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Un emprendimiento social convertido en multinacional

Pooran Desai y Sue Riddleston se dieron cuenta allá por 1992 que la sobreexplotación de recursos naturales estaba convirtiéndose en una de las causas clave para la degradación medioambiental. Así que pensaron que “si éramos capaces de producir los bienes que necesitamos con recursos locales especialmente renovables y reciclados se podría reducir el impacto”. Ese es el germen de bioregional. Un proyecto social y medioambiental que, tras nacer en Gran Bretaña, ha crecido hasta hacerse multinacional.

Bioregional inventa y suministra comunidades y negocios de sostenibilidad auténtica. Como tantos emprendimientos sociales, “nació como una organización sin ánimo de lucro pero siempre tuvimos la idea de incrustarnos en la economía”. Y así lo han conseguido. Basta decir que tienen oficinas, según recuentan, en Brasil, Estados Unidos, China y Suráfrica. Su idea principal es extender las prácticas de sostenibilidad en diferentes campos. Esto quiere decir que, por ejemplo, Bioregional ofrece soporte para que las empresas puedan funcionar con estos criterios. Pero también tratan de colaborar con los poderes políticos para influir en sus políticas medioambientales (el Ayuntamiento de Londres ha utilizado sus servicios). También tratan de introducirse en los métodos de producción y cadenas de empresas para vender la idea de hacerlos más verdes.

Esta proyecto es grande. No es un emprendimiento de dimensión reducida pero sí trabaja con esas premisas. A lo largo de su historia ha creado cinco compañías que se dedican por ejemplo, a la creación de biomasa para la producción de energía (Charcoal Company) o a la gestión forestal (Forestry Company). También una compañía para la producción sostenible de pasta de papel para la que han creado su propia tecnología (Minimills: micromolinos).

Otra de sus actividades (quizá de las más llamativas) es la red de Comunidades Sostenibles. Se trata de localidades de buen tamaño que intentan crear ciudades en un marco de baja emisión.

Su buque insignia es BedZed, Surrey, Inglaterra. Completada en 2002, se trata de un centenar de casas con espacios de oficinas Asociación Peabody y los Arquitectos zEDFactory. Con la configuración de esta localidad se reducen, aseguran, “un 50% las emisiones de carbono”. Según los creadores, “el 80 o 90% de las emisiones que deben reducirse pueden conseguirse con un coste eficiente pero depende de que los gobiernos y las empresas colaboren en sus parcelas:los servicios y las producción”. El consumo de energía en las casas de esta comunidad son un 60% menores de la media.Petit Riviere (Canadá), Sonoma Mountain Village (EE UU), Barangaroo (Australia) The Hills (China) Mata de Sesimbra (Portugal) son ideas que han inspirado en los valores de BedZED, comentan desde la compañía.