Ahorro, seguridad y emprendimiento hacia una educación financiera universal
En el listado de asignaturas pendientes de la sociedad española siempre suele colarse la educación financiera, tal y como recogen los datos de la OCDE. Así, los informes PISA revelan que el alumnado español de 4º de la ESO está 12 puntos por debajo de la media en esta materia. Aunque, pese a todo, nuestro país va mejorando año tras año, gracias a las diferentes iniciativas que se impulsan desde diferentes organismos públicos y privados.
Y es que el currículo académico deja espacio a trabajar este tipo de contenidos a través de los temas transversales, gracias a la última modificación de la ley educativa (LOMLOE). Es decir, la educación financiera puede ser abordada por los docentes como parte del temario de varias asignaturas. Concretamente, la normativa la incorpora a través de dos competencias clave: la Emprendedora y Matemática, y la referida a Ciencia, Tecnología e Ingeniería.
Al mismo tiempo, la educación financiera tiene además un desarrollo específico en varias asignaturas de Educación Primaria, ESO, Bachillerato y FP, como son Matemáticas o Educación en Valores Cívicos y Éticos, entre otras, según el informe La competencia financiera en el sistema educativo español, encargado por el Plan de Educación Financiera —iniciativa promovida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa—.
También desde las propias entidades financieras se promueven programas específicos dirigidos a la población en edad escolar. Es el caso de ABANCA y Afundación, organizaciones que desde 2015 han impulsado un plan específico que, solo el curso pasado, alcanzó a más de 200.000 alumnos y alumnas. Su objetivo es que esta materia sea relevante desde la infancia y la adolescencia, ya que, en opinión de sus responsables, la clave es mejorar su cultura financiera, lo que implica no solo tener conocimientos, sino también desarrollar una actitud positiva hacia la gestión del dinero y adoptar comportamientos que permitan alcanzar el bienestar financiero a largo plazo. En definitiva, un objetivo vital que apela a las emociones y a la importancia de vivir la vida con menos preocupaciones.
Para ampliar el alcance, ABANCA ha apostado por la implementación de formatos digitales que facilitan la enseñanza de conceptos financieros de una manera amena y accesible. De esta forma, los tres programas gratuitos tienen nombres tan sugerentes para los estudiantes como Segura-Mente, La loca aventura del ahorro y Pon tu dinero a salvo.
En el primero de ellos, los participantes deben organizar un festival escolar, con el reto de recaudar fondos para una actividad extracurricular, todo ello alineado con los valores de la sostenibilidad y el fomento de la cultura local. Este enfoque no solo les permite adquirir conocimientos sobre gestión económica, sino que también promueve la colaboración, el compromiso con el entorno y el emprendimiento.
La calidad de este programa ha sido reconocida a nivel nacional, recibiendo el premio Finanzas para todos del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), además de un galardón en los premios de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) por su contribución a la educación financiera.
Por otro lado, el programa La loca aventura del ahorro, que llega a su quinta edición, ha sido diseñado para los niños y niñas de entre 1º y 6º de Primaria. Este juego colaborativo introduce conceptos esenciales sobre ahorro y consumo responsable de forma divertida. Alineado con los objetivos curriculares de la LOMLOE, este proyecto enseña a los más pequeños a distinguir entre necesidades y deseos, promoviendo hábitos de consumo equilibrado a través de ejemplos cotidianos y sencillas operaciones matemáticas.
La importancia de la ciberseguridad es otro de los temas que ABANCA ha integrado en su oferta educativa a través del programa Pon tu dinero a salvo. En este caso, centrado en el alumnado de secundaria y FP Básica y Media, enseña a los jóvenes a identificar y protegerse de las amenazas en el entorno digital. En un contexto donde el fraude y las estafas online son cada vez más comunes, esta iniciativa busca formar a los estudiantes como “agentes especializados” en seguridad digital, brindándoles herramientas para reconocer riesgos como el phishing, las aplicaciones maliciosas y las estafas en redes sociales o criptomonedas. Como novedad, este año los participantes pueden acceder a tutorías online con asesores pedagógicos, lo que garantiza un apoyo continuo durante el aprendizaje.
Dentro del programa de educación financiera, ABANCA también respalda el desarrollo de habilidades empresariales en los jóvenes a través del programa Young Business Talent. Esta iniciativa utiliza una simulación empresarial para que los participantes experimenten la gestión de una empresa real. En su última edición, más de 11.400 jóvenes de toda España participaron en este juego, lo que les permitió desarrollar competencias clave en toma de decisiones, estrategia empresarial y resolución de problemas.
Cerrando la brecha digital
En paralelo a los esfuerzos con los más jóvenes, ABANCA y Afundación igualmente han centrado gran parte de sus esfuerzos en mejorar la inclusión financiera de las personas mayores. Este colectivo se enfrenta a desafíos particulares especialmente en zonas rurales. Por esta razón, desde 2022, un programa específico ha realizado un total de 114 acciones formativas, con la participación de cerca de 1.200 personas.
En lo que va de 2024, ya se han llevado a cabo 53 sesiones adicionales. Estas incluyen una parte teórica, donde se explican, por ejemplo, las operaciones más comunes que se pueden realizar en un cajero, y una parte práctica, en la que se demuestra el funcionamiento de estos dispositivos en tiempo real. Este enfoque práctico ha sido crucial para aumentar la confianza de los usuarios mayores y permitirles realizar sus gestiones de manera autónoma. Además, se les ofrece orientación sobre banca móvil y medidas de seguridad básicas.
Estos talleres también se han volcado en la prevención del fraude financiero, proporcionando a los mayores conocimientos sobre los métodos más comunes de estafa, como el phishing, el vishing y el smishing. Los voluntarios de ABANCA, que imparten las sesiones, juegan un papel fundamental al ofrecer una atención personalizada y responder todas las dudas de este colectivo.