La UE se abre a todo tipo de medidas para intervenir el mercado desde ya ante los cortes de gas ruso

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
5 de septiembre de 2022 11:36 h

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No se deja nada fuera de la discusión. La situación es tan crítica, las previsiones son tan oscuras, que la Unión Europea no descarta nada de antemano ante la crisis energética y los cortes del Kremlin como respuesta al apoyo de los 27 a Ucrania tras la invasión rusa. Si hace una semana fue la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien anunció propuestas para intervenir y reformar el mercado eléctrico, ahora ha comenzado a circular un borrador de la presidencia checa rotatoria del Consejo de la UE en el que pregunta a los 27 Gobiernos, con vistas a la reunión del próximo viernes, sobre todas las medidas posibles para responder a la crítica situación en el continente.

Los precios del gas han subido más del 30% después de la decisión de Rusia del viernes por la noche de mantener cerrado el gasoducto Nord Stream 1. La crisis energética también está poniendo al euro bajo una intensa presión, cayendo por debajo de los 99 centavos de dólar estadounidense a su nivel más bajo desde 2002.

“Los altos precios de la energía y la volatilidad están alimentando el aumento de la inflación y tienen graves impactos en todas las empresas y consumidores, incluidos los más vulnerables, las víctimas de la pobreza energética y, cada vez más, los hogares de ingresos medios”, afirma el documento checo difundido por Politico: “Además, la capacidad de generación de electricidad en la UE ha sido significativamente menor de lo habitual, en particular debido al déficit de energía nuclear en algunos Estados miembros, la disminución de la generación de energía hidroeléctrica en Europa, los bajos niveles del Rin y otros ríos que afectan al transporte de carbón y las condiciones de viento desfavorables, entre otros factores. La escasez en la generación de energía a partir de estas fuentes de energía está impulsando la demanda de gas”.

“Está claro que la próxima temporada de calefacción pondrá a prueba la resiliencia del mercado energético de la UE”, sentencia el documento de la presidencia checa del Consejo de la UE, que hace un análisis sobre los problemas, también para los mercados de futuros que reducen la liquidez en el presente: “Las preocupaciones de liquidez para el comercio de electricidad suponen un nuevo desafío para el mercado interior de la UE, que ejerce presión sobre las posiciones de cobertura de los actores del mercado. Las fluctuaciones diarias de precios a veces han llevado a aumentos significativos en los requisitos de margen para los contratos de futuros. Esto hace que sea casi imposible para un número cada vez mayor de empresas mantener sus posiciones, lo que desencadena su retirada de los mercados de futuros. Los niveles más bajos de participación en los mercados de futuros reducen la liquidez en estos mercados y, a su vez, exacerban la volatilidad de los precios en un ciclo de retroalimentación negativa”.

Así, el anfitrión de la reunión extraordinaria de ministros de Energía del próximo viernes, detalla una larga lista de “opciones consideradas”.

En primer lugar, el Gobierno checo habla de “desvincular/limitar el impacto del precio del gas sobre el precio de la electricidad”, algo que ya está en la agenda de reforma del mercado de la Comisión Europea, si bien Bruselas lo plantea para principios de 2023. El documento añade: “Limitar temporalmente el precio del gas utilizado para la producción de electricidad; limitar temporalmente el precio del gas importado de jurisdicciones específicas [en alusión a Rusia, cosa que también defiende Bruselas y el G-7]; exclusión temporal de la producción de electricidad a partir de gas de la orden de mérito y fijación de precios en el mercado de la electricidad”.

En el asunto de la fijación de precios en el mercado de la electricidad, la propuesta de la Comisión Europea habla de poner un topa a las energías inframarginales –como las renovables– y destinar la diferencia entre ese precio y el del gas a ayudas a hogares e industrias.

El documento de la presidencia del Consejo de la UE también habla de “aumentar la liquidez en el mercado”. En este sentido, sugiere “líneas de crédito inmediato para los participantes del mercado que experimenten margin calls muy altas [petición de aportación de nuevas garantías cuando las garantías existentes no son suficientes], incluso con una solución a nivel europeo, por ejemplo, a través del papel del BCE”; “reformar las reglas de negociación en los intercambios de energía, como modificar temporalmente los requisitos reglamentarios para las garantías en el comercio de electricidad, incluida la revisión de los ajustes automáticos de precios máximos”; “suspensiones temporales de los mercados de derivados de energía europeos”; o “sostener la negociación de futuros a bandas específicas”.

La presidencia checa también habla de “medidas coordinadas de reducción de la demanda de energía eléctrica”, en línea con las preocupaciones expresadas también por la Comisión Europea. En este sentido, considera “medidas de reducción de la demanda en el sector eléctrico, por ejemplo, similares a las medidas coordinadas de reducción de la demanda en el sector del gas adoptadas en julio de 2022” para reducir el consumo de gas en la UE en un 15%.

Así mismo, el documento, como el del Ejecutivo comunitario, habla de “limitar los ingresos de los productores de electricidad inframarginales, limitar temporalmente el precio de la electricidad que ganan los generadores inframarginales”, los célebres beneficios caídos del cielo. El texto también recoge el impacto del sistema EU ETS –el régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea–, y propone “evaluar las opciones de cómo hacer uso del EU ETS para abordar los altos precios de la electricidad actuales y garantizar que el Consejo [los 27 gobiernos] avance rápidamente hacia el acuerdo sobre los capítulos REPowerEU en los Planes de Recuperación y Resiliencia (RRF), incluida la posibilidad de utilizar derechos de emisión de la Reserva de Estabilidad del Mercado”.

Eso sí, Praga afirma que “los siguientes principios básicos de la política energética de la UE deben observarse en cualquier intervención”. Es decir, “debe preservarse la seguridad del suministro de electricidad y gas a nivel europeo”; “debe preservarse el mercado interior de la energía y los beneficios relacionados; las medidas no deben conducir a un aumento del consumo de gas, ni deben poner en peligro los esfuerzos para reducir el consumo de gas en Europa; ”la respuesta debe ser sencilla de aplicar y estar coordinada en toda la UE“; las medidas deben aliviar el impacto en las facturas de energía de los consumidores”; “coherencia con los objetivos y la implementación del Pacto Verde Europeo”.

“Las opciones de medidas de emergencia mencionadas previamente pretenden ser una respuesta inmediata a la situación extraordinaria actual”, dice el texto: “Sin embargo, deberíamos seguir discutiendo una actualización sistémica del diseño del Mercado Interior de la Energía para que esté mejor preparado para condiciones de mercado similares en el futuro. Dicha actualización debe considerarse adecuadamente, basarse en un análisis exhaustivo y una evaluación de impacto y tener en cuenta la implementación progresiva de un futuro mercado de energía descarbonizado”.

Así, para concluir, la presidencia checa lanza varias preguntas a los Estados miembros: “¿Está de acuerdo en que es necesario que la Comisión proponga medidas a escala de la UE que se adopten a tiempo para la próxima temporada de calefacción? En caso afirmativo, ¿cuál de las opciones descritas o alternativas debería seguirse? ¿Qué tipo de instrumentos específicos consideraría apropiados para lograr una pronta resolución de los problemas antes mencionados?”