Compartir cómo darle un nuevo uso a una silla que ya no sirve para sentarse pero que puede ser una nueva estantería o cómo fabricar una lámpara a partir de unas botellas de cristal o cómo construir una mesa con los palés que alguien ha dejado abandonados en los restos de una obra. Son algunos de los saberes que se pueden encontrar en El-Recetario.net , una plataforma web colaborativa que comparte de manera abierta y gratuita diseños y procesos de construcción de mobiliario y objetos a partir de materiales en desuso. En funcionamiento desde hace siete años, ha puesto en marcha ahora una campaña de crowdfundingpara “darle una vuelta de tuerca a la web” e impulsar la intercooperación entre los usuarios, entre otras nuevas aplicaciones.
La plataforma está formada por lo que sus impulsores llaman “recetas” para la construcción de mobiliario y objetos de todo tipo -desde soportes para un huerto urbano hasta lámparas, juguetes o bolsos-. Cualquiera puede aportar sus diseños o procesos de construcción. El único requisito es que los materiales empleados sean objetos que ya no se usan como forma de fomentar la reutilización de los mismos.
“Hay recetas que están hechas por profesionales y que dan todo tipo de indicaciones con vídeos o planos y otros diseños están subidos por usuarios más amateur que quieren compartir las soluciones cotidianas que han encontrado a diferentes objetos”, explica Alberto Flores, miembro de Makea Tu Vida, asociación sin ánimo de lucro que fomenta el diseño abierto a partir de la reutilización de materiales y entidad impulsora de El Recetario. “Curiosamente”, subraya Flores, “las recetas que mejor funcionan con las que suben a la plataforma las personas que no son profesionales”.
Usarios de varios países
Ahora, la plataforma tiene más de 680 usuarios registrados -la mayoría están en España pero también proceden de Francia, Colombia o EEUU- y contiene más de 450 recetas donde se dan las instrucciones para fabricar los objetos: desde las herramientas empleadas hasta los conocimientos o técnicas utilizadas, que cada usuario decide cómo compartir o, quien se lo descargue, adaptar a los materiales o conocimientos propios.
“Cuando empezamos tratamos de dar uniformidad a las recetas que cada persona iba subiendo pero enseguida nos dimos cuenta de que lo mejor era dar libertad a que cada cual lo contase a su manera”, señala Flores, diseñador industrial, como el resto de miembros del colectivo, que según les van permitiendo sus empleos trabajan en El Recetario. Precisamente, la campaña de micromecenazgo busca a aportaciones para que dos personas puedan dedicarse en exclusiva a la plataforma e implementar todas las mejoras que quieren introducir.
Una de ellas es poner en marcha herramientas que permitan a los usuarios y a las personas registradas poder interactuar entre ellas como si fuera una red social. “De momento, la comunidad de sugerencias, cambios o soluciones la gestionamos a través de un correo interno y lo que queremos es dejar de funcionar como filtro y favorecer la comunicación entre los usuarios”, señala Flores.
Además, quieren mejorar la navegabilidad y desarrollar herramientas que permitan la colaboración más allá de la aportación de los propios diseños y procesos de construcción. “Hay personas que pueden cooperar revisando que las recetas estén completas, que se entiendan, o dibujando planos o traduciendo a otros idiomas los procesos para que lleguen a más gente”, indica el diseñador. La campaña, que busca recaudar 10.990 euros, ha logrado reunir 4.160 euros y estará abierta hasta el 20 de julio. “La finalidad de la plataforma es buscar el empoderamiento ciudadano a través de su sabiduría popular”, subraya Flores.