La deuda pública se redujo en 2018 tanto en la Unión Europea (UE) como en la eurozona hasta el 80 % y 85,1 % del PIB, respectivamente, mientras que el déficit público descendió al 0,6 % en el conjunto de los Veintiocho y al 0,5 % en los países de la moneda única, según datos publicados este martes por Eurostat.
En 2017 la deuda pública había cerrado en el 81,7 % del PIB en la UE y en el 87,1 % en la eurozona, mientras que el déficit se situó en el 1 % del PIB en ambas zonas, de acuerdo con la oficina de estadística comunitaria.
En el caso de España, la deuda pública se redujo del 98,1 % en 2017 al 97,1 % del PIB en 2018, lo que sitúa a ese país como el séptimo Estado miembro de la UE con el nivel más alto de deuda y entre los catorce que superan el límite del 60 % del PIB que fijan las normas de disciplina fiscal europeas.
El déficit público descendió del 3,1 % en 2017 al 2,5 % del PIB en 2018, según Eurostat.
El Ministerio de Hacienda español precisó en un comunicado que el desvío se situó en concreto en el 2,48 %, lo que supone una disminución de 0,15 puntos porcentuales con respecto al dato del 2,63 % que comunicó el Gobierno en marzo, fruto del proceso de ajuste de los datos y validación de Eurostat.
De acuerdo con estas cifras, España podrá salir del procedimiento por déficit excesivo comunitario, por el que se vigila de cerca a los países con un desvío superior al 3 %, aunque esto tendrá que ser confirmado por la Comisión Europea, previsiblemente en mayo.
España pasaría así al brazo preventivo, que pone el foco en el déficit estructural -que no tiene en cuenta el ciclo económico- y vigila además la deuda y el gasto público para que no vuelvan a descontrolarse.
En comparación con el resto de Estados de la UE, España registra el tercer déficit más elevado, igualada con Francia (también 2,5 % del PIB), y por detrás de Rumanía (3 %) y Chipre (4,8 %), los dos únicos países que aún registran desvíos superiores al 3 % del PIB.
En el lado contrario, Luxemburgo (2,4 %), Bulgaria y Malta (2 % ambas), Alemania (1,7 %) y Holanda (1,5 %) tuvieron los superávit más elevados.
En un momento en que los déficit públicos empiezan a estar bajo control en la UE tras los máximos registrados durante la crisis financiera, la atención se desvía hacia los niveles de deuda pública, que aumentaron durante la misma y pese a que la mejoría económica y los bajos tipos de interés siguen siendo elevados.
La mitad de los 28 Estados miembros cerraron 2018 con una deuda pública superior al 60 % del PIB. Las cotas más elevadas se observaron en Grecia (181,1 %), Italia (132,2 %), Portugal (121,5 %), Chipre (102,5 %), Bélgica (102 %), Francia (98,4 %) y España (97,1 %).
Por el contrario, los niveles de deuda más bajos se dieron en Estonia (8,4 %), Luxemburgo (21,4 %), República Checa (32,7 %), Dinamarca (34,1 %) y Lituania (34,2 %).
Por otra parte, Eurostat informó de que el gasto público se redujo dos décimas con respecto a 2017 tanto en el UE, al 45,6 %, como en la eurozona, al 46,8 %.