Telefónica le ha ganado la primera batalla a Mediapro por los derechos de La Liga para las temporadas 2019/2020, 2020/2021 y 2021/2022. La teleco puso sobre la mesa la cifra más alta y se hizo con el grueso de los paquetes subastados por la patronal de los clubes de fútbol profesional. Sin embargo, ahora comienza un proceso para saber exactamente dónde y por cuánto ofrecerá el campeonato liguero a partir del próximo año.
La compañía, desde que adquirió Digital+ al grupo Prisa, está obligada por Compentencia a ofertar su catálogo premium a sus competidores, con el fin de suavizar su posición de dominio. Esto provoca que sus rivales, pese a no resultar adjudicatarios, todavía tengan opciones de ofrecer estos contenidos.
Tanto Orange como Vodafone han declarado que se sentarán a negociar con telefónica las condiciones para poder incluir el fútbol en su oferta. La francesa ha reconocido que ni tan siquiera participó en la subasta de La Liga, al no estar interesada en ser el propietario en exclusiva de los derechos. Vodafone no ha confirmado este extremo, pero parece factible que tampoco acudiera, al igual que hizo con los derechos de la Champions League en abril.
Precisamente la británica parece que es la que tiene más dudas sobre su oferta futbolística. Fuentes de la compañía aseguran que “tal como están ahora las condiciones, no compensa”. La empresa buscará en la negociación con Telefónica que la compañía presidida, por José María Álvarez Pallete, modifique el método de facturación para que se acerque a los intereses de Vodafone, que pide pagar por número de espectadores finales que tenga el fútbol en su plataforma y no por el número total de espectadores de Vodafone TV.
La teleco abre incluso la puerta a desprenderse del fútbol. Ya ha tomado esta decisión en otros deportes como el motociclismo, donde no ha obtenido la rentabilidad y la audiencia esperada. Sin embargo, el fútbol todavía tiene un efecto arrastre importante y si finalmente Orange y Telefónica lo ofertan, dejarían a la plataforma televisiva de Vodafone en una situación complicada, pese al incremento que ha hecho en su apuesta por series y películas.
Lo cierto es que este acuerdo es importante para las dos operadoras. Por un lado, Vodafone mejoraría la oferta de su televisión, fundamental para un mercado donde los paquetes de servicios tienen una importancia clave. Por otro, Telefónica precisa de acuerdos con terceros para la venta de los contenidos, lo que le permitiría reducir la factura final. Según informó el lunes la propia compañía telefónica, ha pagado 980 millones por temporada, lo que se traduce en un coste final de 2.940 millones de euros por la liga.
Estrategia de Telefónica
La compañía aseguró en su comunicado del lunes que “el impacto (económico) concreto para cada operador dependerá del número de ellos que contraten los canales que Movistar pondrá a la venta”. Fuentes del grupo señalaron que se presumía que sus competidores estarán interesados en ofrecer también el fútbol.
La adjudicación a Telefónica como la oferta más alta supone un punto final a las declaraciones en las que el grupo ponía en duda la inclusión del fútbol en su oferta de televisión por los “precios irracionales” que se estaban pagando. La compañía defiende que no hay un cambio de discurso puesto que la oferta de 980 millones “cumple con los parámetros de precio adecuado” para la compañía que asegura que se trata de un contenido “muy atractivo”. Aunque el importe es inferior al precio de salida de La Liga, supone un incremento del 15% en los ingresos de la patronal frente a la subasta realizada en 2015.
Telefónica ha recibido además el visto bueno de analistas y la firma de rating Moody's ha subrayado que el resultado de la subasta “refuerza su oferta y apoya a su estrategia a largo plazo”. La consultora señala que este importe está “en línea” con lo previsto y que le ayudará a mantener la competitividad en televisión.
Queda pendiente, para terminar de perfilar la oferta futbolística de cada operador, la adjudicación de los derechos de la Champions League. La subasta se realizó en abril, pero Mediapro, la propietaria, todavía no ha anunciado qué operadores ofertarán su canal BeIn Sports. En este caso, la solución no puede dilatarse en el tiempo, puesto que es para la próxima temporada, que arranca en septiembre. Tampoco se han adjudicado todavía la Copa del Rey y la Segunda División. La Liga señala que no será algo inmediato y que hay todavía un año para ello.