Cuando a Lola Palacio, ingeniera industrial, vio que su ámbito de trabajo, el sector de la automoción, se le empezaba a quedar pequeño, decidió dedicarse a su verdadera vocación, la arquitectura de interiores. Tras un tiempo formándose, comenzó a realizar sus primeros proyectos y mientras montaba desde cero una oficina se dio cuenta que en el mercado no encontraba la pizarra que necesitaba. Y no era otra cosa que una que sirviera tanto para escribir en ella, como para pegar notas o incluso proyectar imágenes. Se puso a investigar y a trabajar varias posibilidades y finalmente inventó el producto que buscaba.
Así es como nació Concepto Industrial, una empresa que fabrica pizarras de vidrio magnético multifuncional. “Con ellas tenemos en la misma superficie lo que antes necesitábamos con varios objetos”, explica Palacio, quien señala que su producto sustituye en uno solo lo que puede ser una pizarra, un corcho o panel magnético para dejar notas o fotos, una pantalla para proyectar imágenes e incluso otra para reflejar la luz e iluminar espacios.
El material del que está hecho es un vidrio completamente reciclable y el material es respetuoso con el medio ambiente ya que está hecho de base de sílice natural, “por lo que no está contaminada ni contamina”, indica Palacio. Este compromiso social y de sostenibilidad se aplica a todo el proceso de elaboración de otros componentes y envío del producto. “Todos los materiales de embalaje están realizados partir de materiales reciclados y todos son reciclables”, señala la inventora de la pizarra.
Integración de personas con discapacidad
Además, los imanes que se colocan en las pizarras están elaborados por personas con discapacidad intelectual que forman parte de algunos de los programas de la Asociación Juan XXIII, que desde hace años trabaja por la integración y formación de estas personas. “Nuestra intención es que con el tiempo ellos también puedan integrarse dentro de la empresa como cualquier otro trabajador”, señala Palacio.
Por ahora, en Concepto Industrial trabajan directamente cinco personas, que pueden organizarse según el horario que más les convenga de cara a conciliar vida familiar y laboral. Así, aunque cuentan con un horario propuesto de ocho de la mañana a cinco de la tarde, más parecido a los estándares del resto de Europa, que a lo que es habitual en España, se pueden realizar los descansos necesarios, o incluso los recados personales que se necesiten.
La empresa, una de las 10 seleccionadas para participar en Momentum Project España 2014, hace apenas un mes que se ha mudado a su nueva sede, donde han podido, tras dos años separados, unificar la oficina y el taller. Se trata de una nave que estaba abandonada en el puerto de Marín (Pontevedra). En un principio la Autoridad Portuaria no estaba muy convencida de alquilar el espacio a una empresa que no estuviera relacionada con la mar, aunque finalmente vieron que incluso las pizarras de vidrio podían ser útiles en los barcos. “La caída en el sector naval ha ido cerrando muchas empresas y dejando espacios vacíos que si no se usan al final acaban muriendo, y traer aquí nuestro taller y oficinas es una forma de reutilización más”, subraya Palacio.