El grupo de clínicas dentales Vivanta plantea un ERE para 361 trabajadores, según ha podido saber elDiario.es y han confirmado fuentes sindicales. Vivanta, controlada por el fondo Portobello, emplea a 2.240 personas en 224 clínicas, así que el expediente afectaría al 16% de la plantilla. La mesa de negociación se constituyó el pasado viernes. La propuesta inicial es el mínimo que marca la ley: 20 días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades. Este miércoles, 2 de diciembre, está prevista la primera reunión.
“Ahora empieza la negociación, que consistirá en rebajar el número de afectados”, explica María Victoria Gómez, miembro de Comisiones Obreras presente en la mesa. “Publicaremos notas sobre cómo avanza, pero aún no podemos contar nada más”. En la mesa hay siete miembros de CCOO, cuatro de UGT, uno de ELA y solo uno de la comisión 'ad hoc', la que eligen los trabajadores sin representación. En el caso de Vivanta, eran más de la mitad de la plantilla. Fuentes expertas en derecho laboral explican que la ley facilita que los sindicatos mayoritarios estén en las mesas en detrimento de las representaciones 'ad hoc'. Sobre todo en empresas con muchos centros, en las que los trabajadores están separados.
La empresa y los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT —que no ha respondido a una solicitud de información—, han querido evitar hasta ahora que la información sobre el ERE sea pública. La situación financiera de la empresa es mala, ha empeorado con la pandemia y que se sepa que vienen recortes podría alarmar a los clientes, que cuentan con el precedente de Dentix. Dentix se declaró en concurso de acreedores el pasado mes de octubre, dejando tirados a miles de clientes y empleados, que ya arrastraban problemas en el cobro de sus nóminas. De hecho, y según se puede comprobar en LinkedIn, varios directivos de Dentix han entrado a trabajar en Vivanta en los últimos meses.
El celo por el proceso es tal que los empleados de Vivanta han recibido instrucciones para hablar del tema con clientes y medios. Tras notificarles (vía email o burofax) que el despido colectivo estaba en marcha, la empresa les ha enviado un “Protocolo de actuación” al que ha accedido elDiario.es que explica qué deben responder si alguien pregunta.
Si un cliente pregunta por los despidos o la continuidad de su tratamiento, la persona que le atienda debe dar uno de los siguientes mensajes: “la empresa está siendo afectada por las consecuencias de la actual pandemia del coronavirus por lo que ha tenido que tomar medidas para reducir costes incluyendo un reajuste de plantilla (sic.)”, “los servicios a nuestros clientes están totalmente garantizados”, “Vivanta no va a recortar en ningún caso ningún servicio ni ninguna prestación”, “Todos nuestros servicios van a seguir con todas las garantías de calidad y plazos establecidos” y “La clínica va a seguir prestando servicio con total normalidad”. Si el cliente desea más información, el empleado puede tomarle los datos para que hable con el responsable de clínica.
Si un periodista pregunta por los despidos, la persona que le atienda “no debe ofrecer ningún tipo de información, ni de carácter oficial ni a título personal”. Puede recoger sus datos y pasarlos al gerente de zona, que a su vez los derivará a la agencia de comunicación con la que trabaja Vivanta. Una de las especialidades de esta agencia, Marco de Comunicación, es la comunicación de crisis.
Fuentes de la empresa explican que la “reestructuración de personal” es “necesaria para adecuarnos a la realidad del mercado”. Estas fuentes, que evitan dar la cifra de despidos por estar las negociaciones en marcha, recalcan que Vivanta “va a poner en marcha un plan estratégico de 2021 a 2024” y que cuenta con el respaldo de sus inversores. Por eso, insisten, su caso no se puede comparar con el de Dentix. No quieren generar miedo en sus clientes.
260 millones de deuda
Vivanta nació en 2017 como grupo odontológico y de medicina estética. La creó Portobello, un importante fondo de capital riesgo español. Ese año adquirió seis empresas del sector (Unidental, Láser 2000, Doctor Senís, Plénido, Avantdent y Anaga) y al siguiente una veintena más, estas de menor tamaño. El objetivo era crear un gigante dental que compitiera en un “mercado atomizado”, tal y como describía su ex-CEO Juan Olave a Cinco Días. La justicia investiga actualmente si hubo falsedad en una de aquellas compras, la de Unidental.
Solo dos años más tarde, Portobello preparó la compañía para vendérsela a algún otro fondo. Terminó retrasando la operación para conseguir un precio mejor. El grupo, compuesto por varias sociedades, registró pérdidas de 20 millones en 2018. Las cuentas de 2019 de la principal sociedad, Cartera Vivanta, revelan que la deuda asciende a 260 millones y que la empresa ha obtenido financiación adicional del banco francés BNP y el fondo ARES. Fuentes de la compañía quitan hierro a la deuda e indican que tras sus años de crecimiento llega un “proceso de consolidación”.