Contestar un whatsapp en el semáforo, hablar por teléfono cuando estás llegando a casa, olvidarte de la sillita del niño al irlo a recoger al colegio… Todos hemos cometido pequeñas infracciones al volante. Son estas pequeñas faltas y distracciones durante la conducción las culpables de la mayoría de accidentes de tráfico. Por eso, nunca está de más refrescar los consejos básicos de seguridad vial para que tengas un viaje seguro y acabes de una vez por todas con los malos hábitos de conducción.
Antes de comenzar tu ruta, sea corta o larga, no debes olvidarte de revisar tu vehículo, si necesita agua, gasolina, etcétera, así como de consultar el estado de carreteras y autopistas. Prepara la ruta de antemano, bien revisando el recorrido o programando tu GPS antes de salir, lo que te dará más seguridad al volante, alejándote de distracciones.
Si viajas con niños deben ir sentados detrás con los sistemas de retención infantil -adecuados para su edad- y en caso de que lleves muchos bultos debes colocarlos de manera correcta para evitar que se muevan durante el trayecto, o en caso de accidente. Aquellos que viajen con perros también deben emplear unos sistemas de retención adecuados y homologados, no vale con decir que se portan bien.
Silenciamos el móvil para evitar la tentación de mirarlo a cada pitido, nos ponemos el cinturón y ahora sí, arrancamos el vehículo. Si no puedes dejar de revisar tus redes sociales cada minuto hazlo antes de ponerte en marcha, así rebajarás la tensión y te centrarás sólo en la carretera. En caso de que te pierdas y quieras ver cómo llegar en el móvil pide ayuda a los otros ocupantes del coche o si vas solo, para en el área de servicio más cercana, no lo hagas mientras conduces.
No te deslumbres y mantén la calma
Lleva siempre agua y unas gafas de sol para los días soleados, ya que puedes deslumbrarte y perder visibilidad. Aunque no estés cansado y tengas ganas de llegar a tu destino debes parar a descansar cada dos horas para estirar las piernas, hidratarte y relajarte unos minutos antes de volver a ponerte en marcha.
En caso de que nos sorprenda la lluvia o la niebla, no te asustes, rebaja la velocidad, no frenes bruscamente y enciende las luces de cruce o las antiniebla. Busca una referencia como las marcas de la carretera, circula por el carril derecho, aumenta la distancia de seguridad y adapta la velocidad, de manera prudente, sin ir muy lento porque podrías provocar accidentes o retenciones.
En caso de accidente o de que tengas que hacer una parada de emergencia, debes mantener la calma. Siempre que puedas debes situar el coche en el arcén derecho y encender las luces de emergencia, para que los otros coches te vean. A continuación ponte el chaleco reflectante y coloca el triángulo de emergencia a 50 metros del vehículo. Por una cuestión de seguridad no te quedes dentro del coche, sitúate detrás de la barrera de seguridad mientras esperas a que venga la grúa, el personal de asistencia en carretera o acércate a los postes de SOS que hay en las autopistas. En cambio, si eres tú el que vas circulando y ves un coche parado en el arcén abandona el carril de la derecha y circula por el central para mayor seguridad.
