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Dale una segunda oportunidad a los residuos

Belén Gómez

Te vistes con botellas de plástico, te sientas sobre latas de aluminio y pedaleas sobre una bicicleta que monta llantas hechas con latas de refresco... Tranquilo, no tienes el síndrome de Diógenes ni estás en un universo post apocalíptico, como el que retrata la película Mad Max. La basura está de moda.

Dar una segunda vida a la ingente cantidad de envases que generamos es uno los objetivos para luchar contra la contaminación, a la vez que ahorramos recursos naturales y energéticos, generando así menos dióxido de carbono y previniendo el efecto invernadero.

¿Qué pasa con los residuos que reciclamos? Tras depositar los residuos en los distintos contenedores, los ayuntamientos los recogen y los transportan a las 95 plantas de selección que están repartidas por toda la geografía española. Allí se clasifican por tipo de material y, luego, son procesados para convertirse en nueva materia prima con la que se fabricarán nuevos productos. 

18 botellas de plástico por futbolista

Muchas equipaciones deportivas están fabricándose con poliéster reciclado, extraído de botellas de plástico usadas que tras triturarse y fundirse producen un hilo fino que se usa para crear la tela. Nike lleva, desde 2010, diseñando camisetas, pantalones y medias de fútbol con este material –transpirable, impermeable, ligero y sostenible- para muchas selecciones y equipos como el Barcelona. 18 botellas de plástico son las que lleva encima un futbolista cuando sale al campo.

Por su parte, Ecoalf, una marca española de moda reciclada, realiza sus prendas, mochilas y zapatillas con redes y botellas de plástico recogidas del Mediterráneo, así como con neumáticos usados. Para una chaqueta usan 90 botellas de plástico usadas, mientras que para tejer un bañador sólo hacen falta cinco. También la marca española de ropa Skunfunk lleva introduciendo el poliéster reciclado en sus prendas, junto a materiales orgánicos, desde 2009.

También acelera Ford en el terreno del reciclaje y tapiza algunos de sus modelos más populares, como el Focus, con 22 millones de botellas de plástico. Además transforma materiales de deshecho en piezas para automóviles nuevos y la ropa da lustre a sus interiores. Pero, para que estas marcas y otras tantas puedan seguir trabajando con materiales reciclados, los ciudadanos tienen que llevarlos al contenedor correspondiente: los envases de plástico, latas y briks, al amarillo y los envases de papel y cartón, al azul.

Segunda vida

Tras su recogida, los envases del contenedor azul, papel y cartón, son trasladados a una planta de recuperación donde se limpian, se clasifican y se prensan en balas de dimensiones y pesos estandarizados. Luego se convertirán en bobinas de papel nuevo para cajas de zapatos, de cereales y periódicos, entre otros. Para que sirva de ejemplo, seis cajas de cereales generan el papel necesario para imprimir un libro.

Mientras, los envases depositados en el contenedor amarillo -plásticos, metales y briks- viajan a las plantas de selección y, de allí, a sus respectivos recicladores. De este contenedor saldrán reconvertidos en fibras textiles, piezas de automóvil, llantas de bicicleta, o sillas.

Los plásticos, PET, PEAD, film y plástico mezcla, son convertidos en poliéster reciclado con el que se crean las fibras textiles, como lo demuestra que el diseñador Moisés Nieto ha presentado recientemente, dentro de la pasarela TRESemmè MFSHOW WOMEN, la colección Ecoembes en la que el 80% de los tejidos empleados proceden de materiales reciclados.

Con las latas, compuestas de aluminio, se fabrican nuevas latas de refresco o de conservas, ahorrando recursos y energía. También dan forma a llantas de bicicleta (80 latas) y a sillas (550 latas de aluminio). Por su parte, los tetra briks, los más difíciles de clasificar por su composición: papel, polietileno y aluminio, serán aglomerado para muebles o lingotes de aluminio en su vuelta a la industria.

Y reciclando los residuos que generamos conseguimos reducir su impacto ecológico negativo y darle una nueva vida. ¿Cómo no va a estar de moda?

Te vistes con botellas de plástico, te sientas sobre latas de aluminio y pedaleas sobre una bicicleta que monta llantas hechas con latas de refresco... Tranquilo, no tienes el síndrome de Diógenes ni estás en un universo post apocalíptico, como el que retrata la película Mad Max. La basura está de moda.

Dar una segunda vida a la ingente cantidad de envases que generamos es uno los objetivos para luchar contra la contaminación, a la vez que ahorramos recursos naturales y energéticos, generando así menos dióxido de carbono y previniendo el efecto invernadero.