Iván Espinosa de los Monteros es el vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox y una de sus caras más visibles. Primogénito del ex comisionado para la Marca España y marqués de Valtierra, Carlos Espinosa de los Monteros, este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en ICADE se definía como “emprendedor” cuando se presentó como candidato al Senado en 2015.
El dirigente de Vox tiene además una amplia trayectoria empresarial en la que ha coincidido con algunos condenados por corrupción. Al menos en una ocasión le acompañó en la aventura inversora con un futuro condenado su mujer, la número tres de Vox, Rocío Monasterio. Ambos forman parte del núcleo duro de la formación ultra dirigida por Santiago Abascal y participan en la empresa de arquitectura 'Rocío Monasterio y asociados', que ella dirige. Tanto Monasterio como Espinosa de los Monteros y la formación Vox han declinado hacer comentario alguno sobre los hechos que se incluyen en esta noticia cuando se les ha preguntado por ellos.
Inversiones con un condenado por 'sándwich holandés'
En el año 2007, Espinosa de los Monteros presentó en rueda de prensa el fondo Varsovia II CB, que lanzaba la sociedad de gestión Aris, especializada en productos alternativos de inversión inmobiliaria. Su objeto de negocio era el desarrollo de suelo industrial en la capital polaca, “con expectativas de lograr una rentabilidad de un 20% anual”. Junto a él comparecían sus socios, Andrés Guillamot, Rubén Llavona y Secundino F. Velasco.
Dos años antes, en 2005, Aris lanzaba el fondo Varsovia I, para inversión en oficinas localizadas en la ciudad, “con capital de 15 millones de euros a través de aportaciones individuales de 1,5 millones”, informaba la entidad. En la actualidad, Aris SC no consta como disuelta, pero sí inactiva en la información del registro mercantil.
En paralelo a estas actividades inversoras en Polonia, uno de los socios, Andrés Guillamot, efectuaba las labores de asesoría fiscal que le costaron una condena de dos años de cárcel por facilitar un fraude en el pago de impuesto de sociedades en los ejercicios 2005 y 2008, según consta en la sentencia. En estos mismos años Guillamot y Espinosa de los Monteros eran socios.
Guillamot, técnico de Hacienda en excedencia, fue condenado por la Audiencia Nacional en 2016 por haber creado una serie de sociedades opacas para contribuir a la evasión de capitales del empresario Cipriano Villoslada, que también fue condenado, junto a la abogada María Cruz Giménez Guitart, del bufete Jiménez Torres, que se encargó de la tramitación administrativa. Guillamot aplicaba el llamado “sándwich holandés”, un método para mover dinero entre España y diversos paraísos fiscales a través de Holanda. La sentencia relata que se diseñó una “estructura societaria fiduciaria internacional” –sociedades pantalla en Holanda y las Antillas Holandesas, así como en Gibraltar– para repatriar capitales ocultos en cuentas suizas bajo la forma simulada de préstamos de no residentes, con lo que además se lograba deducir como gasto financiero intereses que en realidad eran retribución de fondos propios. De este modo se escondía la propiedad del dinero al tiempo que se conseguían importantes beneficios fiscales. Además, compartía despacho con el asesor fiscal imputado en el “caso Gürtel” Ramón Blanco Balín.
Tanto Blanco Balín como Guillamot formaron parte, junto a José María Aznar, del equipo de redacción de la revista del Centro de Estudios Financieros (CEF) en los años 80. El CEF es un importante centro de formación privado que tiene como una de sus actividades principales la preparación de opositores a los principales cuerpos, sobre todo de carácter económico y de fiscalización del Estado.
Habitabile, con Jacobo Gordon y Rocío Monasterio
Unos años antes, en 2002, Espinosa de los Monteros se asoció a otro futuro condenado por los tribunales. Se trataba de Jacobo Gordon, con quien montó la sociedad Gestión Inmobiliaria Habitabile SL. Como tercera administradora mancomunada aparece Rocío Monasterio, número tres de Vox. El objeto social volvía a ser inmobiliario: la adquisición, promoción, venta y arrendamiento “de toda clase de bienes inmuebles, fincas urbanas o rústicas”. El capital con el que crearon la sociedad fue de 3.000 euros.
Jacobo Gordon, amigo y exsocio también de Alejandro Agag, se libró de una mayor condena en el caso Gürtel por su decisión de confesar su participación en la trama de pagos con dinero negro en promociones inmobiliarias junto a Francisco Correa y el entonces alcalde del PP en Majadahonda, Guillermo Ortega. Así, Gordon, miembro del llamado clan de Becerril, vio reducida a cinco meses de cárcel y una multa de 75.000 euros su condena, frente a los dos años que pedía inicialmente la Fiscalía Anticorrupción.
Sociedad familiar con embargos
Iván es además miembro de una sociedad familiar, EGRYC SA, junto a sus padres, Carlos Espinosa de los Monteros y María Eugenia de Simón. Esta sociedad limitada aparece en varias notificaciones del Boletín Oficial del Estado (BOE) para la “notificación de embargo de cuentas bancarias” (el 4 de junio de 2008), notificaciones por incomparecencia ante Hacienda (4 de septiembre de 2009) o “requerimiento a no declarantes por impuesto de Sociedades” (24 de abril de 2009).
En 2012, el rey emérito nombraría a Carlos Espinosa de los Monteros Alto Comisionado para la Marca España a propuesta del PP. Su función era la “planificación, el impulso y la gestión coordinada de las actuaciones de las Administraciones Públicas, de los organismos públicos de ellas dependientes y de cuantas entidades públicas y privadas protagonizan y están implicadas en la promoción de la imagen exterior de España en los ámbitos económico, cultural, social, científico y tecnológico”.