Mosquitos y medusas: qué hacer frente a las picaduras más comunes del verano

Estamos en plena época veraniega, un tiempo en el que se conjugan calor y humedad elevados y que no solo son sinónimo de vacaciones y relax. También es una época en la que se activan un gran número de insectos como mosquitos que, lo más probable, acaben picándonos en un momento u otro. Para muchas personas también es un tiempo excelente para disfrutar de un día de playa donde, además de encontrar un buen lugar donde refrescarse, es probable toparse en el agua con alguna medusa, cuya presencia es cada vez más habitual en nuestras costas. 

Tanto mosquitos como medusas pueden acabar amargándonos el verano de alguna forma porque, aunque la mayoría de las picaduras no suelen tener consecuencias graves, un pequeño porcentaje sí puede dar lugar a reacciones alérgicas. Por este motivo es clave conocer los principales síntomas y de qué manera hay que prevenirlos.

Mosquitos: uno de los insectos que más pican

Recibir una picadura de mosquito es algo casi inevitable y, aunque no son graves, sí suelen ser muy molestas. Los mosquitos hembra pican para conseguir sangre y las proteínas necesarias para la producción de huevos. Cuando lo hacen, inoculan una sustancia vasodilatadora y anticoagulante, irritante y responsable de que aparezca una especie de ronchas rojas, que son las que provocan picazón. Se trata de reacciones cutáneas que suelen desaparecen solas. 

¿Por qué suelen picar más a unas personas que a otras? Aunque seguramente hemos oído más de una vez que los mosquitos van a la sangre dulce, “no hay explicaciones científicas sobre este dato, aunque sí está claro que los olores a perfumes o la temperatura de la piel pueden atraer a más insectos”, reconoce la Doctora Mar Fernández Nieto, especialista del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Un cóctel de factores puede estar detrás de los molestos picotazos.

Solo algunos casos, los efectos pueden ir un poco más allá y es posible que aparezca hinchazón, dolor e irritación. En este caso, ¿hablamos de alergia a los mosquitos? “La mayoría de las veces se trata de reacciones locales tóxicas por la propia inoculación de sustancias anticoagulantes, enzimas, entre otras, del propio insecto”, afirma la especialista, que admite, además, que nada tiene que ver la picadura de mosquito con la de avispas o abejas, que sí “ocasionan verdaderas reacciones alérgicas mediadas por la inmunoglobulina E que pueden ser mortales”.

¿Hay alguna medida eficaz para evitar que nos piquen los mosquitos? Aunque ninguna es efectiva al 100%, sí hay algunas formas de prevenirlo, como “dormir con mosquitera física de tela en la cama e instalar mosquitera en las ventanas y puertas; usar repelentes eléctricos en las habitaciones y repelentes en crema porque en espray se evaporan enseguida”, aconseja Fernández Nieto. Solo en algunos casos, y siempre bajo prescripción médica, se puede usar “alguna pomada con costicoesteroides o tomar algún antihistamínico”, recomienda la especialista. 

Medusas: las picaduras más comunes de la costa

La combinación agua y mar es uno de los destinos favoritos del verano para muchas personas. Aunque puede evocarnos algo idílico, esta visión puede echarse a perder si, en nuestro camino, se cruza una medusa y nos pica. En la mayoría de los casos, si esto sucede, aparecerá una erupción en forma de ronchas o habones, que pican y escuecen. 

En algunos casos, puede aparecer una reacción más grave, como reconoce Fernández Nieto, según la cual “nuestro grupo Alergia FJD ha descrito uno de los primeros casos de anafilaxia por alergia a la medusa. No son picaduras sino reacciones por el contacto con los tentáculos urticantes de estos animales”. En estos casos puede aparecer una reacción generalizada con una anafilaxia: mareo, dificultad para respirar o vómitos, entre otros.

Hay personas que pueden sufrir reacciones más severas tras la picadura de una medusa, como niños pequeños, ancianos y mujeres embarazadas; personas con algún tipo de alergia, sobre todo en la piel; o asmáticos. 

El problema es que estos animales transparentes y gelatinosos tienen sustancias tóxicas venenosas y, en algunos casos, ciertos animales “incluso tienen veneno mortal”. La prevención para que esto no suceda es fundamental, y esto pasa por no bañarnos donde hay medusas. Pero, ¿cómo podemos saber si en una zona hay medusas o no? 

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) aconseja reportar todas las picaduras por medusas a través de la aplicación de avistamientos de medusas Medusapp, creada por la Universidad de Alicante, y que permite a cualquier usuario advertir del avistamiento de una medusa y ofrecer en tiempo real un mapa de los lugares donde se detecta su presencia. También ofrece información sobre la peligrosidad de la especie y consejos sobre cómo actuar en caso de picadura.

En este sentido y, si pese a todo nos pican, Fernández Nieto aconseja “acudir al puesto sanitario más cercano, donde sabrán mejor qué hacer”. En ningún caso deberemos manipular la picadura ni tocarla ya que podrían quedar vesículas con veneno; tampoco usar agua dulce porque se podrían romper las células urticantes y multiplicar su efecto. Siempre es aconsejable consultar con un especialista en alergia puesto que “existe un infradiagnóstico de las reacciones alérgicas por contacto con medusas”, reconoce Fernández Nieto.