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El único órgano de control del sindicato de Vox queda en manos del líder tras eliminar que lo voten sus afiliados

Rodrigo Alonso, diputado de Vox y secretario general del sindicato Solidaridad, vinculado al partido de Santiago Abascal.

Laura Olías

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El sindicato Solidaridad, que lanzó Vox el pasado septiembre, ha dejado a su único órgano de control interno en manos exclusivas del líder, Rodrigo Alonso. Los Estatutos originales del sindicato asignaban a los afiliados la competencia de “votar la elección del Comité de Garantías”, a propuesta del secretario general, para ocupar el cargo por un periodo de cuatro años. Sin embargo, la primera gran asamblea general del sindicato, en la que se ratificó a Alonso como secretario general, modificó algunos puntos de los Estatutos. Entre ellos, suprimió esta atribución a los afiliados de base.

Solidaridad –en realidad “Sindicato para la defensa de la solidaridad con los trabajadores de España” (SPDSTE)– se presentó a mediados del pasado septiembre, de la mano del líder de Vox, Santiago Abascal. Entonces, se comunicó el nombramiento de Rodrigo Alonso, empresario y diputado de Vox en el Parlamento andaluz, como secretario general por parte del “comité de dirección” del sindicato.

Aunque oficialmente Solidaridad se presenta como un sindicato independiente del partido de extrema derecha, ambas organizaciones van de la mano y se apoyan mutuamente, tanto en actos como en campañas a través de redes sociales. Uno de los últimos ejemplos, el mitin de Vox en la 'plaza roja' de Vallecas (Madrid), donde los líderes del partido fueron arropados por el nuevo sindicato.

Tras esa presentación, Solidaridad ha informado en su página web de una primera reunión de la Asamblea General, el 5 de diciembre. Esta la integran todos los afiliados que “estén al día en el pago de sus cuotas”. La Asamblea General de afiliados es “el supremo órgano deliberante y decisorio del sindicato”, según los Estatutos de la organización, aunque estos reservan una lista amplísima de atribuciones al secretario general, que en la práctica cuenta con casi todo el poder de dirección y mando en el sindicato.

La Asamblea del 5 de diciembre ratificó en el cargo a Rodrigo Alonso, como secretario general, con 338 votos a favor y 10 en contra, según los resultados colgados por el propio sindicato. También figura que se ratificó el nombramiento como tesorero de Juan Sitges Cavero, abogado del bufete y consultoría Grupo Área especializado en tributación y asesoría fiscal, y se trasladó el domicilio del sindicato del barrio de Salamanca al de Chamberí en Madrid.

Además, la reunión modificó varios puntos de sus Estatutos. Cabe destacar que en octubre de 2020 el sindicato ya afirmaba contar con casi 10.000 afiliados, pero en la Asamblea General parece que participó un número muy reducido de sus miembros. Menos de un 4%, según las votaciones de ese día difundidas por Solidaridad. En los Estatutos del sindicato se dispone que “se entenderá válidamente constituida la Asamblea General, en primera convocatoria, con la presencia, delegación de representación o voto por correo, de la mayoría de los afiliados que se encuentren al corriente en el pago de sus cuotas, y en segunda convocatoria, cualquiera que fuera el número de asistentes, salvo lo dispuesto para la reforma de Estatutos, fusión o disolución del sindicato”. elDiario.es ha preguntado al sindicato si con esa reducida participación de afiliados se puede reformar los Estatutos, pero no ha respondido al respecto.

Ya no se vota el Comité de Garantías

¿Qué artículos de los Estatutos ha retocado Solidaridad solo unos meses después de su lanzamiento? En primer lugar, elimina la votación por parte de la Asamblea General de afiliados del Comité de Garantías, que es “el órgano de control de las medidas disciplinarias internas tanto de carácter individual sobre los afiliados, como de carácter colectivo de las secciones sindicales o asociaciones provinciales”. Debe estar formado por al menos tres personas y tiene entre sus atribuciones valorar los recursos “en caso de denegación de afiliación” y “en caso de expulsión del sindicato”.

Como se apuntaba, los Estatutos originales daban al secretario general la competencia de elegir sus miembros y proponerlos a la Asamblea, pero reservaba a esta su votación. Esa atribución, que estaba recogida en el apartado c) del artículo 18 ha quedado suprimida, por 298 votos a favor y 18 en contra, según el recuento publicado por Solidaridad. Así, el órgano de control queda en manos exclusivamente del secretario general del sindicato, con lo que la disidencia interna se antoja muy complicada.

Aunque en el depósito oficial de estatutos de organizaciones sindicales ya está la copia en la que aparece eliminado este punto, en el documento que ha colgado Solidaridad en su página web de los Estatutos quedan plasmados el resto de cambios aprobados el 5 de diciembre, pero no la supresión de este apartado (18.c) que sigue en el texto. Este medio ha preguntado al sindicato sobre el motivo de esta eliminación de competencias de los afiliados de base, pero Solidaridad tampoco ha respondido. Tampoco ha contestado a si Rodrigo Alonso ha nombrado ya a este órgano de control interno.

Otro de los cambios votados el pasado 5 de diciembre consistió en eliminar al tesorero como uno de los “órganos de representación y gobierno del sindicato”, así como se desarrollaron los requisitos para presentar la candidatura a secretario general de Solidaridad (haberse afiliado al sindicato, como mínimo, tres 3 años antes de la presentación de la candidatura y que esta cuente con el apoyo del 20% de los afiliados) y se amplió el procedimiento para la convocatoria de Asamblea General.

Pese a que Solidaridad critica sin cesar al resto de sindicatos por estar subvencionados y defiende que solo se financiará mediante las cuotas de sus afiliados, permanece en los Estatutos la posibilidad de recibir fondos a través de subvenciones en su artículo 29.3: “Donaciones, subvenciones y aportaciones que, sin contrapartida alguna, se le ofrezcan y sean aceptadas por el Secretario General o por la Asamblea General de afiliados”. Además, en el 29.4 se acepta la financiación a través de “cualquier otro recurso que pueda obtener, de conformidad con los preceptos legales o estatutarios, o por decisión de los órganos de gobierno, siempre que no hipotequen su independencia de decisión”.

En el pasado, Vox también rechazaba las subvenciones a los partidos políticos, pero las aceptó cuando obtuvo representación en el Congreso de los Diputados. En el caso de los sindicatos, Solidaridad tendría derecho a subvenciones si lograra una mayor representación, algo que no ha conseguido por el momento.

Menos representación de la que venden

Poco después de su formación, Solidaridad ya empezaba a asegurar en redes sociales que había “entrado” en varias empresas y, a los pocos meses, Solidaridad ya decía a medios conservadores que tenía “representación” en varias compañías. Sin embargo, los datos que facilitaba al respecto se centraban en las secciones sindicales creadas, que pueden no tener representación. Es decir, trabajadores de un centro de trabajo afiliados a un sindicato tienen derecho a crear una sección sindical del mismo, pero esta no representa a la plantilla. Esa representación se adquiere mediante la votación de los empleados en las elecciones sindicales, por las que los delegados elegidos sí tienen la condición de representantes de los trabajadores.

La última información al respecto, del pasado 7 de abril en moncloa.com y que han replicado Solidaridad y Vox en sus redes sociales, recoge que el sindicato ya ha obtenido “representación” en “Inditex, Cepsa, Ford, Samur, Iberia y la Administración Pública, entre otras”. En una versión original del artículo, también se mencionaba Mercadona.

Fuentes de Mercadona, Iberia y Ford desmienten a elDiario.es que Solidaridad tenga representantes de la plantilla en la actualidad. En Iberia y Ford han presentado un escrito comunicando la constitución de la sección sindical a la empresa, pero por el momento no tienen ningún representante. “Las últimas elecciones sindicales fueron en 2019 y su constitución se presentó este año”, recuerdan en Iberia. En Cepsa sí cuentan con un delegado sindical entre los 400 existentes, según ha podido saber este medio.

De todas las preguntas enviadas, el sindicato Solidaridad solo ha respondido a elDiario.es a las dudas sobre su representatividad. “Actualmente tenemos casi 120 secciones sindicales constituidas y 34 delegados en comité de empresa (19 electos y el resto que se han cambiado de sindicato)”, apuntan desde la organización vinculada a Vox. “En todas las elecciones a las que nos hemos presentado hemos sacado representación”, afirman.

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