Yolanda Díaz fija un punto de partida para la subida del salario mínimo en 2025: al menos, la inflación. “El mandato es que no pierda poder adquisitivo”, ha afirmado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo este martes. Eso supone que Díaz pretende subir el salario mínimo al menos un 2,8%, lo que llevaría el SMI de los 1.134 euros al mes actuales hasta los 1.166 euros brutos al mes (en 14 pagas).
La ministra de Trabajo ha anunciado esta referencia en el pistoletazo de salida del debate sobre cuánto debe subir el salario mínimo interprofesional (SMI) en 2025. Este martes, han iniciado sus trabajos la nueva comisión de expertos y expertas que asesora al Ministerio en esta materia. Además, en diciembre el Ministerio prevé citar a los sindicatos y las patronales para negociar esta cuestión en el diálogo social, ha informado Yolanda Díaz.
En la actualidad, el salario mínimo interprofesional (SMI) se sitúa en 15.876 euros brutos anuales, que suponen 1.134 euros al mes distribuidos en 14 pagas. Desde 2018, el Gobierno lo ha subido un 54%. “La historia del salario mínimo es de éxito en nuestro país”, ha destacado Yolanda Díaz, ha que subrayado que la medida ha sido positiva para reducir la desigualdad entre sueldos altos y bajos, así como para disminuir la brecha salarial entre hombres y mujeres.
“El mandato de la Comisión es la no pérdida de poder adquisitivo. A partir de ahí que trabajen”, ha respondido la responsable de Trabajo sobre el encargo de su Ministerio a los especialistas de la comisión asesora.
Fuentes de Trabajo precisan que la referencia de inflación que utilizan es “la media del año”, que se sitúa en el 2,8% en estos momentos. Este indicador es el que se utiliza para el aumento de las pensiones desde la reforma que aprobó el Gobierno en la pasada legislatura, que volvió a ligar la subida anual de las prestaciones al IPC.
La meta del 60% del salario medio
La vicepresidenta segunda ha explicado que la comisión de expertos y expertas deberá además volver a analizar “cuál es el 60% del salario medio”. Esta referencia ha sido hasta el momento la meta del Gobierno de coalición para situar el salario mínimo, siguiendo la recomendación de la Carta Social Europea.
En el último acuerdo de gobierno, PSOE y Sumar se comprometieron a que “el SMI seguirá creciendo a lo largo de la legislatura para asegurar su poder adquisitivo, garantizándose en el Estatuto de los Trabajadores que aumentará acompasado al 60% del salario medio”.
Aunque pueda parecer una referencia clara, Yolanda Díaz ha reconocido que esta meta del 60% del salario medio genera muchas interpretaciones distintas. Por ejemplo, el Gobierno dio por cumplida en 2023 esta meta, pero no así el sindicato UGT, que considera que el 60% del salario medio está por encima del SMI actual. Ello depende de qué estadísticas se tengan en cuenta y de qué dato salarial se utilice, con discusiones sobre si se debe tomar el salario medio neto o bruto, por ejemplo.
Yolanda Díaz ha reivindicado que la subida del salario mínimo que acuerde el Gobierno vuelva a guiarse por “el diálogo social y la ciencia”. En este sentido, la vicepresidenta ha sostenido que el Ejecutivo ha “acabado con el mantra” neoliberal de que los aumentos del salario mínimo generaban una gran destrucción de empleo.