Este blog es un espacio para la concienciación social en torno al reciclaje de envases. Un punto de encuentro para todos aquellos que quieren hacer un pequeño gran gesto para ayudar a la conservación del medio ambiente.
¿Dónde tiro esto, al contenedor amarillo o al azul?
El año pasado se reciclaron en España un total de 1.300.339 toneladas de envases domésticos, lo que supone un 74,8% de los que se ponen en el mercado. Vamos por el buen camino del reciclaje, dándole una segunda vida a los envases, reduciendo el consumo de recursos y el impacto ecológico negativo. Pero muchos de estos envases terminan a veces en el contenedor equivocado por error. Por eso, en este post te resolvemos las dudas que te generan algunos residuos a la hora reciclar.
Al contenedor amarillo
¿Qué tipo de envases debemos tirar aquí? A este contenedor deben ir los envases de plástico, metal y los briks. El plástico tarda unos 700 años en degradarse, por eso no dudes en lanzar los envases de este material al contenedor amarillo.
Plástico: Desde botellas de agua, champú, suavizante, detergente, aceite… hasta bandejas y envoltorios de carne, verdura y pescado. También las tarrinas de mantequilla, los envases de yogures y las bolsas de patatas fritas, bollería o de frutos secos, por ejemplo.
El plástico de burbujas, el envoltorio del plástico film, o las bolsas de la compra pueden reciclarse.
Metal: A este contenedor también deben tirarse envases metálicos como bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante, tapas y tapones metálicos además de briks de leche, zumos y sopas, entre otros.
Briks: Los envases de este tipo que contienen leche, zumos y sopas, entre otros, también deben ir al amarillo.
Y no te olvides de las latas de cerveza o de conservas que al estar compuestas de aluminio se pueden reciclar un número ilimitado de veces. Por supuesto aquí también podrás tirar el papel de aluminio del bocadillo.
Eso sí, aunque lo que quieras tirar a la basura esté fabricado con plástico no tiene por qué acabar siempre en el contenedor amarillo. Los juguetes rotos, biberones, utensilios de plástico de la cocina o cubos de plástico, NO se reciclan así que tienes que tirarlos al contenedor de desechos orgánicos. Así como los blister de los medicamentos que deben llevarse a un punto SIGRE de las farmacias.
Cartón y papel, al azul
Las revistas que guardas desde el 94, periódicos viejos, cajas de cereales, de zapatos, de alimentos congelados… Todos deben ir al contenedor azul para que vuelvan a convertirse en papel y así reducir la sobreexplotación de recursos naturales.
Hay algunos productos que acaban en este contenedor por error. ¿Nunca has tirado aquí el brik del zumo o de la leche? Los briks además de cartón están hechos de plástico y aluminio, así que deben ir al amarillo. Y las servilletas de cocina, papeles muy sucios y pañales, por mucho que estén hechos de papel, deben ir al contenedor de desechos orgánicos.
Vidrio, al verde
Las botellas de vino, cava o licores varios deben ir al contenedor verde, junto a los frascos de perfume y colonia y los tarros de conservas, mermeladas, vegetales... Los tapones, si son de corcho natural deben ir al contenedor de basura orgánica y, si son de plástico, al amarillo. El vidrio puede ser reciclado al 100% una cantidad indefinida de veces, tras ser lavado y fundido.
No te equivoques entre vidrio y cristal y pongas aquí tazas, vasos y platos rotos, ya que éstos tienen que ir al punto limpio. Tampoco el contenedor verde es lugar para espejos o bombillas que deberás tirar también en el punto limpio.
Al punto limpio
Hay muchos objetos cotidianos que deben tirarse en contenedores específicos o en los distintos puntos limpios que hay en las ciudades por su alto componente contaminante, como es el caso de las pilas. Las bombillas tampoco deben tirarse en la basura, como los electrodomésticos, aparatos electrónicos o el aceite usado que deben depositarse en un punto limpio.
El año pasado se reciclaron en España un total de 1.300.339 toneladas de envases domésticos, lo que supone un 74,8% de los que se ponen en el mercado. Vamos por el buen camino del reciclaje, dándole una segunda vida a los envases, reduciendo el consumo de recursos y el impacto ecológico negativo. Pero muchos de estos envases terminan a veces en el contenedor equivocado por error. Por eso, en este post te resolvemos las dudas que te generan algunos residuos a la hora reciclar.