“Este es uno de los días más importantes de esta legislatura”. Con estas palabras la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha presentado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la aprobación de la reforma laboral consensuada con los agentes sociales: “Con esta reforma laboral se pasa página a la precariedad en España. Se acaba con el gran déficit de España que nos hace diferentes en la UE. Por fin acabamos con lo que yo he denominado la gran anomalía española”. Por su parte, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, José Luis Escrivá, ha destacado que “este es el primer acuerdo que se logra en los últimos 15 años para tener un nuevo marco de relaciones laborales en el que han participado los representantes de los trabajadores, los sindicatos, y de las empresas”.
Díaz ha insistido en que el acuerdo del nuevo marco laboral “rompe con la precariedad. Es un acuerdo de país, porque lo han apoyado los agentes sociales, porque recoge el acuerdo de gobierno de PSOE y Unidas Podemos y es el primer acuerdo en más de 40 años que rompe tendencia de devaluación salarial y rebaja de derechos laborales. Da esperanza para no caer el la trampa de la precariedad a esos jóvenes y mujeres que no han conocido un contrato que no sea basura en su vida”.
Ante las discrepancias que han lanzado los aliados habituales de la coalición por el pacto suscrito en el diálogo social la semana pasada que obliga ahora al Gobierno a una nueva negociación con los grupos parlamentarios para conseguir los votos necesarios y que el Congreso convalide el decreto ley, Díaz ha apuntado que tiene “la convicción de que el diálogo es posible. Desde marzo había gente que no confiaban en que este acuerdo se cerrara con las tres partes, pero yo sí. Dije que no me levantaría de la mesa hasta llegar a un acuerdo y así lo hemos hecho. Escucharemos a las fuerzas políticas que nos dan apoyo. Tengo que recordar que otras fuerzas políticas lo que ofrecen es mochila austriaca, contrato único o abaratar el despido. Nuestro acuerdo mejora la vida de la gente. Espero que todos nos escuchemos y que lo mejoremos. La clave está en el diálogo”.
Durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros se han repetido las preguntas sobre la posibilidad de cambios en la norma dentro de la negociación con los partidos políticos, la ministra de Trabajo ha insistido en que “la vocación del Gobierno es mantener la norma que hemos acordado. Nos ha costado mucho. Lo más fácil hubiera sido un acuerdo de dos o tramitado solo por el Gobierno de España, pero hemos estado meses negociando para logar un acuerdo a tres. Vamos a dialogar pero esto es un acuerdo de país y deberíamos respetarlo”.
En este sentido, CCOO y UGT han expresado su satisfacción por el acuerdo alcanzado la pasada semana, tras más de nueve meses de negociaciones, por el que se modifican tanto aspectos centrales de la reforma laboral llevada a cabo por el Partido Popular en 2012, como materias de otras reformas que han devaluado profundamente los derechos laborales y salariales en nuestro país.
Ambas centrales sindicales han hecho “un llamamiento a la responsabilidad de los partidos políticos, desde el pleno respecto al trabajo de las cámaras parlamentarias, a su altura de miras, para convalidar en el Congreso un acuerdo tan importante, que elimina aquellos aspectos que han contribuido a empobrecer a la clase trabajadora, a incidir en la desigualdad social y en la pobreza laboral, y ha frenado la recuperación económica tras las distintas crisis. Además, es fruto del consenso de unos agentes sociales que han demostrado estar a la altura del papel que la legislación actual y la sociedad nos otorgan”.
Por su parte, el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha afirmado que desde la patronal “no están dispuestos” a que “se toque una sola coma” del acuerdo alcanzado entre los agentes sociales sobre la reforma laboral, que este martes se lleva al Consejo de Ministros.
En declaraciones a Europa Press, Amor ha asegurado que, “indudablemente”, la CEOE “no va a estar en ninguna foto hasta que termine el trámite parlamentario”, al tiempo que ha destacado que el citado acuerdo “mantiene la flexibilidad de las empresas” y es fruto de la “responsabilidad de los interlocutores sociales”.
“El despido debe ser la última opción”
El ministro Escrivá ha resaltado que con esta reforma “se abordan de forma sustantiva los problemas estructurales del mercado laboral: elevada e injustificada temporalidad, un desempleo estructuralmente alto, el desequilibrio de la negociación colectiva y la falta de flexibilidad interna”.
Además ha añadido que con la nueva norma se ·construye un mercado laboral en el que el despido debe ser la última opción. En esta reforma hemos vertido lo aprendido durante la pandemia para mejorar los mecanismos de flexibilidad existentes y poner en marcha el Mecanismo RED para proteger el empleo en caso de perturbación económica“.
Escrivá ha explicado que con el Mecanismo RED se proporciona a las empresas herramientas de flexibilidad interna. Por un lado, el cíclico da estabilidad interna a las empresas ante caídas transitorias o cíclicas en la actividad, evitando despidos inmediatos al shock. Las empresas podrán tener exoneraciones en las cotizaciones de sus trabajadores. mientras que por otro, con el sectorial se evita el ajuste de empleo tradicional, ya que la empresa puede activar este mecanismo durante un plazo máximo de un año (seis meses, con posibilidad de prorrogar seis meses más) y facilitar el paso de sus trabajadores a otra empresa mediante su recualificación.
Recuperación de derechos
La vicepresidenta ha incidido que frente a la anterior salida de la crisis, donde se optó “por la devaluación salarial y debilitar el poder de negociación de los trabajadores”, la nueva norma reinstaura la ultraactividad plena, de forma que los convenios colectivos se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos, sin un límite de tiempo, frente al plazo de un año establecido anteriormente.
Además, el convenio de sector recuperará su prevalencia sobre el convenio de empresa. Éste podrá regular la elección entre abono o compensación de horas extras; el horario y la distribución del tiempo de trabajo; la adaptación de la clasificación profesional y las medidas de conciliación familiar, pero no la jornada laboral ni el salario.
Críticas por la posición de los empresarios
Ante las críticas que aseguran que la patronal y los empresarios están contentos con la reforma laboral consensuada “porque no elimina los aspectos más relevantes de la reforma laboral del Gobierno del PP en 2012”, la ministra de Trabajo ha respondido que “todas las páginas salmón [propias de la prensa económica] recogen que la patronal tiene un debate muy intenso por lo que se ha aprobado. Tengo constancia de que Antonio Garamendi [líder de la CEOE] ha tenido que confrontar muchos debates internos”.
Además, Díaz ha recordado que “el acuerdo ha salido por unanimidad en los sindicatos, CCOO y UGT, pero no ha pasado así con la patronal”. En el caso de la CEOE, las organizaciones empresariales CEIM (Madrid), FOMENT (Catalunya), ANFAC (automóvil) y ASAJA (jóvenes agricultores) no apoyaron el acuerdo de la nueva reforma laboral cuando se votó en el seno de la patronal.
La ministra también ha apuntado que con la nueva norma se establece que el contrato de trabajo ordinario será el indefinido y que sólo podrán hacerse contratos temporales con causas concretas como circunstancias de la producción y por sustitución de otro trabajador con reserva de puesto de trabajo.
“El marco de la temporalidad fue el que más nos costó en la negociación, vamos a un único contrato temporal donde recuperamos la causalidad que estará muy restringida”, ha explicado. Estos contratos solo podrán utilizarse durante un total de 90 días, nunca de manera continuada. También ha señalado que el uso fraudulento de la contratación temporal se castigará con multas de un máximo de 10.000 euros por cada trabajador, no por empresa como ocurría hasta ahora.
La vicepresidenta ha añadido que el contrato de obra en la construcción pasará a ser indefinido y cuando finalice, la empresa tendrá que recolocarle o pagarle una formación. Se reduce a 18 meses en un periodo de 24 meses el plazo de encadenamiento de contratos para adquirir la condición de trabajador indefinido, frente a los 24 meses en un periodo de 30 meses vigente actualmente.