Vamos camino del verano y nos adentramos en la época en la que muchas personas emprenderán algún viaje internacional, lejos de casa, una de las mejores formas de disfrutar al máximo de unos días de vacaciones y una excelente manera de conocer nuevas culturas. Esta experiencia puede ser emocionante y gratificante, pero también puede resultar agotadora y frustrante si la salud no nos acompaña: climas distintos, comidas y otras condiciones desconocidas pueden llegar a ser todo un reto si no vamos bien preparados.
Nuestras propias particularidades, como la edad, el sexo o las condiciones médicas previas, así como la situación epidemiológica del país que vayamos a visitar, como enfermedades transmisibles, condicionan en buena medida el éxito de nuestro viaje. Desde brotes de enfermedades y mala calidad del agua y los alimentos hasta requisitos de pruebas, hay toda una serie de cosas a considerar antes de partir.
Algo que considerar de forma particular si se cumplen las previsiones del estudio Changing Traveller Report, según el cual el 53% de los españoles tiene intención de viajar más durante 2024 y hay casi tres veces más probabilidades de hacerlo solo al extranjero (del 15% de 2023 está previsto pasar a un 43% en este año).
La preparación para todos ellos es clave, algo que priorizan desde el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz que, de la mano del Servicio de Atención Integral al Viajero Internacional (SAIVI), ofrece información y cuidado integral y especializado de la salud antes, durante y después del viaje.
Añadir una consulta médica a la lista de tareas pendientes antes de viajar
¿Necesitamos recibir vacunación o inmunoprofilaxis? Que todo vaya bien durante el viaje lejos de casa depende en gran medida de la prevención y la planificación. De la misma manera que nos anticipamos con las visitas que realizaremos, los lugares que visitaremos o la ruta que seguiremos, la salud también debe ocupar un lugar destacado de esta planificación, que empieza mucho antes de emprender la aventura.
Tan pronto como hayamos decidido viajar al extranjero, al menos de cuatro a ocho semanas antes del viaje, debemos buscar toda la información necesaria, como recomienda el Ministerio de Sanidad. , aunque el consejo y las medidas a tomar deben ser siempre individualizadas. Ni todos los viajes y recorridos tienen los mismos riesgos, ni todos los viajeros la misma susceptibilidad.
¿Por qué es importante hacer una consulta de salud antes de viajar? Porque resulta primordial conocer los avisos de salud para viajes en la zona donde viajaremos, si existen problemas de salud que restrinjan nuestro viaje o alguna alerta sobre precauciones que debemos tomar.
“Cualquier persona que vaya a realizar un viaje a un país en el que existen riesgos para su salud puede, y debe, consultar antes de irse con nuestro SAIVI, formado por equipo médico de expertos en salud del viajero que realizará una consulta individualizada y dirigida”, explica la Doctora María Dolores Martín Ríos, jefa del Servicio de Medicina Preventiva del hospital, que dirige este nuevo servicio junto con el Doctor Miguel de Górgolas Hernández Mora, su homólogo en la Unidad de Enfermedades Infecciosas.
Es posible que necesitemos alguna vacuna (como la hepatitis A o la fiebre tifoidea) o profilaxis para viajar, necesarias para preservar nuestra salud. Una consulta en este sentido nos ayudará a prepararnos para las posibles consecuencias para la salud de viajar a ciertas regiones del mundo. En ella obtendremos asesoramiento sobre vacunas —es posible que deba establecerse un calendario individualizado para las vacunas— y medicamentos profilácticos.
En esta consulta con un profesional especializado se estudian particularidades del viajero como si toma algún medicamento, si hay alergias, el listado de vacunas actualizado, así como el itinerario de los países que se visitarán y las actividades que se realizarán. La consulta también brinda la oportunidad de revisar otros temas relacionados, como el mal de altura, el miedo a volar, las estrategias para minimizar los efectos del jet-lag o las precauciones sobre los alimentos y el agua y las picaduras de mosquitos, los animales venenosos, las relaciones sexuales, los golpes de calor o el seguro médico de viaje, así como qué debemos poner en el botiquín. “También se valora el riesgo y la indicación profilaxis de malaria en caso necesario, ajustada a las características del viajero”, asegura Martín.
Una vez inmersos en nuestro viaje, no nos planteamos la enfermedad como una opción, pero el riesgo nos acompaña durante todo el transcurso, sobre todo el asociado con el agua y los alimentos contaminados, que pueden amargarnos con la diarrea del viajero, uno de los problemas sanitarios más comunes y que puede llegar a afectar al 80% de los viajeros en los destinos de alto riesgo. Por tanto, no perder el apoyo médico durante el viaje continúa siendo fundamental, sobre todo si tenemos en cuenta que, como reconoce la Doctora Helena Moza Moríñigo, responsable del SAIVI, “más de la mitad de los viajeros sufre algún síntoma durante su desplazamiento”. Ofrecer acompañamiento, así como información sanitaria de los destinos y la posibilidad de poder contactar con un médico especializado en salud vía correo electrónico para consultar cualquier tipo de problema médico, es otro de los objetivos de SAIVI.
Al regresar, una última consulta médica
A pesar de haber trazado con rigurosidad todos los planes, es inevitable que algunos viajeros desarrollen, durante el viaje y cuando regresen, algún síntoma. Puede incluso que algunas enfermedades tropicales no se manifiesten enseguida, sino que lo hagan al cabo de un tiempo de haber regresado. En estos casos resulta clave consultar con el médico para que pueda realizar un diagnóstico y tratamientos adecuados sobre posibles enfermedades tropicales.