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Ni son para ricos ni ofrecen poca seguridad: 7 mitos en torno a los fondos de inversión

7 mitos en torno a los fondos de inversión.

Concha González

Pese a que en los últimos años su popularidad se ha incrementado, los fondos de inversión continúan siendo un producto desconocido para el gran público. Los ciudadanos más ahorradores optan habitualmente por opciones más tradicionales, como los depósitos o las cuentas corrientes; en muchas ocasiones, debido a que ignoran su funcionamiento, aunque este sea bastante sencillo.

A grosso modo, podríamos definir a los fondos de inversión como instituciones de inversión colectiva, formados por las aportaciones de un grupo de personas, denominadas partícipes. El resultado individual que obtiene cada uno de ellos es consecuencia del rendimiento obtenido por el colectivo de inversores. El empleo de esta fórmula ofrece diversas ventajas, como una mayor flexibilidad o acceder a mercados que como individuo son inaccesibles o con mayores costes. Sin embargo, todavía existe en torno a ellos un aura negativa confeccionada a base de mitos y leyendas urbanas. A continuación, desmontamos siete de ellas:

1. Son un producto para ricos

Una de las creencias más populares es que es necesario contar con una amplia renta para acceder a este tipo de productos. Pero no es cierto. Un fondo se puede suscribir por cualquier persona, física o jurídica, siendo accesibles muchos de ellos desde importes muy pequeños (30 euros) o permitiendo realizar aportaciones flexibles. En cualquier caso, lo importante, al margen del monto inicial que se aporte, es establecer un objetivo y, sobre todo, fijar el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir, lo que nos lleva al segundo mito.

2. Son arriesgados

Existen tantos tipos de fondos de inversión como perfiles de ahorradores. Las distintas alternativas (renta fija, variable, mixtos, fondos Perfilados, etc.) ofrecen un amplio abanico de posibilidades para que cada cliente dedica qué es lo que más le conviene, en función de si es más arriesgado o conservador.

En el momento actual de mercado, con unos tipos de interés ultrabajos, se recomienda mirar las inversiones con una perspectiva de largo plazo y estar acompañado en este camino por un buen asesor.

3. Solo los más entendidos pueden invertir

Otro de los atributos que se le asigna de a los fondos es que son productos difíciles, solo aptos para expertos. Cierto es que no todos los usuarios están familiarizados con la jerga económica, pero también que la gran mayoría de entidades ofrecen un servicio de asesoramiento, para que comprendan qué se le está ofreciendo y cuáles son las implicaciones. Es el caso del Banco Sabadell, que cuenta con un equipo especializado (Sabadell Asset Management) para que el cliente conozca de la manera más transparente posible qué está contratando.

4. No puedo tocar el dinero

En este caso, también depende del fondo escogido, pero conviene aclarar que una de las mayores virtudes de los fondos es su liquidez y por ello la mayoría permite disponer del dinero en pocos días (incluso en el mismo) y sin comisión de reembolso.

5. Las comisiones son elevadas

Las comisiones máximas que se pueden aplicar las regula la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y en ningún caso pueden exceder los marcos legales establecidos. Están, por tanto, reguladas en todo momento con el objetivo de velar por el interés del inversor. Hay que recordar que las comisiones de gestión y depósito son implícitas, es decir, ya deducidas del valor liquidativo del fondo que se aplica. En algunas entidades, como en el Sabadell, existen clases con comisiones más bajas según el importe invertido.

6. Hay que escoger entre rentabilidad y seguridad

Una de las ventajas que ofrecen estos productos es la diversificación. Es decir, el patrimonio de todos los partícipes no está invertido en un solo activo, sino en muchos, y por lo tanto los riesgos no se concentran. Además, al tratarse de un producto sin una fecha cierta en la que sea obligatorio reembolsar, es posible escoger el mejor momento para disponer de nuestros ahorros, de forma total o parcial.

7. No sé dónde se invierte mi dinero

La información sobre dónde invierte cada fondo (cada uno lo hace en diferentes activos y zonas geográficas) está disponible para los inversores en un folleto que se registra en la CNMV y se le entrega antes de la primera suscripción al cliente. En el caso del Sabadell, también se puede acceder a ella en www.SabadellAssetManagement.com.

Los inversores de la entidad catalana, asimismo, reciben el último Informe Semestral, un documento donde se detalla la política de inversión, los datos generales del fondo y los económicos, cómo se distribuye el patrimonio, cómo se compone la cartera, así como cualquier hecho relevante.

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