Se buscan talentos. No hace falta que sepas tocar la armónica ni caminar hacia atrás haciendo el pino. Si ganas, no recibirás como premio un cheque de cartón gigante mientras te cae encima confeti dorado. Es otra clase de premio. Es otra clase de concurso. Se buscan talentos para trabajar en empresas multinacionales. Sí, leíste bien, para trabajar. Hace tres años nació un provocativo evento anual de la mano de Universia y Trabajando.com, llamado Jumping Talent, que busca convertirse en un trampolín laboral para universitarios.
Tras dos exitosas ediciones, Jumping Talent vuelve este jueves 26 de marzo al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid donde se verán las caras los 108 candidatos y los equipos de recursos humanos de 12 empresas multinacionales. Los aspirantes podrán conseguir prácticas profesionales con formación u ofertas de primer empleo en Accenture, Amadeus, Banco Santander, Bankinter, Deloitte, Everis, Ford, Mediaset, KPMG, Psa Peugeot Citroën, Saint Gobain y Vodafone. De eso va el juego, de acercar el mejor talento español al mercado laboral de una manera diferente, según nos cuenta Natalia Pérez, una de las creadoras del concurso.
Los candidatos -seleccionados entre más de 4.000 inscritos- han tenido que pasar un duro proceso de selección, realizado por Universia, que ha durado seis meses. Uno de ellos se ha colocado directamente en la final saltándose el agotador proceso. Se trata del “candidato 108” quien ha demostrado ante una cámara su desparpajo y ha logrado que su vídeo fuera uno de los más votados en las redes sociales. Además del ingenio todos los finalistas tienen cosas en común. Comparten un intachable expediente académico, un alto nivel de inglés, incluso hay muchos que hablan dos o tres idiomas, y han vivido una experiencia profesional internacional, bien en forma de prácticas o de programas educativos europeos, como la beca Erasmus.
¡A jugar!
Al concurso no sólo van entrenados los candidatos, las empresas participantes tienen desde hace unas semanas un book con información detallada de cada uno de los finalistas.
Durante todo el día se suceden las pruebas, por equipos e individuales, que consisten en demostrar competencias de trabajo en equipo, de resolución de problemas y a fin de cuentas de saberse vender. Ese ambiente informal permite a las empresas conocer al candidato en su estado puro, revela una de las directoras. Aunque sólo un equipo resulte el ganador todos lo serán cuando suene el teléfono la semana siguiente, ya que el objetivo final de Jumping Talent es que los 108 finalistas consigan empleo. Y no sólo ellos, sino todos los candidatos que pasaron el exigente proceso de selección. Con ellos Universia ha creado una rica base de datos que ofrecerá a las empresas interesadas.
En las anteriores ediciones más del 90% de los participantes lograron entrar en una de las empresas participantes, bien con un contrato de prácticas porque aún estaban estudiando la carrera universitaria o bien en forma de contrato porque ya eran licenciados o graduados. Es el caso de Marusa Forján, una de las participantes del año pasado que entró contratada en el departamento de control financiero e ingresos de una empresa de telecomunicaciones. Con una beca apunto de acabarse, esta graduada en Finanzas por la Universidad Europea de Madrid decidió probar suerte con esto del talento y allí además de hacer amigos recibió no una, sino dos llamadas de teléfono para hacer una entrevista. “Fue una oportunidad muy buena para darme a conocer y ver las oportunidades del mercado laboral”, reconoce. Aunque no sabía que esperar vivió una experiencia muy divertida que le dio la posibilidad de seguir aprendiendo dentro del mercado laboral.