Integrar con trabajo y deporte

Lo que empezó como un club de baloncesto para fomentar el deporte entre personas con discapacidad se ha convertido 27 años después es un grupo empresarial con ocho centros especiales de empleo donde trabajan más de 600 personas y hay cinco clubs deportivos donde se pueden practicar hasta 10 disciplinas diferentes. La asociación de personas con discapacidad de Albacete, Amiab, es la entidad sin ánimo de lucro que gestiona el grupo, de mismo nombre, y trabaja con un único objetivo: mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Y ello pasa por integrarlas a través del trabajo y del ocio.

“Desde la asociación empezamos a integrar a las personas con discapacidad física a través del deporte, ofreciendo información y formación a los socios; luego vimos que esa integración también debía hacerse a través del empleo”, explica la presidenta de Amiab, Encarna Rodríguez. En 1996 la entidad creó su primer centro especial de empleo con tan solo cinco trabajadores y ofreciendo servicios de desratización y desinfección. Ahora ya funcionan ocho centros repartidos en ocho comunidades autónomas y trabajan tanto en servicios de limpieza integral, de lavandería, de lavado automático, de reciclaje o de manufacturación o gestión de residuos medioambientales, entre otros.

Su trabajo es garantizar estructuras de apoyo para lograr la plena integración laboral de una persona sin importar el tipo de discapacidad que tenga. “En primer lugar realizamos una entrevista, vemos cuál es la formación de esa persona o qué necesidades de formación necesita”, señala la presidenta de la entidad. Y después, en función de las capacidades de cada una, puede comenzar a trabajar en uno de los centros de Amiab o en una empresa ordinaria. “Abarcamos todos los ámbitos y nosotros podemos ofrecer formación específica en una necesidad que haya que cubrir en un determinado momento ya sea en nuestros centros y fuera de ellos”, explica y pone como ejemplo cómo hace varios años impartieron varios cursos de formación para teleoperadores de telefonía.

“No se trata de que trabajen solo en nuestros centros sino que también puedan tener oportunidades de trabajo en otras empresas”, subraya. Cree que su valor no es solo la integración social y laboral de las personas con discapacidad sino también “la confianza que depositan” en ellos las empresas que contratan sus servicios. Y ello, subraya, “es porque ofrecemos un trabajo de calidad”.

Sorteando la crisis

Incluso con la crisis el grupo ha logrado mantener y crear empleo. “En 2008, en uno de los centros los clientes empezaron a fallar y lo que hicimos fue reubicar a los 40 trabajadores que allí había, ahora en el mismo lugar, ya hay trabajando 120 empleados”, señala. Opina que el hecho de que se hayan podido mantener y crear empleo durante estos años de crisis se debe sobre todo a que siempre estaban abiertos a empezar nuevas líneas de negocio. “Por ello empezamos a trabajar en servicios de reciclaje, porque vimos que había oportunidades de empleo”, subraya.

Esa constante innovación es lo que le ha valido ganar el VI Premio Integra -dotado con 200.000 euros-, que cada año otorga el BBVA, y que tiene como objetivo reconocer la labor de aquellas entidades que generan empleo para personas con discapacidad. Según señaló la entidad bancaria en una nota, el jurado ha valorado positivamente la “la máxima implicación por la generación y mantenimiento del empleo de las personas con discapacidad de Castilla-La Mancha con un excelente sistema de gestión de calidad y gran diversificación de sus líneas de negocio”.

“Para nosotros estos premios suponen un reconocimiento por todo el trabajo que realizamos cada día”, afirma Rodríguez, quien también subraya la integración que se realiza desde la asociación a través del deporte. En la entidad existen cinco clubs, baloncesto, tenis, atletismo, natación y ciclismo y también practican otras tantas disciplinas deportivas como el piragüismo o el esquí. “No solo se trata de integración laboral sino también social y por eso animamos y enseñamos que también es posible el ocio inclusivo”, afirma.