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Parto respetado: la mujer y el bebé como protagonistas

Una mujer embarazada asistida por una sanitaria.

Mercè Palau

El momento del nacimiento de un hijo es uno de los más esperados para una mujer embarazada. Un nacimiento al que se acerca, quizás con cierta inquietud, pero al que no debe tener miedo ni pavor. Precisamente para dar apoyo a la madre en estos momentos, desde hace unos años han ido surgiendo iniciativas para reivindicar una mejor manera de dar a luz.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboraba en 2018 una guía de asistencia obstétrica destinada, precisamente, a ofrecer una experiencia positiva en el nacimiento. En ella equipara una asistencia médica de calidad con una experiencia positiva de la mujer y su acompañante. El cuidado respetuoso durante el parto se ha descrito como “un derecho humano universal que abarca los principios de la ética y el respeto por los sentimientos, la dignidad, las elecciones y las preferencias de las mujeres”.

Conscientes de todo ello y de la importancia de que el momento del parto debe quedar como una experiencia única e inolvidable, son cada vez más las mujeres embarazadas que buscan un servicio que las respete, las valore y, sobre todo, las informe. Un ambiente y un cuidado a la medida de sus necesidades para sentirse seguras, respetadas y en buenas manos hasta el momento de nacer su bebé.

Los profesionales son fundamentales, pero no son los protagonistas. Sí son los que deben guiar, aconsejar, escuchar y acompañar para que la madre pueda tomar las mejores decisiones a la hora de dar a luz. 

La mujer, protagonista de su parto

La mujer busca cada vez más respeto por su cuerpo, su bebé, sus derechos, su voluntad y necesidad de ser informada de los riesgos y beneficios, sus deseos y expectativas. Algo que destaca la Asociación Española de Psicología Perinatal sobre lo que debe ser el parto respetado en un momento de gran vulnerabilidad como es este.

Y algo también en lo que trabajan los 18 ginecólogos y las 13 matronas del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Infanta Elena, galardonado por su iniciativa “Búnker paritorio” en los premios COVIDde la Fundación QuirónSalud y finalista al Mejor Servicio de Ginecología y Obstetricia en Atención al Paciente en la última edición de los Premios Best in Class.

Tanto es el interés por ofrecer un parto más humanizado, y este año más que nunca, que el centro cuenta con un perfil en Instagram (@parir.envaldemoro), donde los profesionales muestran cómo es su trabajo diario en el paritorio y donde queda reflejado que se trata de un hospital que ve el embarazo y el parto no como una enfermedad sino como un proceso natural en el que el profesional tiene un rol activo también en el ámbito emocional y psicológico durante todo el proceso.

Como referente en el parto respetado, el centro garantiza una atención “lo menos intervencionista posible” por parte de los profesionales, tal como reconoce el Doctor Juan Miguel Rodríguez Candia, jefe del citado servicio. Para ello, cuentan con un bloque obstétrico de cuatro paritorios y dos salas de observación que, pese a la situación de estos últimos meses, no ha experimentado cambios significativos.

Parir en medio de una pandemia

El parto respetado ha encontrado en la COVID-19 un obstáculo. Los protocolos en muchos hospitales han cambiado por completo desde que aparecieron los primeros casos positivos. La atención al parto en tiempos de pandemia ha obligado a los hospitales a adoptar una serie de medidas adicionales para proteger a las pacientes y al personal sanitario. 

Pruebas PCR el día del parto o 72 horas antes si este es programado, retraso de revisiones de control por confinamiento o el diseño de “búnkeres paritorio” (espacios estancos de paritorio y hospitalización donde ingresan el día del parto y permanecen hasta el día del alta) son algunas de las intervenciones que han hecho en el Hospital Universitario Infanta Elena.

También se ha tenido que establecer un circuito exclusivo de atención obstétrica para pacientes sospechosas o positivas por coronavirus para proteger al resto de las pacientes y personal sanitario sin perder calidad asistencial. Además, “a los acompañantes se les proporciona todo lo necesario para evitar la salida innecesaria del área y minimizar el riesgo de contagios”, admite Rodríguez Candia. 

Ya desde el principio de la pandemia, en marzo de 2020, el centro tomó las recomendaciones que proponía la Sociedad Española de Neonatología, entre las que se prioriza el binomio madre-hijo, el contacto precoz piel con piel y la lactancia, tres de las acciones que más beneficios han demostrado que tienen en la madre y en el recién nacido. 

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