consultadas coinciden que esas ganas de viajar no han ido acompasadas con las contrataciones de personal, no tanto en el sector hotelero, como en los aeropuertos, por ejemplo, de Alemania o de Países Bajos, pero, sobre todo, de Reino Unido.
De ahí que en las últimas semanas se haya disparado el número de vuelos y operaciones anuladas que cifran en “centenares”. Por eso, hay presión por parte de la Asociación internacional de aerolíneas (IATA) donde están todas las grandes, para que se refuerce el personal de los aeropuertos. No en España, donde no ven problemas, más allá de la carestía de policías en los controles de pasaportes.
Tampoco se teme por una situación de falta de empleados en España y de plantillas no dimensionadas para un 'boom' de viajeros. “En abril, el empleo en el sector turístico superó los niveles prepandemia con 2,5 millones de afiliados a la Seguridad Social, un 2,4% más que en 2019”, destacan desde la Secretaría de Estado de Turismo. “En la anterior crisis financiera, con un impacto mucho menor en el turismo que la crisis del COVID, se tardaron seis años en recuperar los niveles de empleo. Esto nos sitúa en una posición de fortaleza en comparación con otros países que están teniendo más problemas que nosotros a la hora de cubrir puestos de trabajo en este sector”, añaden.
Y subidas de precios
Se recupera el apetito por viajar, las reservas y, también, los precios. La agencia online Destinia afirma que “para los meses de verano hay una subida de precio por persona y noche de un 14% frente al precio que se pagaba en 2019”. Ese año, se pagaba una media de 47 euros por persona y noche y este verano se está pagando una media de 54 euros. También se reservan más noches, los extranjeros, de media, ocho; frente a las seis prepandemia; mientras que los españoles se mantienen en cinco.
“El gasto medio por viajero internacional ha pasado de 987 euros en abril de 2019 a 1.131 euros en abril de 2021, como consecuencia de que el turista ha ampliado su estancia un día más. Este crecimiento en el gasto se produce incluso deflactando la inflación, el aumento es del 15% en términos nominales y del 4,4% en términos reales”, explican desde la Secretaría de Estado de Turismo.
Ese alza de precios ya se percibió en Semana Santa. En abril, la tasa anual del Índice de Precios Hoteleros (IPH), que mide el INE se incrementó un 29,5%, lo que supone 49,4 puntos por encima de la registrada en el mismo mes de 2021. Son siete puntos más que en marzo y el repunte más alto desde 2002, cuando se empezó a medir. También la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) habla de una recuperación de precios a niveles de 2019, que acompaña a las buenas perspectivas, pero también al aumento de costes que soportan los operadores, como en todos los sectores.
De momento, la inflación no parece un condicionante pero la gran duda es qué pasará en otoño. “Las perspectivas son buenas a corto, pero a medio y largo plazo sí estamos preocupados”, reconoce Carlos Garrido, de CEAV. “Veremos si hay 'efecto champán' y en otoño e invierno el turismo se apacigua. Ahora hay ahorros y mucha gente lleva dos años sin viajar, pero es cierto que el coste de la vida se está disparando. Veremos”, resume el vicepresidente de Exceltur.