Los vecinos de El Bosque, en Villaviciosa de Odón (Madrid), están eufóricos. “Hemos ganado. Están los chats que revientan. La gente está dando saltos de alegría”, dice Borja M., residente en la zona. El ayuntamiento emitió un comunicado este miércoles para informar de que Mercadona retiraba sus planes de supermercado fantasma o 'darkstore', un minicentro logístico que pretendía implantar en el centro de la urbanización.
“El alcalde, Raúl Martín Galán, ha mantenido una reunión con los responsables de Mercadona en la que le han trasladado que finalmente no llevarán a cabo el cambio de actividad y cerrarán su centro el 31 de marzo”, dice la nota. En un texto remitido al consistorio y a este diario, Mercadona apunta que “tras estudiar el proyecto técnico, consideramos que no se dan los plazos y las condiciones de viabilidad necesarias para desarrollarlo y se decide no avanzar más en su tramitación”.
La noticia llega después de varias semanas de movilización vecinal y presencia mediática. elDiario.es publicó el pasado 5 de marzo un artículo informando del conflicto entre la cadena de supermercados y los residentes de El Bosque, situación que ya había recogido semanas antes la cadena pública Telemadrid.
Resumida, la historia es la siguiente: Mercadona había empezado a hacer pruebas para reconvertir el supermercado de la urbanización en supermercado puramente online. Un “supermercado sin clientes”, tal y como defendió en el pleno el primer teniente de alcalde. Eso suponía cerrar al público y, según los críticos con el proyecto, aumentar el tráfico de furgonetas de reparto y camiones tráiler. Los vecinos de El Bosque, una zona chalés individuales en mitad del monte, se oponían con vehemencia. Pusieron pancartas de protesta en los alrededores de la tienda y crearon cuentas en redes bajo el nombre de Stop Mercadona.
La reconversión que sugería Mercadona es consecuencia del aumento de las compras por internet. El supermercado valenciano es líder en España y, hasta la pandemia, este liderazgo le permitía ser también el primero en el canal digital. Sin embargo, cuando hace un año nos confinaron Mercadona falló en el reparto a domicilio: tuvo que cerrar la web porque no daba abasto con la demanda y otras cadenas le rascaron cuota. Además, el confinamiento provocó que muchos españoles 'redescubrieran' sus supermercados regionales y tiendas de barrio. Resultado: Mercadona perdió un 1,1% de cuota, aunque mantiene su liderazgo con un 24,5% (seguida de Carrefour y Lidl, el supermercado que más crece en España).
Antes de la pandemia, Mercadona tenía dos grandes almacenes desde los que distribuir a domicilio: uno en Barcelona y otro en Valencia. En abril abrió un tercero en Getafe, en Madrid. Estos almacenes (colmenas, en el argot de la compañía) están en polígonos industriales. Pero como con la pandemia tuvo que espabilar, Mercadona exploró la posibilidad de abrir una 'mini-colmena' en El Bosque. La empresa iba a cerrar ese supermercado al público en cualquier caso, así que probó a convertirlo en almacén y solicitó una licencia para adecuarlo. La idea era techar el aparcamiento y poner un muelle de carga y descarga.
La oposición vecinal hizo el resto. “Habéis venido diferentes medios y habéis sacado artículos, cada uno con vuestro enfoque”, continúa Borja M. “Y de repente ha saltado la noticia de que se retiran. Habíamos colgado más carteles y estábamos preparando otras actuaciones, pero esto nos llena de alegría. Mercadona nos ha llamado para decirnos lo mismo que al alcalde: que han estudiado el proyecto y que no se dan los plazos y condiciones que les interesan”.
Cuando Mercadona cierre el local quedará libre, así que los vecinos están a la espera de saber quién lo ocupará. “Lo que sí nos ha dicho Mercadona es que abrirán en otro sitio”, apunta este vecino.
La noticia llega un día después de que el pleno del distrito de Chamartín, en Madrid, aprobara por unanimidad la proposición de Más Madrid de suspender la autorización de carga y descarga para las cocinas fantasma, una modalidad similar a la de los supermercados fantasma pero en versión hostelería. Los clientes quieren pedir comida o la compra y que les llegue en poco tiempo, así que las empresas buscan cocinas y almacenes dentro de la ciudad. Los ayuntamientos se enfrentan ahora a las quejas de sus vecinos y al encaje de estas nuevas actividades (ciertamente industriales) en la normativa.