Poder facturar el trabajo mientras se terminan los trámites para constituirse como cooperativa o entidad de iniciativa social. Es el objetivo de Impulsa Coop Servicios Integrales, una cooperativa impulsada por el Grupo Cooperativo Tangente y la asesoría Aquo, que quiere facilitar a los nuevos emprendedores una cobertura jurídica que les permita ir trabajando y facturando dinero mientras dan los primeros pasos para establecerse como empresa social.
“Hemos visto muchas veces que las entidades no tienen al principio el volumen de trabajo suficiente para constituirse y esta es una manera para que puedan empezar a facturar a los primeros clientes sin tener que esperar a terminar todos los trámites de constitución”, explica Fernando Sabín, responsable de Emprendimiento de Tangente, un grupo cooperativo madrileño que agrupa a 18 entidades de iniciativa social que ofrecen, entre otros servicios, asesoramiento sobre emprendimiento colectivo, intervención social, sostenibilidad medioambiental o educación.
Para poder constituirse como cooperativa es necesario un mínimo de tres personas con un capital de inicio y desde el principio todas las personas socias tienen que tener una base mínima de cotización. “Significa que las entidades tienen que hacer un desembolso inicial sin ni siquiera haber facturado aún nada”, señala el socio de Tangente, quien añade que lo que pretenden es que nadie “deje emprender en la economía social por una falta de apoyo”.
Flexibilidad de servicios
Impulsa Coop, que se presentó el pasado fin de semana durante la IV Feria del Mercado Social de Madrid, comenzará a funcionar en septiembre como cooperativa de segundo grado. Ello quiere decir que que los socios no son personas sino entidades. “De esta forma”, señalan desde la entidad “tendrá la suficiente flexibilidad para facturar servicios de distinta índole, desde crear una página web a realizar una consultoría ambiental”.
La cooperativa de alojamiento temporal formará parte de los servicios de asesoría de emprendimiento colectivo que ya ofrece Tangente. “Las personas que podrán beneficiarse de él deben haber participado en alguno de nuestros cursos y formar parte de un proyecto que conozcamos”, explica Sabín. No es imprescindible que todas vayan a constituirse en cooperativa. “Hay proyectos formados por dos personas que siempre y cuando se ajusten a los criterios de economía social podrán facturar a través de la cooperativa”, señala el responsable de emprendimiento.
No habrá un plazo límite para usar los servicios de la nueva entidad y las futuros proyectos podrán emplearlos “el tiempo que lo necesiten”. El objetivo es ayudar a “echar a andar nuevas iniciativas y que también les sirva para que ellas mismas vean cómo trabajan y se desenvuelven con los clientes antes de constituirse de forma autónoma”, subraya Sabín.